Mauricio Macri eligió ayer a los gremialistas Hugo y Pablo Moyano como ejes de su campaña electoral al tildarlos de “mafiosos y prepotentes” y de formar parte de una “patota del transporte” que encarece los costos de esa actividad. La respuesta se concretó en el plano sindical, de parte de los dos aludidos, la CGT y la Federación Internacional del Transporte (ITF), pero también por parte de Cristina de Kirchner, quien respaldó a los sindicalistas en un acto en Rosario. La elección de Macri no fue azarosa: los Moyano son la cara visible del apoyo gremial a la fórmula de Alberto Fernández y la exmandataria.
Macri, de campaña en día patrio, escaló la puja con Moyano
En el acto por el Día de la Bandera, en el club Ciclón de Rosario, el jefe de Estado tildó de mafiosos a los sindicalistas camioneros. Los respaldaron Cristina de Kirchner y la CGT.
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“Hay que hablar de la patota del transporte. La Argentina tiene el costo del transporte más grande de la región, y no es porque seamos un país grande; es producto de los privilegios acumulados de forma ilegal y arbitraria por parte de Hugo y Pablo Moyano”, sostuvo el jefe de Estado rodeado de niños al encabezar un acto por el Día de la Bandera, en el club El Ciclón de Rosario. El mandatario aludió a los supuestos sobrecostos que representa el sindicato de Camioneros en la actividad del transporte de cargas y le pidió a la población denunciar ante la Justicia “comportamientos mafiosos y prepotentes”.
Macri de hecho tuvo como aliado central a Moyano durante su campaña presidencial en 2015 y el sindicalista hasta le prestó su presencia en el acto de inauguración de un busto de Juan Perón. Ambos se conocían ya desde los años ’80 cuando Franco Macri, padre del mandatario, tenía entre sus empresas la recolectora de residuos Cliba y Moyano era un dirigente que ascendía en la estructura nacional del gremio. Apenas hubo confrontación entre ambos desde entonces y de hecho Macri, como jefe de Gobierno porteño, fue un aliado clave del gremialista al habilitarle el pago de indemnizaciones con continuidad laboral a los operarios de la recolección en la Capital Federal cuando se producía el recambio de empresas del servicio.
La buena relación se mantuvo hasta fines de 2017 cuando quedó trunco el debate por una reforma laboral por vía legislativa que impulsaba el Gobierno a través de Jorge Triaca, el entonces ministro de Trabajo. La negativa de los Moyano (con protagonismo del abogado Hugo Antonio, uno de los hijos del líder camionero) arrastró la caída de las gestiones con la CGT y el consecuente rechazo del senador Miguel Pichetto, quien alegaba que sin la autorización de la central obrera se vería impedido de habilitar ese debate.
Desde entonces la confrontación escaló hasta la fijación de una multa por más de mil millones de pesos por parte de Triaca al gremio, y luego de la salida del funcionario con las constantes advertencias de su sucesor, el actual jefe de Producción y Trabajo, Dante Sica, de que el Gobierno insistirá a toda costa con una reforma laboral. De hecho al comenzar la paritaria de los camioneros, con un pedido sindical de aumento de 46% y el pago de un bono de $20 mil, la principal cámara del transporte de cargas, Fadeeac, respondió que condicionaba cualquier suba a que el gremio aceptara rediscutir la flexibilización de once puntos de su convenio colectivo de trabajo.
Mea culpa
La primera respuesta a los dichos de Macri llegó ayer de parte de Pablo Moyano: “pensé que iba a hacer un mea culpa por el daño que le ha hecho al pueblo argentino”, dijo en una entrevista televisiva. Además, le advirtió al Presidente que “por más ataques, por más allanamientos” judiciales, el gremio no aceptará “resignar ni un ítem del convenio colectivo de trabajo”. “Acá no va a pasar la reforma laboral que quieren imponer el Presidente y el Fondo Monetario”, amplió. Su padre fue más allá: “no tiene respeto a nada, es un inconsciente, un incapaz”, dijo sobre Macri, y agregó que “no está en condiciones de conducir los destinos del país”.
Durante una presentación de su libro “Sinceramente”, Cristina de Kirchner aprovechó para cuestionar los dichos de su sucesor: “¿era necesario, rodeado de chicos de un colegio, insultar a un gremialista que, por otra parte, estaba con él cuando en 2015 inauguraron un busto de Perón? Es la misma persona”, recordó.
Durante la tarde se sucedieron otros apoyos a Moyano por parte de la ITF (donde Pablo ejerce como vicepresidente), con un comunicado con severos cuestionamientos a la política laboral del Gobierno y a las frases de Macri en particular, y de la CGT, que también por escrito se solidarizó con los gremialistas camioneros y del transporte.
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