“Recursos inhumanos” (“Derapages”) es la serie francesa de Netflix con una referencia ineludible al film de Laurent Cantet “Recursos humanos” (1999), donde se planteaba el enfrentamiento entre un joven formado como dirigente y su padre, obrero durante 30 años en la empresa en la que el joven ingresa en calidad de pasante; y “El empleo del tiempo” (2001), del mismo director, que profundizaba en el sentir vergonzante del protagonista por estar fuera del sistema laboral y su imposibilidad de admitirlo frente a los otros, lo que lo precipitaba a deambular haciendo de cuenta que trabajaba.
El desempleo, base de buena miniserie en Netflix
En seis episodios, esta nueva serie despliega la historia de Alain Delambre (encarnado por Eric Cantona, exfutbolista del Manchester United), quien a sus 57 años y tras seis de estar desempleado, al borde la quiebra económica y desestabilizado emocionalmente, recibe una oferta laboral controvertida a la que, imbuido en la desesperación, no puede rechazar.
-
De las mejores películas de Madison Bailey: dura 92 minutos e hizo temblar del miedo a miles de usuarios en Netflix
-
La película que enciende a todo Netflix de la mano de Angelina Jolie

Recursos inhumanos. Eric Cantona, protagonista de la miniserie.
En seis episodios, esta nueva serie despliega la historia de Alain Delambre (encarnado por Eric Cantona, exfutbolista del Manchester United), quien a sus 57 años y tras seis de estar desempleado, al borde la quiebra económica y desestabilizado emocionalmente, recibe una oferta laboral controvertida a la que, imbuido en la desesperación, no puede rechazar.
Si bien el tema se emparenta con los films antes mencionados, e inclusive la estremecedora “I, Daniel Blake”, de Ken Loach, que abordó la cuestión de la precarización laboral y la burocracia, la serie tiene el sello Netflix desde la factura técnica, con espectaculares tomas aéreas de La Defense en París, donde está radicada la multinacional que le ofrece trabajo al protagonista. Basada en el libro homónimo del escritor francés Pierre Lemaitre, también guionista, no faltan fuertes escenas en la cárcel, puja y negociación por la supervivencia y el juicio definitivo, con su hija menor como abogada. El protagonista está bien enmarcado en sus vínculos familiares, que al comienzo se encuentran desgastados y conforme avanza la trama se van descomponiendo y agrietando más, como consecuencia de sus decisiones accidentadas y hasta trágicas. Tanto el personaje central como quienes lo rodean (su esposa, sus hijas, su yerno, su amigo y socio) están bien construidos y mejor dialogados.
Sólo dos objeciones: la serie se apoya en el relato del protagonista desde la cárcel, lo que parece innecesario al subrayar explicaciones que podrían hacerse (y por lo visto no se supo cómo) desde lo dramático. Segundo, cerca del final subyace una urgencia por dar respuesta a absolutamente todo (el destino del director de la multinacional, la esposa del protagonista, su hija abogada) y el atajo elegido resulta demasiado brutal y, en el caso de su mujer, bastante desamorado.
Dejá tu comentario