El árbitro de la final de la Copa Mundial de Rugby de 2015, Nigel Owens, pidió ser castrado químicamente cuando se dio cuenta que era homosexual. "Yo no quería ser gay, pedí a mi doctor que me castrara químicamente", confesó en una entrevista a la BBC.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Owens reveló que intentó suicidarse y que estuvo a 20 minutos de morir. "Arbitrar la final del Mundial entre Australia y Nueva Zelanda delante de 85.000 personas y con millones en la televisión no fue nada comparado con el reto de aceptar quién soy. Aceptar quién soy salvó mi vida", dijo.
Dejá tu comentario