"Para elegir presidente hay que volver al colegio electoral"
Los próximos 30 días serán decisivos en la carrera presidencial del gobernador salteño Juan Carlos Romero. El Frente Federal Solidario -en el que milita junto al resto de los caudillos de las provincias "chicas" del PJ-decidirá en ese lapso a quién o a quiénes apoyará en la interna. Entonces sabrá Romero cuántos están dispuestos a respaldarlo frente a los otros aspirantes del partido (Carlos Menem, Néstor Kirchner, Adolfo Rodríguez Saá, Ramón Puerta). El salteño señaló a este diario al menos dos diferencias con Menem que harían imposible una fórmula conformada entre ambos: no quiere la dolarización y en temas de seguridad no cree en una vuelta de las viejas atribuciones de la Policía. A Romero le preocupa profundamente la transparencia de la interna peronista pero asegura que jamás iría por afuera del partido. En favor de la limpieza de los comicios cree que lo mejor será separar las elecciones de cargos provinciales de las de nacionales. Aquí reproducimos la entrevista que concedió a este diario en la Capital Federal.
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Juan Carlos Romero: No es momento todavía. Primero tenemos que mantener el acuerdo entre nosotros de que apoyaremos un equilibrio de fuerzas en el país en el que el problema de cualquier provincia sea también el problema de toda la Argentina. Entonces apoyaremos la propuesta que contenga ese equilibrio. Pero en algún momento va a haber algún acuerdo para apoyar alguna propuesta. Obviamente que cada candidato desearía que sea la de uno. Los próximos 30 días serán usados para dialogar y armonizar la interna, hacer el juego previsible. El partido deberá armonizar la junta electoral que tiene que estar compuesta por representantes de todos los candidatos. Luego vendrán los naturales alineamientos que no necesariamente serán hacia el mismo candidato. Puede pasar que unas provincias dentro del Frente Federal apoyen a un candidato y otras a otro.
P.: ¿Le preocupa la transparencia de la interna de su partido?
J.C.R.: Absolutamente. Propuse que se forme una junta de acción política y esto lo hablamos con Duhalde y con Menem para que esa junta ayude a armonizar la interna. Se ha perdido ya un mes en esto. He propuesto también una reunión de candidatos con los cuales no tengo problema de hablar. Pero creo que esa acción previa conviene que la hagan los gobernadores que no están comprometidos como candidatos.
P.: ¿Si no se garantizan internas transparentes, se presentaría por afuera del partido?
J.C.R.: No, nunca lo pensé ni lo voy a hacer. Yo tengo una pertenencia ideológica con el justicialismo desde los años '70 y no me veo en otro partido.
P.: ¿El saqueo del domicilio del diputado José Figueroa en Santiago del Estero y la postergación de la visita de Menem a la provincia le parecen un termómetro de lo que puede pasar?
J.C.R.: Es un hecho que charlamos bastante con los gobernadores, inclusive con los santiagueños. Ellos expresan que el problema fue una interna local más que una voluntad de que la gente impidiera la presencia de los candidatos nacionales en la provincia. Si no, va a ser imposible hacer política en este país si nadie puede transitarlo y llevar sus ideas. Creo que así como le pedimos al gobierno nacional prescindencia de las internas también hay que pedirles a los dirigentes locales que no traten de traccionar votos para las internas provinciales utilizando los candidatos nacionales. Eso pasó siempre, que los dirigentes locales encuentran en la elección nacional una oportunidad para crecer en la provincia. Es importante que los dirigentes locales aseguren que todos los candidatos puedan llegar. Yo en mi provincia garantizo que todos los candidatos van a poder ir. Lo de Santiago, entonces, sería una señal mala que pudiera repetirse.
P.: ¿Por eso no adelantan los comicios provinciales en Salta?
J.C.R.: Exactamente, no hay que mezclar. En Salta, el consenso con los otros partidos es también no adelantar.
P.: ¿Cuál es el reclamo en relación con los comicios internos que le hicieron las provincias chicas a Duhalde?
J.C.R.: No pueden eximirse a los partidos políticos con lista única de la obligatoriedad de internas abiertas si no se evita que sus afiliados participen en la votación interna de otros partidos. Entonces deberían votar en las internas los afiliados propios y los no afiliados a ningún otro partido. Por otra parte, los partidos para participar de las elecciones deberían tener requisitos mínimos de adhesión y de distritos para no confundir a la gente. De los tres problemas hay que arreglar por lo menos dos.
P.: ¿Podría unirse con algún candidato de otras provincias como Rodríguez Saá o Menem?
J.C.R.: Lo que no queremos las provincias chicas es estar ausentes de la creación de una propuesta donde figuren las necesidades de las regiones más pobres del país. Ya se verá qué ocurrirá con los candidatos en un futuro. Por lo pronto es muy criticable el sistema electoral actual. Es un error el sistema de elección directa. Tendría que retornarse al sistema del colegio electoral ya que actualmente sólo se les da alternativa a los candidatos de las provincias grandes.
P.: ¿Cuál será su candidato a vicepresidente?
J.C.R.: Tampoco es el momento ahora. Yo creo que mi propuesta es de gobierno, de administración y ésa es mi experiencia. Mi deseo es conducir el país, administrarlo, gerenciarlo bien.
P.: ¿Qué propone en materia de seguridad?
J.C.R.: Primero, una mayor presencia preventiva, más profesionalismo, más medios, pero más control y agilidad judicial también.
P.: Desde el menemismo se habla de volver a la Policía con más atribuciones...
J.C.R.: No creo en eso. Sino en un mayor control judicial. Que la Policía haga lo que tenga que hacer para prevenir e investigar pero no tiene que poseer más facultades.
P.: ¿Qué política piensa aplicar con las provincias una vez que esté del otro lado del mostrador?
J.C.R.: Quiero que las provincias se encaminen en la dirección del esfuerzo que hicieron Santa Cruz, La Pampa, San Luis, Santiago del Estero y Salta que tienen sus cuentas equilibradas. Eso debiera ser lo deseable porque el país no tiene crédito y no podemos emitir papeles. El esfuerzo lo deben hacer sobre todo las provincias grandes que con mucho superan la mitad del déficit provincial. A las provincias hay que transferirles más recursos (en rigor, más posibilidades de recaudar), pero también más responsabilidades.
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