La Cámara de Representantes se prepara para votar una nueva propuesta fiscal impulsada por el presidente Donald Trump, conocida formalmente como One Big Beautiful Bill Act. Con más de 1.100 páginas, el proyecto busca reformular el sistema tributario estadounidense con una serie de medidas que profundizan los recortes impositivos de 2017 y benefician principalmente a los sectores de mayores ingresos.
Donald Trump impulsa una ambiciosa reforma fiscal que favorece a los ingresos más altos y recorta programas sociales
El plan fiscal de Trump costaría u$s3,8 billones y eliminaría alivios estudiantiles y a la salud, lo que deja ganadores y perdedores.
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De acuerdo con estimaciones preliminares de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), el plan otorgaría un alivio promedio de u$s2.800 por contribuyente en 2026. Sin embargo, más del 67% de ese beneficio se concentraría en hogares con ingresos anuales superiores a los u$s217.000, mientras que casi una cuarta parte iría a quienes ganan más de u$s1,1 millones al año.
Entre los puntos centrales de la propuesta figura la extensión permanente de los recortes fiscales aprobados durante la primera presidencia de Trump, un aumento del crédito tributario por hijo —de 2.000 a 2.500 dólares hasta 2028— y la creación de cuentas de ahorro "MAGA" de u$s1.000 para niños menores de 8 años, destinadas a fomentar la inversión familiar.
También se contempla una deducción temporal de hasta u$s10.000 en intereses de préstamos para vehículos fabricados en Estados Unidos, y la eliminación del impuesto sobre las propinas y los pagos por horas extra, lo cual podría reducir los ingresos federales entre u$s680.000 y u$s866.000 millones en el período 2025-2034, según un estudio del Tax Foundation y la Universidad de Yale.
Los grandes perdedores del esquema
Sin embargo, los beneficios no serán generalizados. Los contribuyentes con ingresos más bajos —especialmente quienes ganan menos de u$s51.000 al año— verán una disminución neta en sus recursos, producto de fuertes recortes en programas sociales clave como Medicaid, asistencia alimentaria (SNAP) y alivios para préstamos estudiantiles. Se estima que unos u$s7,6 millones de estadounidenses podrían perder cobertura médica, y alrededor de u$s42 millones de beneficiarios de SNAP se verían afectados por nuevas exigencias laborales.
Además, el plan contempla derogar el programa de alivio a la deuda estudiantil implementado por la administración de Joe Biden, que había cancelado hasta u$s20.000 por persona en préstamos federales. En conjunto, las medidas incluidas en el proyecto elevarían el déficit fiscal en unos u$s3,8 billones entre 2026 y 2034, según proyecciones de la CBO, debido a la caída de ingresos y al aumento de créditos fiscales reembolsables.
El debate en el Congreso promete ser intenso, ya que el proyecto combina una expansión de los beneficios para los sectores de mayores ingresos con recortes a los programas de asistencia que impactan de forma directa en los hogares más vulnerables.
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