8 de junio 2007 - 00:00

Cae otro mito criollo al morir la "hija" de Perón

Péculo, un antiguo dirigente del Partido Justicialista de Buenos Aires fue el encargado del traslado de los restos de Perón a su actual mausoleo en la quinta de San Vicente.
Holgado se enfrentó con todo el peronismo y con la Justicia porque sostenía que fue concebida por Perón y su madre durante una relación extra matrimonial de ambos, cuando el general estaba casado con María Tizón, su primera esposa.
El año pasado una pericia judicial determinó que Holgado no es la hija de Perón, dictamen que echó por tierra la demanda de reconocimiento de filiación que había iniciado la mujer en los Tribunales de Buenos Aires en 1992.
Este trámite la enfrentó con la ex presidenta María Estela Martínez, la viuda de Perón, que se negó durante mucho tiempo a que se realizasen pruebas genéticas. Un estudio de ADN conocido el año pasado comparó muestras de restos óseos del general con la sangre de Holgado y determinó que la mujer no es hija de quien fuera tres veces presidente de los argentinos.
Un resultado similar dieron los análisis encargados por María Estela Martínez, quien sucedió a Perón a su fallecimiento, el 1 de julio 1974, y gobernó la Argentina hasta el 24 de marzo de 1976, cuando fue derrocada por un golpe militar.
En febrero pasado, Holgado había anunciado que el estudio genético que ella encargó a un laboratorio del Reino Unido no pudo establecer su parentesco con Perón porque los restos del general tenían una alta contaminación con formol, según explicó.
La insistencia durante tantos años en la filiación de Perón la convirtió en una figura habitual en la televisión, adonde era convocada para que actuase como hija de Perón. Uno de los números más habituales fue aparecer junto a Antonio Cafiero, que se ha convertido en una especie de vigía del legado partidario. Por supuesto que negaba el ex senador los testimonios que ofrecía Holgado de su filiación, todos vinculados a anécdotas y recuerdos que, es justo reconocer, nunca pudo probar. En el último tiempo apeló Holgado al recurso de la fisonomía: «¿No soy igualita a papá?», reía ante las cámaras.
«Nací y voy a morir como la hija de Juancito», fue una de las frases que enarboló durante sus años de lucha. Según su relato, su madre María Demarchi vivió un romance clandestino con Perón en 1932, mientras estaba separada de Eugenio Holgado, quien ella afirmaba era su padre de crianza.
 Nombre
Por esa razón reclamaba ser Lucía Virginia Perón, según el nombre que según ella el ex presidente le puso cuando nació el 16 de junio de 1934.
Perón murió el 1 de julio de 1974, casado en terceras nupcias con María Estela Martínez, y viudo de Aurelia Tizón y de Eva Duarte («Evita»), con las que no había tenido hijos.
La muerte de Holgado fue confirmada por su familia, que además precisó que la mujer esperaba ser sometida a una cirugía a raíz de un cáncer de hígado.
La reticencia de «Isabelita» a acceder a las pruebas genéticas se explicó por su temor a que se probase la relación y Holgado se sumase a la lista de quienes pelean por los restos de lo que se cree fue la fortuna de Perón. Uno de ellos es el empresario Mario Rotundo, que ha logrado medidas a su favor en la Justicia española y argentina para que la viuda de Perón le devuelva un presunto préstamo que le habría hecho al general en vida.
No hay muchos testimonios de esa fortuna, salvo los dineros que Perón cobró del Estado argentino en recompensa por sueldos militares y resarcimiento de bienes incautados por las autoridades militares en 1955, cuando fue destituido.
Ese dinero, cerca de u$s 6 millones a fecha de 1975, lo invirtió «Isabelita» en un banco de Suiza por consejo del entonces ministro de Economía José Ber Gelbard, en donde se presume permanecieron hasta finales de la década de los años 70. En esa fecha fueron extraídos por abogados que esgrimieron poderes extendidos presuntamente por la viuda de Perón. Nunca se ha aclarado en esta saga si ese dinero llegó a manos de Martínez de Perón.
Antes de morir, Holgado había impugnado por resultados del análisis genético hecho por la Fundación Favaloro y por un centro médico de la provincia de Córdoba. La impugnación no tuvo aún respuesta de la Justicia. El letrado explicó que la muerte de Holgado no paralizará el expediente sino que ahora su hijo será el continuador del reclamo al ser su principal heredero con derecho a demandar por la determinación de los lazos de consanguinidad.

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