9 de junio 2003 - 00:00

EEUU propone al país ser próximo socio comercial

Estados Unidos le propondrá a la Argentina un tratado de libre comercio como el que firmó el viernes Chile, un avance clave para la economía del país vecino. Es gesto más que compromiso efectivo, porque cualquier iniciativa de ese tipo (que debilitaría la posición de Brasil) debe pasar antes por el Mercosur. Pero lo hará igual Colin Powell, que llega mañana al país con gestos de amistad como ése y para ponerle fecha a una reunión Bush-Kirchner, que sería en la primera semana de setiembre. Una oferta similar escuchó de otros funcionarios de ese país el vicepresidente Daniel Scioli, que se entrevistó con los negociadores del ALCA (Tratado de Libre Comercio de las Américas). Estos insistieron en que la Argentina es el país que ahora Washington quiere atraer, pese a las señales terceristas de algunos funcionarios de Buenos Aires.

Clima familiar en el hotel de Santa Cruz, donde néstor Kirchner compartió un tradicional vermú con el gobernador provincial y otros funcionarios. Mañana, el Presidente recibirá a Powell.
Clima familiar en el hotel de Santa Cruz, donde néstor Kirchner compartió un tradicional vermú con el gobernador provincial y otros funcionarios. Mañana, el Presidente recibirá a Powell.
El gobierno de los Estados Unidos le ofrecerá al de la Argentina avanzar en la firma de un tratado de libre comercio como el que firmó con Chile el viernes pasado, inmediatamente después de que culminen las negociaciones en el mismo sentido con un grupo de países de América Central (Costa Central, El Salvador y Guatemala).

Ese punto figura como el primero de una minuta que traerá mañana al país el canciller de George Bush, Colin Powell, que estará una hora y media en la Argentina con el solo objeto de conversar en personal con Néstor Kirchner en la Casa de Gobierno. El otro asunto será ponerle fecha a la visita del santacruceño a Washington, una cita que se calcula puede ocurrir en la primera semana de setiembre.

La oferta a firmar un tratado de libre comercio la trae hoy al país también Daniel Scioli, que dedicó el fin de semana que pasó en Miami a escuchar propuestas en el mismo sentido de los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos que están organizando la cumbre ALCA (Tratado de Libre Comercio de las Américas) de noviembre próximo. En un encuentro que mantuvo con el embajador Charles «Chuck» Cobb, secretario del estado de Florida para el ALCA, el vicepresidente escuchó del interés de los Estados Unidos de que la Argentina sea el próximo país en firmar un acuerdo para liberar el comercio.

La respuesta de Scioli fue la misma que escuchará mañana Powell cuando visite a Kirchner en la Casa de Gobierno: la Argentina tiene un compromiso ya firmado con los países que integran el Mercosur (Brasil, Paraguay, Uruguay) para que cualquier tratado de libre comercio se negocie en grupo. Es la Disposición 32 firmada por los cuatro países en julio de 2001, cuando en la Argentina era presidente Fernando de la Rúa.

De esa Disposición 32 del Mercosur surge el lema «4+1» que obliga a los cuatro países a ir juntos al ALCA y que los inhibe de firmar acuerdos bilaterales de libre comercio como el ofrecido por Estados Unidos.

Pero
igual Washington hará la oferta, por varias razones. Una es formal y se trata de distinguir al gobierno de la Argentina con la invitación, aunque le respuesta sea conocida. El mensaje con que viene Powell es de amistad y oferta de colaboración, por más que el propio Kirchner desde Santa Cruz dijo que se limitaría en la reunión a escuchar qué viene a decirle Powell.

• Puente

Esta intención del enviado de Washington de tender un puente amistoso hacia Buenos Aires es una decisión de su gobierno que ya transmitió de manera oficiosa en las reuniones previas que mantuvieron durante el fin de semana, el embajador James Walsh con el secretario de Política Exterior de la Cancillería, Jorge Taiana (h), para preparar detalles de la visita de Powell.

De esas reuniones surgió la idea de suspender el encuentro que tenían prevista ayer en Santiago de Chile el visitante con el canciller
Rafael Bielsa. Por economía de tiempo, Powell lo invitó a Bielsa a subirse mañana al avión que transportará al secretario de Estado hacia Buenos Aires. En esa hora y media tendrán la primera charla a solas para dejar la expectativa concentrada en el encuentro con Kirchner de mañana.

La suspensión del encuentro de ayer en Santiago buscó cumplir con uno de los arreglos que hicieron
Walsh y Taiana (h): evitar declaraciones de prensa previas a la cumbre de Buenos Aires entre Powell y Kirchner de manera de hacer más eficaz la señal amistosa de Washington hacia Buenos Aires. De esto hablarán hoy Kirchner y Walsh en el despacho presidencial.

La oferta a un tratado de libre comercio es un mensaje en el nivel técnico del mensaje porque, más allá del debate sobre el ALCA, no está decidido si los países una vez que se haya aprobado ese sistema de integración podrán firmar pactos comerciales para productos o específicos que queden afuera del marco global.
Hoy la Argentina podría, sin quebrar la Disposición 32, sentarse a escuchar qué quiere acordar Estados Unidos con la Argentina por fuera del ALCA.

• Respuesta

Este tema estará presente en la reunión que el jueves mantendrán en Washington con Zoellick los argentinos Roberto Lavagna y Martín Redrado en cita a la que concurrirán representantes comerciales de Chile, México, Colombia, Brasil, Canadá y Costa Rica para decidir cuándo se firmará el ALCA, si alguna vez se firma.

El viaje lo harán los funcionarios argentinos respondiendo a un cuestionario que les envió
Zoellick sobre los puntos pendientes del tratado de libre comercio de las Américas. Uno de ellos es clave, el apoyo a la negociación Mercosur-EE.UU. (4+1). El otro es qué temas quedarán fuera del ALCA y podrán ser negociados por los países en tratados bilaterales como el que Estados Unidos le ofrece en estas horas a la Argentina.

La coincidencia en la oferta que escuchó de manera informal
Scioli en Miami y que trae Powell ante Kirchner se hace bajo el efecto de la firma el viernes en Miami del acuerdo con Chile, ocurrido horas antes de que el vicepresidente argentino se entrevistase con el embajador Cook y el empresario Jorge Arizurrieta, miembro organizador de la cumbre ALCA de noviembre.

Estos funcionarios del gobernador
Jeb Bush se entrevistaron con Scioli no sin reservas que debió franquear el funcionario argentino; el hermano del presidente accedió a que sus representantes fueran a una reunión con Scioli en el Biltmore Hotel una vez que escuchasen sus primeras declaraciones en defensa de la propiedad privada y la libertad de prensa. Algo redundante para quienes conocen a Scioli, pero necesarias tratándose de un funcionario del gobierno saludado con tanto entusiasmo por, entre otros, Fidel Castro y Hugo Chávez.

Ya la firma del tratado con Chile se había hecho bajo circunstancias especiales, ya que
Bush evitó encontrarse para esa firma con Ricardo Lagos, cuyo gobierno había votado contra la guerra en Irak en el Consejo de Seguridad de la ONU. Por eso la firma del tratado se hizo en Miami y no en Washington, y con la representación de la canciller SoledadAlvear y el representante de Comercio Roberto Zoellick.

Hay una segunda razón para que EE.UU. ofrezca formalmente esta asociación:

Que fuera en Miami que fuese festejada por
Jeb Bush y sus funcionarios porque esa ciudad compite con Panamá para convertirse en sede permanente del ALCA, algo a lo que adhirió rápidamente Scioli en la reunión que mantuvo con Cobb.

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