9 de diciembre 2025 - 07:00

Verano 2026: el turismo local espera más ocupación, aunque advierte que el consumo seguirá estancado

Hasta el momento, según coinciden en el sector, esta temporada no será mala en términos de ocupación, pero tampoco positiva en términos de consumo.

En la provincia de Buenos Aires ven que aún no hay números cerrados de reservas para los primeros fines de semana del verano, aunque el comportamiento de los últimos meses permite proyectar una temporada con movimiento estable pero con consumo muy retraído.

En la provincia de Buenos Aires ven que aún no hay números cerrados de reservas para los primeros fines de semana del verano, aunque el comportamiento de los últimos meses permite proyectar una temporada con movimiento estable pero con consumo muy retraído.

A días del inicio formal de la temporada de verano, el sector turístico argentino empieza a perfilar expectativas para el trimestre alto. Aunque diciembre llega con señales más alentadoras que las de comienzos de año, el diagnóstico es coincidente: mejoraría el porcentaje de ocupación, pero el consumo permanecería en una meseta, sin repuntar.

Los datos del último fin de semana XXL por el Día de la Soberanía Nacional funcionaron como primer termómetro. De acuerdo con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), 1.694.000 turistas se desplazaron por el país, 21% más que en el mismo feriado de 2024. El clima templado y el formato extendido de cuatro días ayudaron a mejorar el movimiento. Sin embargo, los operadores llaman a la cautela: diciembre recién empieza y la foto final de la temporada todavía está lejos de definirse.

A esto se suma la particularidad del calendario: Navidad y Año Nuevo caerán un miércoles, lo que, según coinciden todos los consultados, desincentiva los viajes exclusivos para las fiestas y concentra la demanda en los fines de semana posteriores.

Para las agencias de viaje, la temporada “arranca bien”, pero todavía falta claridad

Andrés Deya, presidente de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT), señala que la actividad veraniega, tras el fin de semana largo de noviembre como anticipo, “arranca bien” en los destinos tradicionales, empujada por promociones y descuentos bancarios regionales.

El dirigente explica además que el turismo receptivo empezó a mejorar en noviembre luego del retroceso que había mostrado octubre, con una caída del 10%, lo que suma un factor positivo para ciudades consolidadas y destinos internacionales competitivos.

Pero advierte que el sector todavía espera definiciones de la segunda quincena de diciembre, cuando suelen consolidarse las reservas y los flujos de demanda.

Provincia de Buenos Aires: más movimiento, pero compras moderadas

En la provincia de Buenos Aires ven que aún no hay números cerrados de reservas para los primeros fines de semana del verano, aunque el comportamiento de los últimos meses permite proyectar una temporada con movimiento estable pero con consumo muy retraído.

Observan que las estadías se acortaron a un promedio de cuatro días, con turistas que definen su viaje a último momento según el clima, un patrón que se consolidó en la pospandemia. También señalan que diciembre suele quedar marcado por decisiones de último momento, más aún en un contexto de incertidumbre económica y con un Congreso que cambiará su dinámica legislativa a partir de mediados de mes.

En Mar del Plata, por ejemplo, el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos reporta un aumento de consultas y esperan una “buena temporada” porque, según su presidente, Guillermo Oscar Rossi, “las reservas se incrementan día a día” a partir del último fin de semana, que “abrió la temporada”.

NEA y Litoral: más ocupación, pero turistas que gastan menos

Leandro Lapiduz, coordinador de la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica Argentina (FEHGRA) para el NEA-Litoral, describe un clima de “expectativas de repunte”, aunque sin datos definitivos aún. Los municipios turísticos más relevantes ofrecen postales diversas:

En Colón, donde la última temporada promedió 48% de ocupación entre enero y febrero, estiman un incremento del 10% para este verano. No obstante, el dirigente local aclara que el destino suele recibir pocas reservas anticipadas porque el turista decide a último momento.

En Federación, otro punto fuerte de la región, proyectan también una mejora del 10%, aunque con una señal clara: el año pasado, pese al 60% de ocupación promedio, la gastronomía sufrió una caída del 15%, mostrando que el turista es hoy más “gaseoso”: viaja, pero consume menos afuera.

En Concordia, el sector se entusiasma con los vuelos comerciales que comenzaron a operar tras la apertura del Aeropuerto Comodoro Pierrestegui en septiembre. Los fines de semana largos tuvieron un rendimiento “bueno” en promedio, lo que genera expectativa. Pero el consumo sigue muy contenido: de momento, en la región un menú ejecutivo ronda los $18.000, suele incluir plato, bebida y postre, y es la opción preferida de lunes a viernes.

Durante los fines de semana, el trabajo llega al 60% de la capacidad, salvo en diversas propuestas económicas, como pizzerías donde cuatro personas pueden comer por $40.000 a $50.000.

El patrón de gasto se repite en casi todos los destinos: entradas y postres se comparten, y los vinos más elegidos se ubican entre $8.000 y $13.000.

FEHGRA nacional: “La ocupación mejora, el consumo no”

Rafael Miranda, directivo de FEHGRA, traza un balance similar. Según explica, tanto en hotelería como en gastronomía, la tendencia indica una temporada apenas mejor que la anterior, con ocupación en alza, pero consumo prácticamente estancado.

Sostiene que la gente “va a vacacionar un poquito más que el año pasado”, pero gasta menos por visita, lo que estira los niveles de actividad sin traccionar ingresos reales. En gastronomía, el número de cubiertos se sostiene, pero con tickets más bajos.

En la 238° Reunión de Consejo Directivo, realizada en la ciudad de Mendoza, FEHGRA comentó la situación las diferencias por regiones: Ushuaia está “a full”, con buen consumo gastronómico; la región noroeste -Salta, Santiago del Estero, Tucumán- muestra mayor rezago, aunque también tuvo un repunte fuerte tras meses muy débiles.

Otras provincias, como La Rioja, sostienen programas turísticos como el Previaje Riojano, que reintegra en Chachos el 50% del gasto en turismo dentro de la provincia. El programa en principio durará hasta el 27 de diciembre y luego el área turística del Gobierno evaluará si le dará continuidad al Previaje durante enero y febrero.

Miranda agrega que el nivel de turismo receptivo fue bajo durante buena parte del año y que el movimiento reciente estuvo asociado a factores puntuales, incluido el resultado electoral, que generó una breve ventana de mayor disposición a gastar. Pero aclara que “no es que la gente tenga más dinero, sino que cambió el clima de expectativas”.

También anticipa que la semana próxima FEHGRA tendrá los datos actualizados de noviembre, aunque el sector no espera un salto en reservas anticipadas porque la mayoría no está reservando enero o febrero con tiempo.

En Bariloche “hay una tormenta perfecta” y esperan un verano corto

El diagnóstico más crudo llega desde la Patagonia. Néstor Denoya, presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche, describe que la ciudad, históricamente uno de los destinos más fuertes del país, no tuvo ningún fin de semana largo “histórico” en todo el año. “Tuvimos movimiento y estábamos conformes, pero no hubo nada excepcional”, afirma.

El dirigente explica que el destino venía de una baja muy profunda y que hoy el nivel de actividad sigue siendo bajo. De cara al verano, la preocupación es generalizada: las primeras mediciones de diciembre muestran muy poco movimiento, aunque saben que la demanda aparece sobre la marcha.

Según detalla, el turista espera hasta último momento porque sabe que hay disponibilidad en todos los destinos, y busca aprovechar ofertas de plataformas o descuentos negociados directamente con los alojamientos. En ese marco, proyectan un verano corto, con menos consumo y menos noches de pernocte.

Denoya es contundente sobre los efectos de la política cambiaria: el tipo de cambio actual configura para Bariloche una “tormenta perfecta”. Siete de cada diez personas que buscan información en plataformas terminan viajando al exterior, dato que erosiona de manera directa el turismo interno.

“Nos quedamos peleando por los tres que quedan”, afirma y agrega que hace tiempo el destino no genera nuevos puestos de trabajo, con temporadas más cortas y gastos más bajos que en años anteriores.

Pese a ello, el sector trabaja con el ente de promoción y con esquemas tarifarios para sostener la competitividad. Sin embargo, Denoya evita sobreactuar optimismo: “No quiero pecar de expectativas altas porque después el golpe es más fuerte”, menciona en diálogo con Ámbito.

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