19 de marzo 2004 - 00:00

Preocupante: Argentina suspendió la venta de electricidad a Uruguay

El gobierno resolvió ayer suspender la exportación de electricidad a Uruguay y cortar parcialmente ese servicio a unas 30 grandes empresas que tienen contrato «interrumpible» -es decir, que pagan una tarifa tal que autoriza al proveedor de energía a cortar si falta suministro en el país-. La noticia impactó fuertemente en el país vecino porque es un freno para su economía. El ministro Julio De Vido dijo que se trata de «medidas de uso racional de la energía». Es por la escasez de gas que se prevé para el invierno. Se busca restringir el consumo eléctrico porque habría que generar energía con fueloil, lo que triplica los costos, y esto terminaría impactando sobre las tarifas o exigiendo fuertes subsidios estatales. Hace algunos días, industrias ya sufrieron corte de gas por tener servicio «interrumpible».

Julio De Vido
Julio De Vido
E sta semana, a los cortes de gas en industrias de algunaszonas del país y a generadoras eléctricas se sumó la interrupción parcial del suministro de luz a grandes usuarios y la suspensión de la exportación de electricidad a Uruguay (ver vinculada). Sin embargo, todavía no falta gas ni capacidad de transporte. Esas dificultades recién llegarán en el invierno. Esto significa que los faltantes obedecen por ahora, sobre todo, a una puja por los precios entre los productores, transportistas y distribuidores de gas, y las empresas que deben usar el insumo, además de la intención de preservar el producto para cuando llegue el frío.

En tanto, el gobierno mira la situación desde afuera, pero en este caso sería sólo una apariencia. Cammesa, la empresa mixta presidida por el secretario de Energía, Daniel Cameron, que maneja el despacho eléctrico, ordenó suspender desde la 0 hora de ayer la exportación a Uruguay, y cortar entre 10% y 15% el consumo a unos 30 grandes usuarios que tienen servicio interrumpible. Son aquellos que en su momento firmaron contratos con descuentos, ofreciendo, para cuando hiciera falta, parte de la energía contratada.

Según fuentes que accedieron al informe de Cammesa, ésta definió un panorama crítico para esta semana, y sobre todo para las próximas, porque falta agua en las centrales hidroeléctricas, la central nuclear de Embalse debe salir de servicio el lunes próximo para mantenimiento, y no hay gas para las centrales térmicas.

Sin embargo, los que conocen el sector energético afirman que no se trata de que hoy falta gas o haya problemas con los gasoductos. Lo que estaría ocurriendo es que las generadoras, al igual que las industrias, están pidiendo más gas del que consumieron el año anterior, y sobre lo contratado, sólo consiguen el fluido a 1,20 dólar por millón de btu, muy cerca del valor anterior a la devaluación, y casi tres veces más caro que el precio regulado (el que por ahora no tuvo el aumento anunciado en febrero).

• Falta de acuerdo

Esta situación no pasa inadvertida para el gobierno, pero el ministro de Planificación, Julio De Vido, atribuyó el corte de electricidad a «medidas de uso racional de la energía». En realidad, no podría negarse que algo de eso hay porque lo que implícitamente se está buscando es que baje la demanda para que la crisis no se haga insostenible en el invierno.

Por otra parte, en el caso eléctrico falta todavía un acuerdo entre el gobierno y las generadoras sobre un punto clave: quién afrontará el mayor costo de generar con gas más caro o con fueloil. Según las productoras de electricidad, el precio mayorista, aun con la suba de febrero pasado, no les alcanza para los mayores costos, y todavía no está resuelto cómo se asegurarán fueloil en los próximos meses porque falta resolver aspectos logísticos, como el almacenamiento del producto, ya sea que se vuelva a producir en el país o se siga importando.

Fuentes oficiales y empresarias estiman que el próximo invierno faltarán unos 14 millones de metros cúbicos de gas, lo que equivaldría a más de 12% de la demanda del año pasado. Esto significa que el faltante será mayor en realidad porque la industria está en expansión y necesita más gas, hay más consumo eléctrico y falta energía de origen hidráulico, sigue creciendo el consumo de GNC y hay también incremento de las exportaciones.

La falta del producto se acentuaría porque, además de que no se están incorporando reservas nuevas, los yacimientos siguieron trabajando «a full» en el verano. Esto significa que en muchos casos habrá menos presión que la necesaria para atender el consumo en los días pico del invierno.

• Variantes

Ante la falta de oferta suficiente, lo cual ya es inevitable, el gobierno sigue analizando distintas variantes, pero mientrastanto no pone resistencias a que suba el precio del gas a industrias con servicio interrumpible (más barato que el firme) y a las generadoras que tienen el mismo tipo de contrato. Es una forma de actuar sobre la demanda con precios altos, con cierta convicción de que la industria puede absorber los mayores costos porque tiene colchón de precios suficiente. El gobierno también anunció que importará gas de Bolivia - también a u$s 1,20-, estudia poner cierto límite a las exportaciones y no descarta todavía un impuesto transitorio al GNC, si el panorama se pone más sombrío. La prioridad oficial es que no falte luz o gas en los hogares, y que incluso pueda más o menos mantenerse la misma presión de los últimos años en residenciales. Todavía le falta una programación detallada y capacidad técnica para evitar que el gas se le escape de control, pero mientras tanto hay una política de no interferir que ya es de hecho una decisión.

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