10 de octubre 2007 - 00:00

Complica a Macri el romance a prueba entre Telerman y Kirchner

Mauricio Macri
Mauricio Macri
Lo hizo esperar cerca de una hora, como suele hacer el jefe de Gabinete con las personas que logran cita para acceder a su concurrido despacho en la Casa de Gobierno. Y después, Alberto Fernández fustigó todo lo que pudo a Jorge Telerman, quien se presentó con bandera blanca, en busca de olvidar pasados y rencores.

Fue después de Iom Kippur, un día de profunda reflexión e introspección al que la comunidad judía se entregó el 28 de setiembre pasado. Esa jornada religiosa, a la que adhiere Telerman, se inicia con el Kol Nidrei, una oración en la que se pide perdón por todo lo que se ha de prometer y no cumplir durante el año. Imbuido de ese espíritu, el jefe de Gobierno porteño intentó, pero no logró contagiar de fe, ni de indulgencias a su interlocutor.

Fernández arrancó con una lista de reproches sobre dichos y desalojos de funcionarios kirchneristas durante su gestión. «Olvidemos», pidió Telerman, pero retrucó: «Me alié con Elisa Carrió porque así se dieron las circunstancias, de haberme apoyado ustedes quizá estábamos en otro escenario».

«Mirá un poco la realidad, Jorge, vos sos el que salió tercero y Filmus salió segundo. En todo caso, vos tenías que haber apoyado a Filmus y hoy estábamos hablando en otros términos», lo mortificó el jefe de Gabinete a Telerman, al recordarle los resultados de la elección de junio, que ganó Mauricio Macri y en la que el mandatario de la Capital Federal quedó fuera del ballottage.

También recorrieron pasajes de la destitución de Aníbal Ibarra, pero Telerman insistió con conseguir una suerte de reconciliación. Después de todo, Fernández no quiere repeler aliados que sumen a enfrentarse con Mauricio Macri en la Capital Federal.

Fernández fue duro: «Como vos decís una cosa y después hacés otra, empezá por decir públicamente que nos apoyás, que apoyás a Cristina, hacé gestos públicos», le propinó y habló de los gastos del gobierno nacional con su administración.

  • Antecedente

    Anteriormente, el jefe de Gobierno y el de Gabinete habían conversado, tras la derrota electoral. Hubo un inicio de certificación de paz, que el propio Telerman hizo estallar en segundos, en la jornada previa a la inauguración de un parque en Puerto Madero, donde se encontraría con todo el gabinete, incluido Fernández. Pero Telerman el día anterior dio a conocer el decreto del aumento de los impuestos municipales y con eso, al parecer, arruinó la fiesta.

    Lo que queda del telermanismo, un grupo de funcionarios y algunos legisladores cuya lealtad no tiene plazo cierto, cree que la reunión con Fernández «fue buena» y hasta suponen que el jefe de Gobierno podría recalar en algún lugar del kirchnerismo una vez que le traspase el cargo a Macri, el 10 de diciembre. «Al menos, hay un intento de reconciliación», aseguraron. Es que ese conjunto de amigos de Telerman ya piensa en la candidatura a diputado nacional del jefe porteño, para 2009 (Ibarra también aspira a lo mismo).

    Mientras tanto se inspiran en un plan de subsistencia, que contiene algunas aspiraciones a futuro. Una es que el ministro de Hacienda porteño, Sergio Beros, pudiera consagrarse en una silla del directorio del Banco Ciudad, plantel que se renueva con el ingreso de Macria la administración. Otra es mantener -tras la renovación de bancas que se producirá también el 10 de diciembre- una pequeña porción de legisladores que pivotee entre el kirchnerismo y la mayoría que ostentarán los macristas. Cuentan entre esos adherentes a los ARI residuales, Fernando Cantero y Alejandro Rabinovich. Sumarían al actual secretario general del gobierno de Telerman, Raúl Fernández, el ex jefe de Gabinete de Ibarra, con quien se asegura no se ha reconciliado tras la destitución. A esos tres, agregan la posibilidad de contar con los dos integrantes del bloque socialista que apoyó la reelección frustrada del jefe de Gobierno. Lo raro es que esos legisladores no profesan el kirchnerismo (alguno sí el antioficialismo). Por eso habrá que ver si el próximo sábado, cuando el Gobierno porteño tiene previsto poner en funcionamiento el primer tramo de la nueva línea H de subterráneos, coinciden en el acto autoridades del gobierno nacional y si es que Telerman acata hacer público algún apoyo a los Kirchner o prefiere imaginar solo su próxima postulación.
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