La Rioja ya perdió 10.000 puestos de trabajos, entre despidos privados y públicos, según CGT local

La huelga nacional se realizó con alto acatamiento en esta provincia. El desempleo en la construcción es el de mayor relevancia. Más desafectaciones en el rubro textil.

Uno de los carteles que el Gobierno riojano instaló en la provincia.

Con alto acatamiento, se hizo sentir en La Rioja el paro nacional convocado por la Confederación General de Trabajadores (CGT) y ambas CTA, de acuerdo a Jorge Reynoso, secretario Adjunto CGT local. Se trata de uno de los distritos más golpeados por despidos y suspensiones. De acuerdo a la central obrera, la cifra asciende a los 10.000, desde que asumió el presidente Javier Milei.

"Se puso en marcha desde diciembre una política de devastación de la clase trabajadora. Al final, el ajuste no pasó por la casta. Vemos que desde lo privado y estatal nacional, hay todos los días hay despidos y suspensiones", agregó Reynoso, también secretarios general del gremios Camioneros. "El paro es el comienzo de una lucha unificada de la clase trabajadora y para que no se profundice esperamos que los 33 senadores nacionales del peronismo voten en contra de la Ley Bases", agregó. Y señaló que son los obreros de la construcción los que más están sintiendo el peso de la crisis.

En distintos lugares de la provincia, en donde se encuentran obras públicas inconclusas, el gobierno riojano del peronista Ricardo Quintela instaló carteles que responsabilizan a la política de ajuste de la Casa Rosada por la falta de continuidad. "Obra suspendida por falta de envíos de fondos del gobierno nacional", se lee. Los carteles se instalaron en la obra de la rotonda del Chacho, como en las tareas de renovación integral de la zona céntrica, del ex Parque Sarmiento y Plaza 25 de Mayo.

Otro de los sectores más afectados es el textil, cuyas empresas se encuentran en el Parque Industrial provincial. Desde enero, ya son más de 200 los puestos que se han perdido en esta industria y podrían incrementarse en estos días, sostuvo el secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT) provincial, Juan Pablo Luján. "Estamos viviendo un momento muy triste", a radio La Torre. Informó, además, que la semana pasada fueron despedidos 30 empleados de la firma Colortex, que tenían entre uno y tres años de antigüedad.

Sebastián di Fiori, interventor de UOCRA riojana, el sindicato de la construcción, confirmó que son los más afectados por los despidos. "El número es brutal, estamos en alrededor de los 9.000 trabajadores que hoy no tienen trabajo. Estoy al frente de la seccional y digan lo que digan, sé la cantidad de trabajadores que tenemos", señaló. "Lo también grave es que esto afecta de manera indirecta a otros rubros, como al que hace flete, vende nafta, el que lleva el cemento, madera y ladrillos; por eso es tan grave la agonía", completó. "Penosamente hoy no llegamos ni a 800 trabajadores en la actividad, el panorama es de incertidumbre total", cerró.

El ministro de Trabajo, Empleo e Industria, Federico Bazán, tampoco ahorró adjetivos para describir el escenario de crisis. "Los signos de la economía son muy negativos por la caída del consumo, la caída de la producción industrial y lo único que sube es el desempleo. En nuestra provincia, tanto para el sector industrial como el comercial, no vislumbramos la posibilidad de una recuperación rápida", sostuvo.

De acuerdo al listado de despidos que elaboró a CGT riojana, el estatal es otro ámbito de donde se engrosó la cifra de desocupados. Se trata de 120 desvinculaciones de delegaciones nacionales con sede en esa provincia, como la ANSES, INADI, SENASA, INTA, Parques Nacionales, la Secretaría de Agricultura Familiar, el ENACOM y el Ministerio de Desarrollo Social.

La Rioja encabeza el listado de las provincias en donde se registró la mayor pérdida de transferencias nacionales en el primer trimestre de este año, de acuerdo al último informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en base a datos del Ministerio de Economía de la Nación. Esto es, al gobernador Ricardo Quintela le llegaron un 36,4% menos de recursos y esto se tradujo en el parate en seco de la obra pública y también motosierra para partidas destinadas a educación, salud y asistencia social.