19 de agosto 2004 - 00:00

Atrapa un policial de esos que ya nadie hace

Tom Cruise y Jamie Foxx, el asesino a sueldo y el taxista increíblemente unidos por la trama de Colateral, sólido thriller del mejor Michael Mann.
Tom Cruise y Jamie Foxx, el asesino a sueldo y el taxista increíblemente unidos por la trama de "Colateral", sólido thriller del mejor Michael Mann.
«Colateral: tiempo y lugar equivocados» (Collateral, EE.UU., 2004. habl. en inglés). Dir.: M. Mann. Int.: T. Cruise, J. Foxx, J. Pinkett Smith, J. Bardem.

Un asesino profesional tiene que liquidar a una persona de acuerdo a un cronograma preciso que no le da mucho tiempo. La persona está en una discoteca atestada de gente. El FBI y la policía acaban de conocer el riesgo que corre el sujeto, y se están movilizando dentro de la disco. Para colmo, varios asesinos de la mafia también están listos para liquidar a la víctima y al asesino a sueldo ante la más minima señal fuera de lo común, lo que ya es un hecho debido a la presencia policial.

A su favor, el asesino tiene una sola carta: ni la ley ni los mafiosos conocen su aspecto físico (un Tom Cruise canoso, bien vestido y sumamente inexpresivo), y en cambio esperan el ataque de un afroamericano no demasiado sofisticado (Jamie Foxx, el angustiado taxista metido en una noche de pesadilla por culpa de su pasajero Cruise). Esta secuencia imposible tiene lugar bien promediada «Colateral», un thriller de esos que ya no se hacen.

Michael Mann
es uno de los pocos directores capaces de llevar adelante una puesta en escena tan compleja como ésta dejando atónito al espectador, sorprendido hasta el último plano, sabiendo que no lo han engañado ni atentado contra la verosimilitud de las imágenes en ningún momento, pero sintiendo que esa resolución tan perfecta es imposible, que, sí o sí, debe haber algún error de montaje o puesta en escena o una trampa narrativa.

Si bien esa secuencia merece uno de esos decoupages dignos de los académicos franceses, y de hecho merece analizarse como pieza máxima del montaje en el cine moderno, casi se puede apostar que no hay trampa alguna; sólo la pericia de un gran director con todos los medios a su disposición, ofreciéndole al espectador un ejercicio de estilo casi impensable en el Hollywood actual. La citada secuencia es una obra maestra de esas que hacen que una película pueda ser vista una y otra vez.

Y nadie puede culpar a Mann si toda la película no tiene ese mismo nivel. Luego de dos megaproducciones tan anti-establishment como «El Informante» y «Alí», es lógico este regreso al policial más convencional con más foco en el suspenso que en la descripción de personajes marginales y ambientes de cine negro de su soberbia «Fuego contra Fuego».

«Colateral»
es un thriller con un par de cosas que decir, pero que apenas se susurran en medio de un clima de tensión de esos que ya casi nadie sabe hacer. La premisa de un asesino a sueldo que toma un taxi, y obliga a un taxista a acompañarlo en una noche donde cinco testigos de un juicio tienen que ser eliminados es el tipo de material que no cualquier cineasta puede manejar equilibradamente, es decir sin convertirlo en un videogame hueco o una metáfora con un mensaje que tarde o temprano se hará evidente.

• Debilidad

El prólogo y el final son los puntos débiles de esta jugada super talentosa de Mann. Con una elección menos obvia que Jada Pinkett Smith para la pasajera que antecede a Cruise, la película estaría cerca de la perfección. En todo caso, hay imágenes, tempos narrativos, resoluciones increíbles y un par de actuaciones memorables (Cruise aprendió mucho como samurai, y este personaje es una consecuencia lógica de ese aprendizaje) como para recomendarle sin titubear a cualquier fan del género que se suba a este viaje diabólico por autopistas, calles y callejones de la ciudad de Los Angeles.

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