9 de agosto 2020 - 17:54

Bielorrusia: Lukashenko ganó su sexta elección consecutiva y estallan protestas por presunto fraude

El presidente obtuvo cerca del 80% de los votos según sondeos de boca de urna. En la capital, Minsk, miles de personas se enfrentan con la Policía contra los resultados electorales.

Alexander Lukashenko

Alexander Lukashenko

Reuters

El presidente de Bielorrusia, Alexandre Lukashenko, en el poder desde 1994, se encaminaba este domingo a la victoria -según un sondeo oficial- de unas elecciones en las que enfrentó el desafío de una joven que logró movilizar multitudes en la campaña.

Lukashenko obtuvo 79,7% de votos en las presidenciales de este domingo, de acuerdo con una encuesta a la salida de urnas, que da a la opositora Svetlana Tijanóvskaya un 6,8% de los votos.

Aunque la mayoría de las mesas electorales cerraron a las 20H00 (17H00 GMT), algunas fueron autorizadas a seguir abiertas debido a la afluencia de electores. La participación fue del 79%, según cifras de 15H00 GMT.

El ambiente en la capital Minsk era tenso, con la policía y las fuerzas especiales en las calles. Los resultados se conocerán en la noche del domingo o en la mañana del lunes.

NEW - Unbelievable video of the situation unfolding in Minsk, Belarus now..mp4

Las protestas en Minsk, Bielorrusia.

"Nadie autorizará una pérdida del control", no hay motivo para el "caos", aseguró Lukashenko este domingo.

En los últimos días, su gobierno redobló esfuerzos para frenar el avance de Tijanóvskaya, deteniendo el sábado a la jefa de su campaña, Maria Moroz, y denunciando desde finales de julio un complot de opositores y mercenarios rusos para destruir al país.

Muchos electores concurrieron a votar con un brazalete de color blanco como símbolo de reconocimiento, como lo pidió la candidata opositora, una profesora de inglés de 37 años.

"Necesitamos sangre fresca, ideas nuevas", aseguró a la AFP una emprendedora de 26 años, que no quiso dar su nombre. "26 años son muchos", lamentaba sobre el largo gobierno de Lukashenko.

En estos comicios se abrió la posibilidad a un voto anticipado, un mecanismo denunciado por la oposición que teme un posible fraude y que contempla manifestaciones.

"Quiero realmente una elección honesta", dijo Tijanóvskaya a los periodistas tras depositar su voto en Minsk, ante el temor anunciado en los últimos días de que habrá "fraudes descarados".

El acceso a internet también sufrió importantes restricciones, lo que dificultó el uso de algunas redes sociales y la consulta de páginas web afines a la oposición y de la comisión electoral.

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Artiom, un programador informático de 33 años, dijo a la AFP que había constatado posibles fraudes. "En mi colegio había una participación de cerca del 100% (...), no sé cómo es posible", advertía.

En una entrevista del viernes con la AFP, celebró el "despertar" de los bielorrusos, tras tantos años de régimen de Lukashenko, a menudo calificado como el último dictador de Europa.

Pero también aseguró que no se hacía ilusiones en cuanto al resultado pues se perpetraron "fraudes descarados" durante la votación anticipada del martes al sábado. Y aún más con el número de observadores independientes reducidos al mínimo.

Ante estas "preocupantes informaciones", Francia, Alemania y Polonia exhortaron a unos comicios "libres y justos".

Antes del auge de Tijanóvskaya, Lukashenko, un exdirector de svjós (granjas soviéticas) de 65 años, eliminó a sus principales adversarios en primavera y principios de verano: dos de ellos fueron encarcelados, un tercero se exilió.

Otros tres candidatos están en liza, pero ninguno logró movilizar apoyos.

Tijanóvskaya se presentó a esta elección como una "mujer corriente, una madre y una esposa", que remplazó a su marido, Serguéi Tijanovski, un bloguero detenido en mayo cuando hacía campaña.

Calificada de "pobre chica" por Lukashenko, supo movilizar en un país que carecía de una oposición unida y estructurada.

La votación del domingo se desarrolló igualmente en un ambiente de desconfianza sin precedentes hacia Moscú, del que Lukashenko es a la vez un aliado cercano e imprevisible.

Según Lukashenko, los "titiriteros" del Kremlin tienen la intención de convertir Bielorrusia en un país vasallo.

A finales de julio, las autoridades bielorrusas detuvieron a 33 rusos, presuntos mercenarios del opaco grupo militar privado Wagner, conocido por ser cercano al poder ruso, acusados de preparar una "masacre" en Minsk.

Moscú rechazó estas afirmaciones, que calificó de "espectáculo" electoral.

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