31 de octubre 2019 - 00:00

Macri piensa en el regreso y le apunta a la Superliga y la AFA

Las elecciones se llevarán a cabo el 8 de diciembre y el oficialismo, ya sin Daniel Angelici, busca rearmarse. Varios integrantes del Gobierno que dejarán su cargo podrían sumarse a la lista.

Se necesitan. Angelici se va y Macri busca volver. Entre los dos intentarán que el macrismo siga gobernando.

Se necesitan. Angelici se va y Macri busca volver. Entre los dos intentarán que el macrismo siga gobernando.

La política está enquistada en el deporte y, fundamentalmente, en el universo del fútbol. La principal muestra es Boca, que catapultó a Mauricio Macri como jefe del gobierno porteño, primero, y como presidente de la Nación, posteriormente. Con el nacimiento del macrismo en las entrañas de la política del club, Boca fue conquistando títulos a nivel internacional. Sin embargo, cuando el 4 de diciembre de 2011 asumió Daniel Angelici, operador sigiloso del actual primer mandatario nacional, aquel desafío que le hizo a los hinchas al decirles ”preparen los pasaportes porque vamos a volver a viajar de nuevo” quedaron como una mera expresión de deseo.

Entonces, los títulos sudamericanos y mundiales conquistados con Macri pasaron a convertirse en un puñado de campeonatos locales en la era Angelici. Ahora el uno y el otro quedaron debilitados: Macri porque acaba de perder la presidencia de la Nación en manos de Alberto Fernández y Angelici, porque no puede ejercer un tercer mandato consecutivo en la institución. El reinado del oficialismo en Boca peligra y la figura de Christian Gribaudo no parece lo suficientemente fuerte ante una oposición dispersa, pero que tiene algunos nombres que pueden comprometer su continuidad.

Lo cierto es que hay factores que le resultan adversos al oficialismo. Si bien desde el punto de vista marketinero, tanto Boca como el país mostraron su músculo más fuerte, las promesas y los objetivos conseguidos no van en concordancia con el dinero invertido en incorporación de jugadores. Los números reflejan una realidad incontrastable: en 8 años, Boca gastó u$s 150.432.000 sólo en concepto de fichaje de jugadores -sin considerar sus contratos- y solo conquistó tres campeonatos locales (2015, 2016/2017 y Superliga 2017/2018), dos Copa Argentinas (2012 y 2015) y una Supercopa Argentina (2019).

A nivel internacional estuvo cerca de volver a levantar la Copa Libertadores en dos oportunidades, pero en ambas falló. En 2012, jugó la final ante Corinthians, con el que empató en la Bombonera y perdió en San Pablo; y el año pasado, tal vez la más dolorosa ante River, donde empató como local y en la recordada final de Madrid cayó 3-1. Además, en 2016, llegó a las semifinales, perdiendo los dos partidos ante Independiente del Valle de Ecuador; y este año nuevamente el verdugo fue River, que lo eliminó por diferencia de goles (el equipo de Gallardo se impuso 2-0 en el Monumental y el Xeneize 1-0 de local.

Ante la derrota del domingo en las elecciones, Macri pretende constituirse en la cabeza de la oposición al Gobierno de Alberto Fernández, aunque su liderazgo parece que es amenazado por el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, y por el jefe del gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. Para eso, Macri quiere volver a las fuentes. Su objetivo no es otro que el de retornar a la vida política de Boca y, aunque hasta el momento no hay confirmación alguna, todo indica que podría ir como vicepresidente de la lista de Gribaudo u ocupar algún otro cargo.

La semana entrante se reunirían en la Casa Rosada Macri, Angelici, Gribaudo y Andrés Ibarra, quien fuera gerente general en Boca durante la presidencia en 2004. Además de Macri, otros funcionarios del actual Gobierno que dejarán el 10 de diciembre podrían incorporarse a la lista oficialista xeneize. Entre ellos figura Gustavo Ferrari, ministro de Justicia de Buenos Aires. Otros que esperan la bendición de Macri son Horacio Paolini -quien en principio tiene intenciones presidencialistas-; César Martucci, muy allegado a Angelici; Leandro Pompilio, Diego Lajst y Marcelo London.

Macri se reunió, días atrás, con uno de los candidatos, José Beraldi -quien está enfrentado con Angelici- y le pidió que declinara su postulación junto con Royco Ferrari. Si bien aún no le contestó, la propuesta está siendo analizada. También el presidente quiere reunirse con otro referente de la vereda de enfrente, el ex titular Jorge Amor Ameal, quien aspira a suceder a Angelici. “No tengo problemas en ingresar a la Casa Rosada, pero no me bajo. Es más, Mario Pergolini, quien será su vice, habló con Juan Román Riquelme para que se sume a la vida política de la institución”, sentenció el principal candidato opositor.

Como candidatos de la oposición se espera que se presenten también Víctor Santa María y Santiago Carreras, este último es senador bonaerense de Unidad Ciudadana, con la venia de Alberto Fernández. Las listas deben confirmarse el próximo 8 de noviembre y las elecciones serán el 8 de diciembre.

Macri ya comenzó a trabajar desde afuera en el armado de una lista que le permita -si es que vence el oficialismo y sin llegar a ser presidente- conducir el club con su propia figura y con los pergaminos del pasado. Sin embargo, ese no sería su único objetivo, ya que su ambición, trascendió, es llegar a ocupar algún cargo en la Superliga de la que fue, desde el Gobierno, su principal impulsor junto a Fernando Marín, su amigo y colaborador.

Otra versión establece que le apunta a la AFA para evitar que el gremialista Hugo Moyano se conviertra en el próximo sucesor del sillón eterno de Julio Grondona, ahora en poder de Claudio “Chiqui” Tapia.

Mauricio Macri vuelve a la arena política deportiva para seguir cimentando, desde allí, su poder a nivel nacional.

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