Fastidia a Kirchner una "derrota digna"
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Daniel Filmus saluda ayer a «sus» artistas frente al Obelisco,
en donde algunos activistas de la cultura apoyaron
más al candidato oficialista.
Anoche se evaluaba cómo y cuándo aparecería el Presidente con Filmus. La opción era «sumar» a Kirchner en un tramo de la megacaravana de 11 kilómetros que el candidato, según programa su equipo de campaña, haría mañana desde Liniers hasta Plaza de Mayo.
En las mesas kirchneristas continúa siendo motivo de debate hasta qué punto benefician a Filmus la presencia o las palabras del patagónico.
En el minuto a minuto es probable, incluso, que hasta el día de la votación no haya más fotos de Kirchner con el candidato.
«Digamos quién es Macri, que los que lo voten lo hagan con vergüenza; que sea un voto vergonzante», volvió ayer, en privado, Kirchner a castigar al líder de PRO. Más tarde lo golpeó sin nombrarlo: «No confío en los que proponen cambiar el país en 24 horas». Los números que manejan en la Casa Rosada hablan de una elección 40 a 60 a pesar de que Filmus, frente a la prensa, juguetea con que está cerca, y el ministro Aníbal Fernández se postula para la medalla K al decir que la ventaja de Macri es «pequeñita».
La irrupción, luego de la primera vuelta de Kirchner con críticas feroces a Macri, fue clave -dicen en el gobierno- para achicar diferencias porque «nacionalizó» la disputa de la Capital donde el Presidente tiene, según las cifras oficiales, una imagen positiva de 57%. acri
«Es -aclaran- la más baja del país». Hay una mirada más llana: si Filmus perfora el techo de 40%, para Kirchner sería una elección auspiciosa de cara a las presidenciales del 28 de octubre.
En paralelo, aparece el factor Telerman. Ayer, Gabriela Cerruti se vio con Kirchner y Filmus (ver nota aparte), pero el jefe de Gobierno insiste con que tendrá una posición distante y ecuánime.
Las mediciones registran, sin embargo, que el voto a Telerman fue mutando tras la primera vuelta.
Luego del 3 de junio, 7 de cada 10 de los votantes a Telerman iban a Macri. Luego de la aparición violenta de Kirchner, seguida por un repliegue silencioso hacia una «campaña positiva», esa ecuación -siempre según los números K- varió a un reparto equilibrado.
Por lo demás, todo suma. Ayer se mostró, por separado, con Aníbal Ibarra y con el gobernador Felipe Solá. Mañana, en tanto, lo haría con Daniel Scioli. Así, el equipo de campaña del ministro de Educación apuesta a la sumatoria para descontar la diferencia de Macri.
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