2 de enero 2019 - 00:04

Wall Street perdió 6% en 2018 (tampoco 2019 pinta bien)

EN LA ÚLTIMA SESIÓN EL AÑO PASADO SUBIÓ 1,15%. SIN EMBARGO, DICIEMBRE FUE EL PEOR DESDE 1931 - Los inversores ya dejaron atrás el año pasado, el peor desde la crisis financiera mundial de 2008. Se preparan ahora para enfrentar serios desafíos en un mercado plagado de crecientes riesgos.

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En la última sesión de 2018 Wall Street rebotó (+1,15%) dejando atrás el peor diciembre desde 1931 donde el Dow Jones acumuló una caída mensual del 8,7% (peor mes desde febrero de 2009). Así cerró 2018 con un retroceso del 5,6%, el peor año desde 2008. Por su parte, el S&P 500 perdió un 9,2% en diciembre y un 6,2% en el año, mientras el Nasdaq cayó un 9,5% y un 3,9% respectivamente.

De esta manera, 2018 pasará a la historia de Wall Street por ser el primer año bajista desde la crisis financiera de 2008. Algunos soslayaran que en septiembre y octubre los principales índices de la Bolsa de Nueva York alcanzaron máximos históricos, pero otros recordarán que desde esos récords acumuló un derrumbe del 20%.

Hay que tener presente que 2018 había arrancado con un fuerte impulso en enero por el efecto alcista que tuvo la reforma fiscal aprobada por la administración Trump a fines de 2017. Sin embargo, la corrección que se produjo en febrero, superior al 10% y caracterizada por un fuerte repunte de la volatilidad, fue una advertencia de que el año no iba a ser tan extraordinariamente alcista y tranquilo como 2017. A pesar de que el mercado mantuvo su marcha ascendente, de la mano del sector tecnológico, hasta marcar nuevos récords en septiembre y principios de octubre, empezaron a escucharse voces entre los bancos de inversión de Wall Street que la racha alcista no era sostenible y todo indicaba que una importante corrección estaba por delante.

Todo comenzó a principios de octubre. El mercado empezó a caer por declaraciones, poco afortunadas, del presidente de la Fed, Jerome Powell, durante un seminario económico. Fueron la excusa perfecta para que los principales jugadores del mercado comenzaran a vender acciones en forma agresiva. Si bien la Fed luego atemperó las declaraciones, el daño ya estaba hecho (“Las tasas de interés siguen siendo bajas para los estándares históricos, y se mantienen justo por debajo del amplio rango de estimaciones del nivel que sería neutral para la economía, es decir, que no aceleran ni ralentizan el crecimiento”, rectificó Powell a fines de noviembre). El titular de la Fed parece mostrarse autista frente a las presiones de Trump como de los banqueros de Wall Street ya que en su última conferencia de prensa tras la reunión de diciembre volvió a disgustar a los inversores al comentar que la reducción del balance del banco central seguía “en piloto automático”. Su mensaje de que las tasas no subirán tan rápido como en 2018 (la Fed elevó los intereses en cuatro ocasiones hasta el 2,25%-2,50%) tampoco impresionó al mercado. De modo que fue y seguirá siendo otro de los grandes temas de 2019 la posible y cada vez más cercana inversión de la curva de tasas en EE.UU. entre los bonos del Tesoro a 10 y 2 años. Cabe recordar que la rentabilidad del bono a 10 años terminó 2018 en el 2,73%, mientras que la del de 2 años lo hizo en el 2,53%. O sea, un diferencial de 20 puntos básicos que incluso se redujo hasta los 13 puntos básicos en diciembre. El miedo del mercado es que las últimas recesiones en EE.UU. han estado precedidas de una inversión de la curva de rentabilidad de estos bonos. Y pese a el propio Powell señaló que esta vez “será diferente” porque la dinámica de la inflación se suavizó en los últimos años, lo cierto es que EE.UU. va camino de superar en 2019 el ciclo de expansión económica más largo de su historia. Por eso, los inversores anticipan que, tarde o temprano, se producirá una recesión o una fuerte desaceleración económica en EE.UU. y, por extensión, a nivel mundial.

Otro de los grandes temas de 2018 fue la gran corrección de las tecnológicas americanas como Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google (FAANG). Estas acciones, que habían liderado el último tramo alcista de Wall Street, han visto en casi dos meses cómo se diluía su extraordinaria performance. Una corrección que si bien había sido anticipada por algunos expertos, dejó un sabor agridulce a los inversores: fue casi un “mini crash” para el Nasdaq que llegó a caer casi un 25% desde su récord del 3 de octubre pasado.

Con vistas a 2019 los expertos además ponen en el escenario de los inversores riesgos como el caótico proceso de salida del Reino Unido de la Unión Europea (“brexit”) y las negociaciones comerciales entre EE.UU. y China. Por todo esto es que reconocen que este año no pinta del todo bien. A pesar de que hay cierto consenso que descuenta que Donald Trump y Xi Jinping intentarán arribar a algún acuerdo sensato para el mundo, de todos modos la combinación de varios factores, como el endurecimiento monetario de la Fed, el fin del dinero barato (tasa de interés 0%), la madurez del ciclo económico en EE.UU. y del mercado alcista en Wall Street dan lugar a que las proyecciones de los analistas sean moderadas a bien cautas para este año. Vislumbran un 2019 complicado, que estará marcado por una gran volatilidad.

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