Treinta segundos fueron los que necesitó Martín Palermo para comenzar a inscribir su nombre en la historia grande del Club Atlético Boca Juniors. El 30 de septiembre de 1997, en un partido ante Independiente por la fecha 7 del Torneo Apertura, el “Titán” aprovechó un rebote en el área y, con la frialdad que lo acompañaría por los siguientes catorce años, empujó la pelota a la red. Su primer gol con la azul y oro llegó tan rápido como la conexión que generó con el hincha.
Martín Palermo cumple 52 años: de su primer gol en Boca a los 30 segundos a su vida como DT
El delantero ganó títulos y convirtió goles de todos los colores. Su carrera está marcada por récords, triunfos y reconocimientos. Ahora en Fortaleza, continúa nutriendo su camino como director técnico.
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La preocupante racha de los equipos grandes en el fútbol argentino
Martín Palermo celebra sus 52 años. Su primer gol en Boca, a los 30 segundos ante Independiente, fue el comienzo de una historia que cambió al club para siempre.
Hasta ese día, pocos sabían qué esperar de aquel delantero alto, algo tosco, llegado desde Estudiantes de La Plata por recomendación de Diego Maradona. Pero ese cabezazo cambió todo. Fue el inicio de una relación que terminó en idolatría, récords y lágrimas compartidas.
De La Plata a La Boca
Palermo había debutado en Estudiantes en 1992. En 90 partidos con el Pincha, convirtió 34 goles y mostró un instinto que lo llevó directo al radar de los grandes. En aquel invierno del 97, Boca y River se disputaban su fichaje, pero fue la palabra de Maradona la que inclinó la balanza.
El debut oficial con la camiseta Xeneize fue el 3 de septiembre de 1997 ante Cruzeiro por la Supercopa Sudamericana. Sin embargo, sus primeras actuaciones generaron dudas, hasta que llegó ese gol a los 30 segundos: el momento en que nació el Palermo de Boca.
El goleador que transformó las críticas en gloria
Lo que vino después fue una historia de redenciones y títulos. En el Apertura 1998 convirtió 20 goles, fue goleador del torneo y se consagró como figura del fútbol argentino. Con el tiempo, alcanzó los 236 tantos, récord absoluto en la historia del club, y fue protagonista de gestas inolvidables
Entre ellas, es muy recordada la fecha del 13 de noviembre de 1999: en un duelo ante Colón de Santa Fe, Palermo se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Siguió en cancha, y a los 15 minutos del primer tiempo, con dolor visible, remató de zurda y convirtió su sol número 100 como profesional.
Seis meses después, Boca recibía a River Plate por la vuelta de los cuartos de final de la Copa Libertadores, y en la previa del partido crecían los rumores sobre el regreso del Titán al banco de suplentes, aunque no era seguro que sume minutos dada la gravedad de su lesión y el tiempo transcurrido de recuperación.
Palermo volvió de la lesión y anotó ante River.
El equipo de Carlos Bianchi ganaba 2-0, pero la serie seguía abierta. A los 90 minutos Sebastián Battaglia filtró un pase entre líneas y Palermo, contra todo pronóstico y rodeado por tres defensores, giró con esfuerzo y definió junto al palo derecho de Roberto Bonano.
La noche de Tokio: dos goles al Real Madrid
Si el gol a River representó la resurrección, los goles al Real Madrid fueron la coronación. El 28 de noviembre del 2000, en el Estadio Nacional de Tokio, Boca Juniors enfrentó al gigante español por la Copa Intercontinental. Tan solo a los tres minutos de juego, el delantero aprovechó una asistencia de Marcelo Delgado para abrir el marcador.
Minutos más tarde, llegaría el segundo. Juan Román Riquelme recibió en el mediocampo, encaró y metió un pase largo entre los centrales. Palermo controló y, esta vez, definió de zurda ante Iker Casillas, marcando el 2-0 en apenas seis minutos. El Real Madrid descontó a los 12 con un remate de Roberto Carlos, pero el resultado no cambió. Boca fue campeón del mundo y Palermo, con dos gritos inolvidables, se consagró definitivamente como el héroe internacional del pueblo Xeneize.
Más allá de Boca: Europa, Selección y regreso
Su carrera también tuvo capítulos lejos de la Bombonera. En 2001 emigró al fútbol español para vestir las camisetas de Villarreal, Betis y Alavés, aunque sin lograr la trascendencia que tuvo en Argentina.
Regresó a Boca en 2004 y volvió a escribir su leyenda. Ganó seis títulos locales y siete internacionales. En 2011, tras su retiro, el club lo homenajeó con un arco en el centro de la cancha y una Bombonera que le cantó por última vez: “Vos nos diste los goles, vos nos diste alegrías, lo que hiciste por Boca no se olvida en la vida”.
Con la Selección Argentina vivió momentos de extrema exposición: erró tres penales en una misma noche en la Copa América de 1999, pero una década después convirtió un gol decisivo ante Perú bajo la lluvia, que revivió la clasificación al Mundial de Sudáfrica. En esa Copa, le marcó a Grecia, cerrando su ciclo en celeste y blanco.
Gol histórico bajo una lluvia torrencial.
Su etapa como director técnico
A principios de 2012 Palermo dio el salto al banco cuando fue contratado por Godoy Cruz Antonio Tomba. Su arranque mostró buenas intenciones ofensivas, pero la falta de experiencia como técnico se vio en altibajos constantes y finalizó su contrato al cierre de 2013. En abril de 2014 asumió en Arsenal de Sarandí con el objetivo de estabilizar al equipo en Primera División. Su ciclo se extendió hasta 2015, pero dejó más preguntas que certezas: los resultados no lo acompañaron lo suficiente como para asentarse con claridad.
El siguiente paso fue en el exterior: entre 2016 y 2018 dirigió al chileno Unión Española. Allí empezó a producirse un contraste interesante: mayor estabilidad en el cargo, aprendizaje táctico y reconocimiento, aunque sin alcanzar grandes logros. En 2019 Palermo aceptó una nueva aventura al frente del mexicano Pachuca. La experiencia en México lo expuso a una exigencia diferente: plantilla acomodada, prensa activa, mercados distintos. No obstante, los resultados quedaron por debajo de las expectativas.
En 2024 llegó su primer título como entrenador.
En noviembre de 2020 optó por firmar con Curicó Unido, donde permaneció hasta el julio siguiente a raíz de malos resultados y con el club en puestos de descenso. Así, a fines de 2021 volvió al fútbol argentino para dirigir a Aldosivi, donde tuvo buenos resultados en la Copa de la Liga Profesional 2022 y llegó hasta los cuartos de final. Sin embargo, dejó su cargo, y en noviembre de 2022 rubricó con Platense. Allí llegó a la final de la Copa de la Liga, donde cayó ante Rosario Central y no renovó su cargo.
El 13 de febrero de 2024, fue oficializado como entrenador de Olimpia de Paraguay, y el 17 de noviembre, llegó su ansiado primer título como entrenador después de obtener el Clausura 2024 en la antepenúltima fecha. Ocho días más tarde, renovó su contrato con el club hasta 2026. Sin embargo, el 9 de abril de 2025, fue relevado de sus funciones después de un mal comienzo en la temporada.
El 3 de septiembre de 2025, asumió al frente de Fortaleza de Brasil con la misión de salvar al club del descenso, lo que representa su ingreso al campeonato de mayor exigencia de la región. Una apuesta fuerte para consolidarse como entrenador internacional.
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