Kirchnerismo ahora espera a Massa, y Macri al peronismo no K

El anuncio de la fórmula Albero F.-Cristina abre una serie de escenarios. La expectativa se centra en saber cómo se conformarán las distintas alianzas de cara a las elecciones.

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Nadie lo sabía, aunque las últimas referencias que Cristina de Kirchner hizo de Alberto Fernández deslizaban que ella estaba pensando en algún lugar de expectativa para él. Aún no está confirmado, de todas formas, que el anuncio de la expresidente vía redes sociales sea una decisión final o solo el inicio de una negociación que tiene por objetivo al resto del peronismo, es decir, el que no estuvo en la foto de la sede partidaria y que hasta ahora insiste en no acordar fórmula alguna con Cristina.

El escenario político había comenzado a mostrarse más turbio para el kirchnerismo después del impacto fallido que tuvo el lanzamiento del libro “Sinceramente” en su intento por seducir voto peronista no K y hasta algún desencantado con la administración Macri. Continuó ese proceso con el episodio de la paralización frustrada del juicio en la causa “Vialidad”. Debe sumarse a esas malas noticias a la estrategia K que el impacto en el exterior de un triunfo de Cristina de Kirchner nunca dejó de ser explosivo. En ese sentido la elección de Alberto F. puede resultar más potable para los mercados; al menos eso es lo que razona el kirchnerismo.

A Cambiemos la decisión lo agarra en medio de una voltereta sin final garantizado que el grupo está dando entre los intentos del radicalismo de abrir el espacio a otros actores, como el PJ no K o Roberto Lavagna, las protestas de Elisa Carrió en la interna y la decisión de Macri en la integración de la fórmula presidencial.

Los radicales ayer creyeron ver una oportunidad en su idea de ampliar Cambiemos y así la Convención partidaria de la semana próxima toma otro color, en el que inclusive algunas rebeldías de ese tipo podrían contar con el visto bueno de la Casa Rosada como motor para otros acercamientos.

El video de Cristina de Kirchner cayó como “una genialidad” para el kirchnerismo, por supuesto, pero también para un sector del peronismo no cristinista, que creen que la exmandataria y su exfuncionario centrarán la campaña de la fórmula Kirchner-Fernández con la promesa de un eventual gobierno como fuera el de Néstor Kirchner. Una estrategia que aún no tiene resultado previsible para los votantes que pueden ver como una decepción que Cristina se haya bajado de la candidatura mayor.

La idea la venía hablando el propio Alberto Fernández, quien debe confirmar su candidatura a Presidente, en sus círculos políticos sin confiar que él mismo podría ser el candidato pero sondeando la posibilidad de que la exmandataria no se postulara al puesto más alto.

En medio de esas confabulaciones, protagonistas de la mesa con Alberto Fernández aseguran que avanzan en un acuerdo con Sergio Massa, a quién podrían convencer de encabezar una lista a Diputados que, de consagrarse en las elecciones le otorgue el lugar que hoy para Cambiemos ocupa Emilio Monzó en la Cámara.

"Tengo respeto por Alberto, la etapa que viene necesitará mucho diálogo y me van a encontrar en ese camino", dijo hoy Massa tras conocer la decisión que hilvanó ayer Cristina de Kirchner en su casa de Recoleta, junto a Oscar Parrilli y el propio Alberto Fernández.