9 de enero 2014 - 16:23

Crimen de Priscila: al final la madre y el padrastro se negaron a declarar

A la niña la mataron a golpes y luego quemaron su cadáver
A la niña la mataron a golpes y luego quemaron su cadáver
La madre y el padrastro de la pequeña Priscila de 7 años, asesinada a golpes y cuyo cuerpo fue incinerado en una parrilla, se negaron a declarar esta tarde ante la fiscal de la causa por recomendación de sus abogados defensores.

Ni Silvia Beatriz Lafuente, de 34 años, madre de la pequeña, ni Pablo Verón Visconti, de 30, aceptaron declarar ante la fiscal a cargo del caso, Silvia Borrone, siguiendo una directiva de sus defensores, pese a que ellos mismos habían solicitado la indagatoria.

La fiscal además decidió acusar por el mismo delito, "homicidio agravado por el vínculo", a ambos, aunque en principio esa acusación era sólo para la madre de la víctima.

Borrone estima que Verón Visconti también pudo haber golpeado a la niña, aunque lo que sí estaba en condiciones de evitar era la golpiza por parte de su pareja a la menor.

El fiscal instructor, Carlos Riera, también le imputó a Verón Visconti el delito de "homicidio agravado por el vínculo", pese a que en un primer momento lo había acusado de "encubrimiento agravado", que tiene una pena de 1 a 6 años.

Tanto Lafuente como Verón Bisconti fueron derivados a la fiscalía descentralizada de Berazategui, pero no obstante se negaron a declarar por recomendación del defensor oficial.

Priscila, de 7 años, fue asesinada a golpes por su madre, quien junto a su pareja luego quemó el cuerpo sobre una parrilla, pero como no pudo ser consumido por el fuego, lo trasladaron en un cochecito hasta el arroyo "Las Conchillas", a pocos metros de la casa en que vivían.

Para llevar el cuerpo de la menor, que estaba envuelto en una bolsa, la pareja fue acompañada por dos de los hijos de la mujer, Edgardo (15) y Simón (12), quienes también serán citados por la Justicia para que den su versión de lo sucedido en la casa.
La autopsia policial determinó que Priscila fue asesinada a golpes y arrojada al fuego para intentar destruir las pruebas.

"La nena siempre estuvo conmigo y con mi pareja. Con la madre nunca tuvo un contacto", dijo el padre de Priscila, Gabriel Leguiza, al hablar con la prensa.

Incluso el hombre indicó que para la menor "la madre era mi pareja, que la crió", ya que Priscila vivió con ellos en Lanús desde que tenía un año y siete meses, hasta que hace dos meses Beatriz Lafuente fue a buscarla y se la llevó sin decir adonde.

A su vez, con lágrimas en los ojos, María Juana Picazo, madrastra de la nena, indicó que ella era "la mamá del corazón" y se lamentó por lo que sucedió con la niña, pero más por no haber podido evitar la tragedia.

"Lamentablemente le pido perdón a mi hija (por Priscila) porque la justicia a mí me ató las manos y no pude hacer nada, para evitar que esto no pase", afirmó.

Luego criticó con dureza a Beatriz Lafuente al señalar: "no entiendo cómo una mujer que le dio la vida se la quite. No tiene corazón ni nada, y él (por Verón Visconti) que como dicen era bombero y se dedicaba a salvar vidas, por qué le hizo esto a la nena".

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