3 de abril 2024 - 00:00

Diálogos de Wall Street

Resucitan la industria y sus precios. ¿Es un problema, Gordon Gekko?

El analista, escudado bajo el seudónimo de Gordon Gekko, da su mirada sobre la marcha de la economía y de la Bolsa.

El analista, escudado bajo el seudónimo de Gordon Gekko, da su mirada sobre la marcha de la economía y de la Bolsa.

Periodista: Después de cinco meses seguidos en alza, y derribar 22 récords consecutivos, la Bolsa se toma una pausa. ¿Durará?

Gordon Gekko: Debería. Desde noviembre, los períodos de descanso, que también los hubo, no consiguieron subsistir mucho. Siempre surgió un dato, una noticia, que los devolvió a la acción.

P.: Esta vez son noticias inquietantes.

G.G.: La inflación subió en enero. Y repitió en febrero. Esas sí fueron malas noticias y no consiguieron sembrar temor ni ponerle freno a la pujanza. Tampoco le cambiaron la visión a la FED, dicho sea de paso. Esa fue la verdadera razón de por qué no torcieron el camino de alzas.

P.: ¿Cree entonces que el rally no se detendrá, más allá de este circunstancial paso atrás que da la Bolsa?

G.G.: Creo que después de una avance de 25% en el S&P 500, que no tuvo interrupciones, lo que cabe esperar es algún traspié. Pero no hace falten motivos trascendentales para que ocurra. Y eso es lo que estamos viendo.

P.: La economía, una vez más, da muestras de extraordinario dinamismo. ¿Son muy buenas noticias que de tan buenas terminan haciendo daño?

G.G.: Es la resurrección de la actividad manufacturera, lo último que faltaba para echarle una palada de tierra a la hipótesis de la recesión. Son buenas noticias, claro.

P.: A menos que los mercados apostaran fuerte a la baja de tasas de la FED.

G.G.: Mejor una economía saludable con tasas de interés estables que una en problemas que exija la ambulancia de un recorte rápido de tasas. Por más entusiasmo que despierte la baja de tasas en el corto plazo.

P.: La industria manufacturera vuelve a crecer después de 16 meses de continua contracción, dice el informe PMI de ISM. Crecen también los precios. Este último renglón justifica la molestia de los mercados, ¿o no?

G.G.: Marzo es el tercer mes en que crece la industria, dice el informe PMI de S&P Global. Y en marzo se desacelera con respecto a febrero, añade. Así que hay divergencias, pero también un par de coincidencias que tener presentes. La expansión se ensancha, y ahora incorpora también la actividad industrial. La economía, en el primer trimestre, habrá crecido, mínimo, 2%. El doble de lo que se estimaba a fin de año. Estamos en pleno empleo y viajamos más rápido que la capacidad potencial.

P.: La FED de Atlanta, después de estos números, llevó su pronóstico en tiempo real, de 2,3% a 2,8%.

G.G.: Digamos que ese sería el techo. Y hay que pensar también en la recuperación que se detecta en China, que es el líder mundial en el renglón. Queda claro que la economía no precisa que la FED acuda en su ayuda. La segunda coincidencia se da en el capítulo de precios. Los dos informes registran mayores presiones en gestación. Si China se despereza sumará la suya en el arco de los commodities. Que es lo que estamos viendo desde mediados de febrero. Son dos puntos creíbles.

P.: Acá es dónde se complica. ¿O no? Ya teníamos una inflación persistente en servicios, ¿y ahora vuelve la inflación de los bienes físicos?

G.G.: La inflación de bienes físicos, “suavizada” tomando promedios móviles trimestrales, llegó a ser de 19% en marzo de 2022 y 3,5% negativa en junio de 2023. Desde septiembre fluctúa en torno a 0%. Y sí es posible que se incremente un poco, pero de ahí a convertirse en un drama, no es así. La FED procura precios estables (o sea, que crezcan al 2% anual). ¿Podrá esta dinámica incentivar el alza del precio de los servicios? Nada lo sugiere. Los mercados pueden ver acá un problema; la FED, muy difícilmente. Lo prueba su reacción nula al salto de precios del bimestre.

P.: Las chances de un recorte de tasas en junio, según los futuros de Chicago, son ya una moneda en el aire.

G.G.: No hay razones para apurarse. Lo dijo Powell y lo dicen todos. En diciembre existía un temor: que la economía se debilitara con rapidez. Por fortuna, no ocurrió. ¿Debería ser un obstáculo para Wall Street? No lo fue la suba de tasas (desde octubre de 2022). La FED no toca las tasas desde julio del año pasado y el rally desde noviembre fue rasante. En enero, los mercados anticipaban seis o siete bajas de tasas y luego las redujeron a la mitad, y ganaron en entusiasmo. Que se demore el proceso de rebajas es una buena excusa para sacudir las ramas, y muy mala para tumbar el árbol.

P.: ¿Puede suceder que la FED deba subir las tasas para calmar los bríos?

G.G.: Nada es imposible. Pero, lo probable es lo que la suba de las tasas largas haga ese trabajo. Treparon 20 puntos base. Nada tremendo. Mire, mientras el oro siga subiendo, acá nadie está preocupado en serio.

Dejá tu comentario

Te puede interesar