El grupo Pampa Holding confirmó ayer la adquisición de dos turbinas térmicas, que sumará a su plantel de generación. La información había trascendido la semana pasada, en ocasión de anunciarse la compra de la Central Piedrabuena. Las turbinas costarán en total alrededor de u$s 78 millones, pero su instalación, las obras civiles y la conexión al sistema requerirán inversiones adicionales que llevarán el total a cerca de u$s 160 millones. Una de ellas irá al norte (a Salta); respecto de la otra, Pampa sigue estudiando dónde instalarla, pero en el mercado se especula que sería en el sur del país (se mencionan las provincias de Chubut o Santa Cruz).
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El detalle de las turbinas que incorporará Pampa es el siguiente:
Una con capacidad de generar 98 Mw, adquirida a GE Packaged Power y General Electric Internacional (Sucursal argentina), por la que Pampa abonará u$s 36,1 millones. Esta máquina se destinará a la ampliación de la capacidad de la Central Térmica Güemes, en la provincia de Salta. Allí la inversión total trepará a los u$s 60 millones, y entraría en operaciones entre los meses de mayo y junio del año próximo, aún cuando el comunicado oficial hable de julio de 2008. Este adelantamiento tiene como causas la profunda crisis energética que atraviesa el país, pero también que la nueva turbina generará «Energía Plus» (el plan por el cual toda nueva central puede cobrar precios no congelados por la energía que vende).
La segunda le fue comprada a Alstom Switzerland Ltd; se trata de un turbogenerador «heavy duty» Alston modelo GT132E2, de 178 Mw de potencia; en este caso el costo de la máquina trepa a los u$s 42 millones; las obras adicionales llevarán la inversión total en este caso a los u$s 100 millones. Las previsiones de Pampa indican que estará funcionando no antes del tercer trimestre del año próximo. Es que primero habrá que determinar cuál será su destino geográfico.
La empresa que capitanea Marcelo Mindlin no informó dónde se instalará esta turbina, pero desde hace algunos días se especulaba que podría estar en la Central Piedra Buena -que le compraron al grupo local Albanesi la semana pasada-, porque en su predio de Ingeniero White (el puerto de Bahía Blanca) había espacio más que suficiente para dicha ampliación. Sin embargo, la que irá a Bahía Blanca sería una tercera máquina cuya compra se está gestionando.
Ahorro
En cambio, la turbina Alstom tendría como destino una ubicación mucho más al sur; la razón de instalarla en Chubut o en Santa Cruz ( además de todos los chistes políticos que puedan hacerse al respecto) es la cercanía con las fuentes de combustible, o sea los pozos petroleros. Desde ya, el ahorro en transporte del gas abaratará significativamente los costos de explotación de la próxima central.
En tanto, quedó para más adelante el proyecto de « cerrar el ciclo» (utilizar los gases de la combustión de una central térmica para mover una segunda turbina) en la Central Güemes: en la actualidad el mercado de esta tecnología tiene una espera de dos años y medio. Las urgencias energéticas del país, y las demandas políticas del gobierno, no permitirían aguardar al menos 30 meses para incorporar más electricidad.
La semana pasada, al quedarse con Piedra Buena, el grupo de Mindlin había pasado de tener 6% del total del parque de generación del país a 8%; cuando funcionen estas dos nuevas centrales pasarían a tener al menos un punto porcentual más.
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