"Esperable, pero no por tanto". La frase, soltada desde un despacho amarillo, da cuenta de una realidad: la contundencia de la victoria de Javier Milei sorprendió incluso en provincias donde corría con ventaja. Córdoba, Santa Fe y Mendoza, por caso, fueron los puntales del triunfo libertario frente al candidato de Unión por la Patria (UP), Sergio Massa.
Blindaje contra fugas y oposición “constructiva”: gobernadores JxC ya delinean nueva hoja de ruta
Los mandatarios comenzaron a moverse tras el balotaje. Polo de poder autónomo en las provincias y primeros contactos con LLA. Preparan reunión con Javier Milei.
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Sin gobernadores en su esquema, el economista se amparó en la estructura prestada por Mauricio Macri y Patricia Bullrich para garantizar la fiscalización. Mal no le fue: ganó en 21 de los 24 distritos del país. Y en Buenos Aires, histórico bastión del peronismo, perdió por apenas un punto, resultado inútil para las pretensiones del oficialismo.
Así las cosas los movimientos comenzaron en la noche del domingo mismo en la que el fundador de La Libertad Avanza (LLA) fue elegido presidente. Más allá de sus amenazas respecto a la eliminación de la Coparticipación Federal, el recorte al gasto y la merma en la obra pública, quienes miraron con especial atención el resultado fueron los flamantes mandatarios electos de Juntos por el Cambio (JxC).
Es que, contraria a su suerte a nivel nacional, la coalición gobernará en 2024 nueve provincias y la Ciudad. Esa configuración dio lugar a un inédita liga de gobernadores que, con matices y contrapuntos, ya planea su juego.
Los primeros desafíos de los gobernadores de Juntos por el Cambio
El novedoso espacio funcionará como un polo de poder autónomo de las conducciones porteñas de JxC y tendrá como premisa central sostener la unidad tanto en ambas cámaras del Congreso como en el territorio, para garantizar así un bloque sólido de negociación con el Ejecutivo sin resignar sus valores constitutivos.
El primer escollo será, entonces, evitar las fugas ante un Gobierno que contará con chequera y látigo. Los mandatarios saben que Milei necesitará de ellos para impulsar su ambicioso plan de reformas económicas.
Sobre este aspecto reside un poder de negociación mucho más amplio de lo que hubiera ocurrido en una eventual gestión de Massa, que a priori contaba con mayor muñeca y estructura para cumplir con sus objetivos.
La Liga tuvo su bautismo de fuego apenas días después de las elecciones generales, con una cumbre en la sede porteña del Banco de Corrientes. Allí los gobernadores se declararon neutrales ante la segunda vuelta y exhibieron un listado de reclamos que, según entienden, deberá contemplar la próxima administración. No obstante, más allá de la uniformidad del pedido, la conformación del grupo es heterogénea.
Los tres mandamases en ejercicio que lo integran son Gerardo Morales (Jujuy), Rodolfo Suarez (Mendoza) y Gustavo Valdés (Corrientes). Los primeros dos serán reemplazados en diciembre por Carlos Sadir y Alfredo Cornejo respectivamente, mientras que Valdés fue reelecto en el 2021.
A esos nombres se sumarán: Ignacio Torres (Chubut); Rogelio Frigerio (Entre Ríos); Claudio Poggi (San Luis); Marcelo Orrego (San Juan); Leandro Zdero (Chaco); y Maximiliano Pullaro (Santa Fe). Resta saber si el porteño Jorge Macri, quien reemplazará a Horacio Rodríguez Larreta en la Jefatura de Gobierno, se plegará.
En principio la victoria de Javier Milei dejó mejor parados a Cornejo y Valdés. A diferencia de Morales, actual presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) y principal opositor al pacto de Macri y Bullrich con el libertario, sus correligionarios mendocino y correntino tuvieron gestos hacia la LLA, una manera de cuidar terruños reactivos al kirchnerismo.
El partido centenario renovará autoridades a mediados de diciembre y uno de esas dos figuras podría suceder al golpeado gobernador jujeño. "Primero hay que ver cómo es la relación con el próximo presidente. Veremos a dónde nos lleva la coyuntura en las próximas semanas. Hay tiempo y la conducción se define en 48 horas", confiaron desde sus entornos.
Por su parte el chubutense Torres se movió con celeridad y desembarcó en Buenos Aires, donde activó contactos con dirigentes de LLA. Se especula con que habrá una cumbre entre Milei y los mandamases cambiemitas pronto.
Una de las posibilidades es ampliar la Liga a espacios provinciales. En ese sentido la inclusión del santacruceño Claudio Vidal es número puesto. También podría sumarse el neuquino Rolando Figueroa. Ambos pertenecen a fuerzas provinciales.
Cautela
Más cautos por el momento se muestran el resto de los electos. En Santa Fe, el radical Maximiliano Pullaro tendrá un desafío de fuste al lidiar con la delicada situación de violencia que atraviesa la provincia. Además, deberá hacer equilibrio al interior del llamado “frente de frentes”, -una coalición variopinta que nuclea a fuerzas diversas, desde el PRO hasta el socialismo-. Todo en apenas cuatro años: la provincia no cuenta con reelección.
Salvo el puntano Claudio Poggi, que ya gobernó San Luis bajo el ala de los Rodríguez Saá; Cornejo, que volverá al poder en Mendoza tras cuatro años; y Valdés, de mandato vigente, será la primera experiencia en los Ejecutivos locales para Marcelo Orrego, Leandro Zdero, Carlos Sadir, Rogelio
Frigerio y los propios Pullaro y Torres.
En ese ítem yace su búsqueda por abocarse principalmente a la gestión territorial y administrativa a fin de consolidar poder puertas adentro para luego trascender por fuera de las fronteras provinciales. De momento, la Liga se mueve aglutinada. Las próximas semanas y las propuestas que lleguen desde el campamento de Javier Milei serán claves para evaluar el futuro del espacio.
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