La fobia escolar es un problema que afecta a muchos niños y adolescentes en silencio. Más allá de un simple rechazo a la escuela, se trata de un miedo intenso y persistente que puede manifestarse en síntomas físicos, emocionales y conductuales. Reconocer sus señales y actuar con rapidez es fundamental para prevenir consecuencias mayores.
Fobia escolar: qué es, y cómo detectarla, según especialistas
La fobia escolar puede generar angustia y ausentismo en niños y adolescentes. Detectarla a tiempo es clave para evitar que afecte su desarrollo.
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La fobia escolar puede generar síntomas físicos y emocionales en niños y adolescentes.
Qué es la fobia escolar
Se trata de un trastorno de ansiedad caracterizado por el temor extremo a asistir a la escuela. Los chicos que la padecen pueden experimentar desde angustia y pánico hasta crisis de llanto, dolor físico o malestar intenso cuando llega la hora de ir a clases. Esto repercute no solo en su rendimiento académico, sino también en su bienestar emocional y social.
Posibles causas
Las razones detrás de la fobia escolar son múltiples y varían según cada caso:
- Ansiedad social: miedo a ser juzgado o rechazado por los compañeros.
- Problemas familiares: conflictos, cambios drásticos en el hogar o inestabilidad.
- Dificultades académicas: bajo rendimiento, presión por las calificaciones o trastornos de aprendizaje.
- Bullying: uno de los factores más frecuentes y dañinos.
Cómo identificarla
La fobia escolar suele hacerse evidente con síntomas físicos como dolor de cabeza, náuseas, vómitos o malestar abdominal, acompañados de irritabilidad y negativa constante a asistir a clase. A diferencia de una enfermedad física, estos síntomas tienden a mejorar cuando el niño se queda en casa o durante vacaciones y fines de semana.
Diagnóstico y criterios
El diagnóstico se basa en la presencia de tres elementos centrales: dificultad grave para asistir de manera continua a la escuela, temor excesivo acompañado de síntomas emocionales y ausencia de conductas problemáticas como el desinterés o la rebeldía.
Tratamiento y acompañamiento
Abordar esta fobia requiere un enfoque integral. Es clave brindar información a las familias, trabajar con técnicas de modificación de conducta, implementar psicoterapia individual y, en algunos casos, acompañar con medicación en fases iniciales para disminuir la ansiedad.
En este punto, NeuroSumma, centro especializado en neurorrehabilitación infantil, destaca que la detección temprana y el acompañamiento profesional son esenciales: “La fobia escolar se puede superar con el apoyo adecuado de la familia y los profesionales de la salud mental”.
La fobia escolar no debe confundirse con la simple resistencia a ir a clases. Es un trastorno real que afecta la vida cotidiana de los chicos y de sus familias, pero con el acompañamiento indicado es posible revertir la situación y garantizar que los niños recuperen su confianza para disfrutar de una educación plena.
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