Los fondos de renta variable global registraron salidas netas por u$s9.400 millones en la última semana. Así, la dinámica interrumpió una racha positiva de seis semanas al hilo. El giro abrupto en el comportamiento de los inversores se da en un contexto de creciente preocupación por la sostenibilidad fiscal de Estados Unidos (EEUU) y el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, desatado tras la reciente rebaja en la calificación soberana del país por parte de Moody’s.
Fuga de capitales en EEUU: fondos de acciones enfrentan la mayor salida en seis semanas tras rebaja de Moody's
La degradación crediticia por parte de la calificadora de riesgo, el repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro y la incertidumbre fiscal estadounidense reconfiguran el mapa de flujos globales de inversión.
-
Las acciones del S&P Merval treparon hasta 4,6%, pero con bajo nivel de operaciones por el feriado en EEUU
-
Acciones argentinas: en qué invertir en el camino hacia mercado emergente

Inversores globales retiran miles de millones de fondos de renta variable ante la incertidumbre fiscal en EEUU.
El golpe más significativo se concentró en los fondos de renta variable estadounidense, que sufrieron rescates por u$s11.000 millones, seguidos por los fondos asiáticos, que perdieron u$s4.600 millones. En contraposición, los fondos europeos de renta variable captaron u$s5.400 millones en entradas netas, en una señal de rotación geográfica en la asignación de activos.
Los datos se desprenden de un análisis de LSEG Lipper: una unidad de análisis de datos financieros que forma parte de London Stock Exchange Group (LSEG), uno de los principales proveedores globales de infraestructura de mercados financieros.
Sucede que los inversores se tornan cada vez más cautelosos a la hora de volver a apostar por el mercado de acciones estadounidense tras la turbulencia de abril, en particular ante la preocupación por la política fiscal. Esto llevó al rendimiento de los bonos a 30 años a dispararse hasta niveles no vistos desde 2007, a lo que se sumó una débil colocación de deuda a 20 años y la aprobación de un nuevo paquete fiscal en la Cámara de Representantes.
El flujo de capitales
En contraste con las acciones, los bonos se posicionaron como destino preferido para el capital global: los fondos de renta fija captaron u$s21.600 millones. Los fondos de bonos europeos lideraron las entradas con u$s11.000 millones, seguidos por u$s7.600 millones en fondos de bonos estadounidenses y u$s1.800 millones en productos asiáticos. Por categoría, los fondos de bonos del gobierno de EEUU recibieron u$s2.800 millones, mientras que los fondos corporativos de alto rendimiento y grado de inversión también mostraron entradas sólidas.
Al respecto, Gustavo Neffa, socio de Research for Traders, explica en declaraciones a Ámbito que, en efecto, la semana pasada fue una semana de retrocesos para los mercados, marcada por el regreso de la verborragia de Trump. "Primero, con sus embates a Apple, un caso emblemático porque la firma de la manzanita es un ejemplo líder ("leading case") para incentivar que la producción de sus iPhones se realice en EEUU". Y es que tal como explica el estratega, este producto icónico genera preocupación en muchas empresas, que ven en ese caso un antecedente que podría afectar a otras compañías en las próximas semanas o meses dentro de la guerra comercial que Trump volvió a reflotar.
Sin embargo, cabe recordar que Trump extendió este domingo hasta el 9 de julio la vigencia de los aranceles impuestos a Europa para extender las negociaciones. "Curiosamente, la propia Europa se acercó a EEUU para solicitar esta prórroga y avanzar hacia un mejor acuerdo, lo cual muestra voluntad de ambas partes para encontrar una solución. Por eso, Neffa descarta que finalmente se mantengan los aranceles del 50%.
El experto destaca que los futuros, que avanzan entre un 1% y 1,5%, junto con el Bitcoin, que roza los u$s110 mil, son señales alentadoras en una jornada marcada por el cierre de la bolsa norteamericana debido al feriado del Memorial Day, lo que refleja una atmósfera de relativa calma en el mercado.
Los datos poco alentadores
Al ser consultado por cómo seguirá la dinámica, Neffa se mostró poco entusiasmado, aunque con algo de "tranquilidad en el fondo". Explica que "el desempeño del mercado se mantiene altamente sensible a los datos económicos, que hasta ahora ostentan algunos resultados favorables como el PMI compuesto del S&P, un indicador adelantado del ciclo económico, que alcanzó los 52 puntos, por arriba la expectativa de 50, lo que representa una señal alentadora.
Asimismo, menciona que las ganancias corporativas no reflejan un impacto negativo, ya que las empresas reportaron una sólida temporada de resultados en el primer trimestre. Sin embargo, para Neffa "es importante destacar que muchas compañías han optado por retirar o reducir sus previsiones futuras ("guidance"), lo que genera cierta incertidumbre respecto al panorama próximo".
La volatilidad a la orden del día
Neffa estima que después de las fuertes subas en la segunda parte de abril y mayo, el mercado debería tender "a lateralizar". El especialista en mercados internacionales no proyecta "un retroceso tan fuerte como para volver a mínimos cercanos a los 4.800 puntos, pero tampoco será sencillo superar la resistencia en la zona de los 5.900 puntos y empujar hacia los 6.100 en el S&P 500". Por eso, lo que estima son varias semanas de "lateralización en esos niveles", que en criollo significa que las acciones se mantienen estables dentro de un rango determinado, sin hacer movimientos claros ni sostenidos, ni hacia arriba (alcista) ni hacia abajo (bajista).
Así, aunque la semana pasada terminó mal, esta semana luce un poco mejor, según Neffa, que plantea que las principales dudas de los inversores se mantienen centradas en lo que sucede con EEEUU, en particular por su nivel de deuda, apalancamiento, tasas de interés y el deterioro macroeconómico, que llevó a Moody’s a rebajar la calificación crediticia.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, coincide con Neffa y desliza en declaraciones a este medio que, la dinámica de los mercados internacionales viene dada en las últimas semanas por un alto grado de volatilidad, que obedece a distintos factores, aunque remarca dos de ellos como los más relevantes:
- Tensión comercial internacional: la tensión comercial no se disipa y, pese a haberse dado hace pocos días una tregua entre EEUU y China, la tensión general sigue latente. Esto se manifiesta en anuncios y postergaciones de aranceles, como los que EEUU ha aplicado hacia Europa.
- Cuestión fiscal en EEUU: un punto clave es la cuestión fiscal en EEUU. El proyecto de paquete fiscal de Trump, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, implicaría un incremento notable del déficit fiscal no solo en 2025, sino también a mediano y largo plazo.
Franco señala que estos factores generaron una presión al alza sobre bonos del Tesoro de EEUU e inundó de más volatilidad el mercado. Además, señala un punto importante que los inversores deberán seguir de cerca en los próximos días: "dudas fiscales en Japón que también impulsaron las tasas de esos bonos".
El analista recuerda-al pensar en una estrategia en renta variable- que es la inversión en activos financieros más volátil, y que esto deberá siempre contemplarse. "En el contexto actual, creemos que hay que ser bien selectivo y ponderar estos riesgos mencionados. La selección implica elegir posiciones en empresas sólidas con fundamentos fuertes. Así, vemos valor en tecnología de EEUU, pero también en energía, ante la desregulación a la que apunta el gobierno".
Los mercados emergentes seducen los capitales globales
LSEG Lipper indica que los mercados emergentes se consolidaron (la semana pasada) como uno de los pocos focos positivos de ese periodo. Los fondos de bonos emergentes encadenaron su cuarta semana consecutiva de ingresos, con u$s403 millones, mientras que los fondos de renta variable emergente sufrieron salidas leves. No obstante, en lo que va del año, estos últimos acumulan entradas netas por u$s10.600 millones, un 43% más que en el mismo período de 2024.
Al respecto, Franco desliza para sumar a cartera: "En el segmento de emergentes, vemos con buenos ojos Brasil y alguna apuesta por China".
Y es que la abrupta redistribución del capital global evidencia un cambio de percepción sobre los activos estadounidenses, en un momento en que las tensiones fiscales, la volatilidad de los bonos y la desconfianza sobre el rumbo económico empiezan a pesar sobre el atractivo relativo de Wall Street.
Dejá tu comentario