Clases: 17 gobernadores, con suspensiones más duras que las que pide DNU

CABA y Mendoza vuelven a eludir dictamen presidencial y desoyen parcialmente Córdoba y Salta. Críticas del ministro Nicolás Trotta.

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En alerta máxima por la trepada en los contagios y el stress en camas críticas, 17 gobernadores decidieron ir más allá de lo que les impone el DNU de restricciones de Alberto Fernández y optaron por mantener la suspensión de las clases presenciales de manera total o en una porción importante de su provincia, en pos de reducir la circulación social y batallar una baja en los casos de covid-19.

En cambio, 4 mandatarios desoyeron -aunque con distintos grados de autonomía- la medida dispuesta por la Casa Rosada, que insta a retomar desde hoy el congelamiento de la presencialidad en distritos o zonas catalogadas como “en alarma epidemiológica”.

La eludió nuevamente el porteño Horacio Rodríguez Larreta, al freezar los dictados dentro de las aulas sólo desde tercer año de la secundaria, pese a tener catalogada a CABA como “en alarma”. También retomó la senda de diferenciación otro cacique de Juntos por el Cambio, el radical mendocino Rodolfo Suarez, al reactivar desde hoy la presencialidad en toda la provincia pese a que volvió a entrar en esa categoría máxima de gravedad epidemiológica el Gran Mendoza.

En materia capitalina, en paralelo, también terminan entrando en un grado de incumplimiento del DNU dos gobiernos que aún no lo habían hecho: el del peronista cordobés Juan Schiaretti y el del salteño Gustavo Sáenz.

Schiaretti definió desde hoy presencialidad (en combo con la virtualidad, como en los casos porteño y mendocino) en toda la provincia y todos los niveles, salvo el secundario en localidades de más de 30 mil habitantes. Según el DNU, todo el departamento capital debería pasar a la enseñanza remota por estar “en alarma”.

Una situación similar se da en Salta, donde está en esa categoría epidemiológica el aglomerado urbano Gran Salta (departamentos Capital, Cerillos y Rosario de Lerma), y donde Sáenz definió presencialidad en todo el territorio, salvo Metán y Rosario de la Frontera.

En las últimas horas el ministro de Educación, Nicolás Trotta, apuntó contra Rodríguez Larreta y contra Schiaretti, en clave crítica.

“En Alemania, con una tasa de incidencia de 320 contagios cada 100.000 habitantes se cierran las escuelas; en Estados Unidos es de 100, la Ciudad de Buenos Aires está con una incidencia de 1.050 y Córdoba 1.099”, disparó. El DNU define un congelamiento cuando la tasa supera los 500 contagios.

Escenario

El último decreto de restricciones presidencial ordenó suspender la presencialidad escolar en distritos en “alto riesgo epidemiológico” y en “alarma epidemiológica” durante la semana pasada, para retornar desde hoy a lo definido en el DNU anterior, que determina ese congelamiento de los dictados sólo en los de “alarma”.

El terreno sobre el que se aplican esas órdenes es movedizo porque el mapa epidemiológico de Nación se actualiza de manera constante. Pero según el cotejo desplegado por este diario a partir de la radiografía del pasado sábado, la mayor parte de los gobernadores -17- fue más allá del DNU y suspendió las clases presenciales cuando no tenía obligación de hacerlo, o debía hacerlo sólo de manera acotada a algunos enclaves:

De este lote de 17 Ejecutivos, 11 gobernadores freezaron las clases presenciales en la totalidad de la provincia y en todos los niveles, en medidas atadas en rigor a la marcha de los contagios locales.

Se trata de los peronistas Omar Perotti (Santa Fe), Juan Manzur (Tucumán), Jorge Capitanich (Chaco), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Gildo Insfrán (Formosa), Raúl Jalil (Catamarca), Sergio Ziliotto (La Pampa), Ricardo Quintela (La Rioja) y Sergio Uñac (San Juan), además del neuquino Omar Gutiérrez (MPN) y el santiagueño Gerardo Zamora (Frente Cívico).

Un caso testigo es el de Perotti. Tiene en “alarma” a los aglomerados urbano de Santa Fe y del Gran Rosario, pero la medida alcanza a toda la provincia.

Pero además otros 6 mandatarios apostaron a una continuidad de la suspensión de las clases presenciales en buena parte o en extenso tramos de la provincia. Es el caso del bonaerense Axel Kicillof (con 121 municipios con dictados 100% virtual) y de la santacruceña Alicia Kirchner (con enseñanza remota en las principales localidades, como desde el inicio del ciclo 2021). Se suman además el peronista entrerriano Gustavo Bordet (con suspensión en Paraná -en alarma- pero también en otras localidades, como Concordia y Gualeguay) y el radical correntino Gustavo Valdés (vuelve a desmarcarse de sus pares de JxC y suspende clases presenciales en localidades en Fase 2 y 3, incluida la capital). Y dos gobernadores de fuerzas provinciales: la rionegrina Arabela Carreras (con clases presenciales sólo en 10 municipios -para los niveles inicial, primario y especial-, pero no por caso en Viedma y General Roca) y el chubutense Mariano Arcioni (sólo presencialidad en 27 localidades chicas).

En paralelo, junto con CABA y Mendoza, otras tres provincias dictarán esta semana clases presenciales de manera extendida, en combo con la virtualidad, sin suspensiones de por medio. Pero será sin incumplir el DNU, al menos de manera ostensible. Se trata de Jujuy (el radical Gerardo Morales ya lo había definido para la semana pasada también, aunque entró ahora en alarma Palpalá y no suspendió clases), Misiones y Tierra del Fuego (sin enclaves “en alarma”).

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