29 de marzo 2011 - 23:24

Conmoción por dos crímenes en intentos de robo de automóviles

Un bombero de la Policía Federal y un remisero fueron asesinados a balazos por delincuentes que pretendieron robarles en dos hechos registrados en el barrio porteño de Villa Devoto y en la localidad bonaerense de Béccar.

El primer hecho ocurrió cuando el sargento de la superintendencia de Bomberos, Manuel Aguirre (54) se trasladaba a bordo de su auto Volkswagen Gol Trend por el barrio de Villa Devoto y se dirigía a su casa del partido de San Fernando.

Unos metros antes de llegar al cruce de Lope de Vega y Nazarre, cuando Aguirre aminoró la marcha de su auto aparentemente porque el semáforo de esa esquina se puso en rojo, fue abordado por al menos tres delincuentes que quisieron robarle el auto.

Los pesquisas creen que al menos un delincuente armado se ubicó del lado de la ventanilla del conductor, mientras que otro lo hizo del lado del acompañante, y lo amenazaron para robarle sin saber que se trataba de un efectivo de la Policía Federal.

Según la principal hipótesis policial, Aguirre, al verse rodeado, se resistió al robo con su pistola 9 milímetros reglamentaria, momento en que los delincuentes comenzaron a dispararle.

En medio del tiroteo, el bombero recibió un disparo en el rostro y el cuello que le lesionó la yugular, a raíz de lo cual quedó gravemente herido y ni bien alcanzó a abrir la puerta del auto, cayó muerto al suelo, junto al rodado.

Por otra parte, el segundo hecho ocurrió cuando un remisero fue asesinado de un balazo en el pecho en la esquina de Ada Elflein y Clemente Onelli, próximo a la villa La Cava de Béccar, partido de San Isidro, y la víctima fue identificada como Pedro Eleuterio Miño (57), un remisero que manejaba su Renault 19.

El jefe departamental San Isidro, comisario mayor Jorge Omar Nasrala, aseguró que "todo indica que se trató de un homicidio en ocasión de robo" y que el autor del hecho no llegó a llevarse nada porque dentro del auto se produjo un forcejeo y el disparo.

Según explicó Nasrala, todo comenzó cuando desde el Hospital de Boulogne una persona llamó a la remisería "Panamerican", ubicada en Rolón y avenida Márquez, y solicitó un auto con destino a la Cava.

Las cámaras del Municipio de San Isidro son un elemento clave en la investigación, ya que en las imágenes grabadas en el Hospital de Boulogne se ve a un solo hombre abordando el auto de Miño.

En ese sentido, el fiscal de San Isidro Patricio Ferrari y la policía buscaban a un sospechoso que quedó filmado por las cámaras del municipio cuando subió al remís de la víctima. Miño murió de un solo disparo calibre 22 o 32 disparado a corta distancia, que le ingresó en el pecho, entre la clavícula y la tetilla del lado izquierdo, según detallaron las fuentes.

El comisario sostuvo que hubo un forcejeo entre la víctima y el asesino porque Miño "estaba como tirado hacia atrás, entre los dos asientos, posiblemente, haya habido una resistencia y una pelea que desencadenó en un disparo y que el autor se fue del lugar".

Un indicador de que ocurrió esto es que la llave del auto fue encontrada partida. Además, Nasrala señaló que en poder de la víctima "estaban casi todos los elementos que tenía. Había algo de dinero y estamos chequeado si podría haber más dinero".

Respecto a los dichos de una vecina que dijo que Miño estaba amenazado, Nasrala comentó: "No tenemos indicios que nos permitan suponer que hubo una emboscada, ni ajuste de cuentas, ni nada por el estilo".

En tanto, los vecinos de Beccar reclamaban a las autoridades que vuelvan a colocar una garita de Gendarmería Nacional que había en esa zona y que fue retirada y reemplazada por una cámara de seguridad.

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