12 de agosto 2003 - 00:00

Virtuoso Alberto Rojo con folklore genuino

Presentación de «Para mi sombra». Actuación de Alberto Rojo (voz, guitarra). Con Martín González (percusión). (Uno y Medio; 8 y 9 de agosto.) lberto Rojo es un p erso-Anaje extraño. Nació en Tucumán, estudió física en Bariloche, se radicó hace 13 años en Michigan, Estados Unidos, y allí desarrolló una importante tarea docente e investigativa. Sin embargo, la música jamás dejó de estar presente en su vida.

Heredero en partes iguales del Cuchi Leguizamón y de Chabuca Granda, se animó a poner sus temas y sus interpretaciones de temas clásicos en un disco que se editó el año pasado, que le produjo Pedro Aznar y que tiene a Charly García como invitado especial. Y ahora viaja seguido a nuestro país para presentarlo, para hacerse conocer ante el público argentino, para no perder contacto con sus raíces estéticas. Con una alta formación guitarrística y musical, Rojo tiene en la composición y en la interpretación de su instrumento los puntos más destacados. Le gusta trabajar sobre la base de géneros como la zamba, la chacarera o el vals peruano, aunque se abre sin prejuicios hacia otros. En su repertorio aparecen entonces piezas conocidas como la «Zamba de Argamonte» -una joyita de Leguizamón y Castilla-, la «Vidala para mi sombra» de Julio Espinosa, «Desarma y sangra» de García, «Ese arar en el mar» de Granda, o «Flor de lino» en versión vals peruano.

Pero también muchas composiciones propias, en formato de canción, como «Zamba del agua», «Qué bonito», « Chacarera del fuego» y «
Buscando otro cielo», o sólo instrumentales como «Filo Hua Hum», «Payaso alegre» y «Apuntes de Tilcara», en las que queda perfectamente expresado todo su virtuosismo con la guitarra.

Para estas presentaciones contó con el apoyo de la percusión del talentoso Martín González, y sus recitales tuvieron un final atrevido y muy logrado: una personal versión de «She», la excelente balada de Charles Aznavour.

R.S.

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