El clima no es lo único que arde en Argentina. El 11-M. Los malabares de Massa. Messi forzó fuerzas de seguridad en Santa Fe. ¿Y los mapuches? El Día de la Mujer con varias “perlas”. Cae un banco en EE.UU. y conmociona al mundo. A 10 años, ahora el Papa quiere venir. Y toda la política que se trasladó al campo. Quinchos “a la sombra” y con aire acondicionado. Veamos.
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Incendio
La insólita ola de calor en marzo obligó a cambiar y a suspender muchos quinchos y, mientras algunos se trasladaron a lugares cerrados, más frescos, otra serie de encuentros programados desde mucho antes tuvieron que seguir adelante, con la desesperación de sus participantes.
Este fue el caso de varios mítines políticos, o de una reunión del campo con menos productores de los que se esperaban (ellos saben manejarse con el clima), pero con empresarios y, especialmente, políticos que hacían cola para sacarse fotos, a pesar de las térmicas por encima de los 40 ºC. “¡Todo sea por una foto!”, se quejaba el hombre de prensa de un candidato expectante, mientras se apantallaba con una hoja, y rezaba para que el martirio terminara pronto. Igual la gente de las famosas “4 x 4” y de los bancos, que estaban todos, seguían con sus ofertas a diestra y siniestra ya que, aún en una de las peores secas de las que se tenga memoria, los analistas de riesgo siguen considerando al campo “como un buen pagador, y es uno de los pocos sectores que se sigue moviendo”, reconocía uno de estos especialistas, un poco atrasado en las noticias, ya que desde la helada del 18 de febrero, estas últimas semanas no dieron respiro, y terminaron de fundir buena parte de lo poco que quedaba en pie.
“Lo que más se vendió acá fueron créditos”, reconocía un empresario de implementos, mientras recibía interesados por equipos, atados a créditos con tasas de 40%, muy buen negocio frente a una inflación que se proyecta en más del doble. Alejados de todos estos “detalles”, candidatos y candidatas, que habían acordado previamente sus visitas como para no superponerse trataban de pasar el trago lo más rápido posible y huir al placer de sus coches con aire acondicionado.
Apertura
Pero no fueron los únicos sufrientes. También los organizadores del 11-M se encontraron con un clima inusual para estar en pleno Obelisco, a las 4 de la tarde, con una térmica de 40 ºC; de hecho, algunos intentaron justificar con eso la escasa concurrencia que tuvo la protesta, aunque varios analistas coinciden en que es el agotamiento de este modelo de reclamo; la falta de liderazgo, y también la ausencia de consignas creíbles y convocantes. Algo similar también había pasado hace 15 días en la protesta del campo, con muy escasa adhesión, a pesar de que el malestar es inocultable. Lejos había quedado el postergado y larguísimo discurso del titular del Gobierno bonaerense, Axel Kicillof, para la iniciación de las sesiones ordinarias de la provincia, y una semana después de lo previsto debido al gigantesco corte de luz del 1 de marzo que obligó a suspender el acto por la falta de energía. Por su parte, la vicepresidenta tuvo algo más de suerte en su paso por Río Negro, donde recibió la distinción Honoris Causa de la universidad local, ya que la temperatura allí era sensiblemente menor.
Igual, el lugar cerrado y la cantidad de público presente (incluyendo al diputado Martín Doñate, rechazado nuevamente por la Corte Suprema para ocupar un lugar en el Consejo de la Magistratura), la obligaron a sacar su tradicional abanico “A todo o nada”, rezaban los prolijos carteles entre el público. Tampoco el plenario del peronismo bonaerense, con Axel (y Máximo) a la cabeza, tuvo demasiada suerte el sábado, a pesar de que en este caso, obviamente hubo movilización de militantes.
“La compañera Cristina Fernández de Kirchner, es la dirigenta (que el país necesita!!”, dijo Axel ante un público enfervorizado con la consigna: “Luche y vuelve”! Por supuesto que el verdadero despliegue de banderas y cotillón llegó poco después, con el discurso de Máximo Kirchner, que hasta hizo alarde de “no leer”, cuando el viento le voló las hojas que traía preparadas, y volvió a cargar contra el presidente, Alberto Fernández.
Cortes
Pero toda la semana fue más o menos igual: con cortes, movilizaciones y bloqueos, lo que incluyó la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, que tuvo como epicentro una protesta en el Congreso y con todo el Centro de la ciudad colapsado. Sin mucha creatividad en las consignas (ni en las formas), hubo sin embargo, algún dato distinto en ciertas reparticiones públicas, y fue que ese día solo estaban obligados a trabajar los que se autoperciben “hombres”… “Un gran aporte al desconcierto general”, ironizó un estable de la Cámara alta. De todos modos, prácticamente todos estos temas esta vez estuvieron relegados a un segundo, o tercer orden, ya que la política local ocupó todo el interés, desde el renovado culebrón del PRO, hasta la intriga creciente sobre el rol que finalmente jugará la vicepresidente Cristina Fernández, que nadie cree que finalmente cumpla con su amenaza de “no ocupar ningún cargo (electivo)” para los próximos comicios.
En el medio apareció la renegociación de la deuda (en pesos) del ministro Sergio Massa, otro artilugio con el que gana algo más de tiempo, y que permitirá el canje de deuda en pesos para postergar vencimientos por unos $9 billones hasta 2024 y 2025. Además del hecho de que ahora los pagos caen en la próxima administración, varias voces consideraron que “tal vez, no había otra opción para poder seguir adelante, pero no fue demasiado prolija”, dijo un destacado representante del sector financiero que, sin embargo, objetó algunos beneficios “excesivos” para los bancos. “Fueron muy generosos (con ellos)”, dijo el hombre, mientras que un economista habituado a este tipo de negociaciones, consideró que “El Put debía estar condicionado. Así es una barbaridad. Y las provincias también tendrían que haber comprado. Están con muchas tenencias”, sostuvo, mientras la asociación de bancos (Adeba) contestaba con un “prolijo” comunicado, y antes de que el tema quedara opacado por la amenaza a la familia política del futbolista Lionel Messi, en Rosario, que desembocó hasta en una fuerte discusión entre el presidente Alberto Fernández, y su ministro de Seguridad, Aníbal (a quien varios legisladores ya le pidieron que renuncie), por la tardía movilización de fuerzas de seguridad nacionales hacia Rosario, un tema más que urticante para varios funcionarios del Gobierno. Tanto así, que hasta la propia Abuela de Plaza de Mayo, Estela de Carloto, que primero hizo declaraciones a favor de la decisión de reforzar las fuerzas de control con efectivos nacionales, rápidamente tuvo que salir a desdecirse (y por la misma radio).
Estrategias
Pero si en el oficialismo la reaparición de Cristina Fernández provocó reacomodamientos y, de hecho, le dio un poco de aire a los cristinistas y camporistas; la oposición también tuvo lo suyo. Es que la presencia permanente de Mauricio Macri, sin definirse tampoco por su futuro rol, obligó a algunos cambios de estrategia, no todos demasiado exitosos. Horacio Rodríguez Larreta optó, finalmente, por volver atrás con el impuesto a las tarjetas de crédito (aunque la Nación aún no cumple con la orden judicial de devolverle los recursos de coparticipación que le sacó, y que dieron origen a ese gravamen), y además, aseguró que de llegar a Presidente, va a eliminar, al menos, la mitad de la veintena de ministerios que hoy tiene la administración central, algo que en general, la gente reclama por el exceso de gasto público que hay.
El asunto es que el hoy jefe de Gobierno de la Ciudad, necesita mostrar que retoma la iniciativa, mientras que su contrincante interna, Patricia Bullrich, pretende no permitírselo. Para eso, además de multiplicar su agenda (y tratar de salir en todas las fotos), intenta sellar la mayor cantidad de acuerdos posibles con segundas y terceras filas. “No es que quiera a alguien en particular. Más vale lo que se pretende es bloquearlo a Horacio”, se sinceró un operador, en tanto otros creen que necesita con urgencia mostrar “figuras” a su alrededor y, especialmente, equipos y un plan, lo que todavía parece muy distante. En las provincias, mientras tanto, algunas fichas van decantando antes, como ocurrió con la oposición en Córdoba donde, finalmente, el por ahora senador Luis Juez, y precandidato a gobernador, Luis Juez, consiguió pactar con el ascendente diputado Rodrigo de Laredo, que ahora iría por la intendencia de la capital cordobesa, para en el próximo turno (2027), alternar los cargos, aunque semejante lapso hace aparecer tal opción, caso, como de ciencia ficción.
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