19 de diciembre 2021 - 14:43

Kast, el defensor de Pinochet que busca convencer a los moderados para gobernar Chile

El vencedor en la primera vuelta logró el apoyo de la coalición gobernante y, con su mensaje de orden, espera captar a sectores cansados de las manifestaciones sociales, el conflicto mapuche y la crisis migratoria.

El candidato pinochetista José Antonio Kast.

El candidato pinochetista José Antonio Kast.

Gentileza: @joseantoniokast

Cuando pasó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Chile con la primera mayoría de votos, el candidato ultraconservador y defensor de la dictadura militar José Antonio Kast estaba sorprendido, pero trató de mostrarse en control de la situación.

Con su habitual tranquilidad habló de orden, progreso, democracia y recuperación e hizo un guiño a sus seguidores más duros asegurando ser la opción de la "libertad" frente al "comunismo" de su rival izquierdista Gabriel Boric. Pero rápidamente también lanzó mensajes a los electores de centro, que serán los actores clave del balotaje del domingo.

Ahí mismo anunció que dejaba de ser el líder de su partido para tratar de convertirse en presidente de Chile.

"Hoy hemos interpretado a una mayoría de chilenos que quiere un país tranquilo y seguro", dijo la noche del 21 de noviembre, reiterando los conceptos que lo llevaron a ganar fuerza en momentos que Chile atraviesa un periodo de incertidumbre tras el estallido social de 2019 y los casi dos años de pandemia.

"Este diciembre no solamente vamos a elegir un presidente, vamos a elegir entre libertad y comunismo, entre democracia y comunismo", afirmó.

https://twitter.com/joseantoniokast/status/1471314515950145537

Sus opositores lo acusan de "fascista" y "extremo" y constantemente aluden al origen alemán de su familia, pero él dice que jamás ha avalado la violencia. Es un defensor sin ambigüedades de la dictadura de Augusto Pinochet y antes de las elecciones presidenciales de 2017 en las que compitió dijo que, de estar vivo, el general habría votado por él.

Su hermano Michael fue ministro y presidente del Banco Central durante la dictadura.

Su padre llegó a Chile después de pelear con el ejército alemán en la Segunda Guerra Mundial y hace poco una investigación reveló una tarjeta de identificación que muestra que una persona con el nombre y la fecha de nacimiento del padre de Kast se afilió al partido nazi en 1942, cuando tenía 18 años.

El Archivo Federal alemán confirmó la autenticidad de la tarjeta, aunque dijo que no podía confirmar la identidad personal del padre del candidato presidencial chileno.

El candidato ha dicho varias veces que su padre fue reclutado muy joven para ir a la guerra.

"A los 18 años ya estaba en el frente. Cuando volvió dijo 'yo no quiero saber nunca más de una guerra'", relató Kast en una reciente entrevista en la televisión.

Defensor del sector privado y firme opositor a los gobiernos de centroizquierda que gobernaron tras el régimen militar (1973-90), se ha encargado de destacar sin embargo los avances del país sudamericano en estas tres décadas en un intento de captar a los votantes del sector que no terminan de optar por Boric.

Abogado de 55 años, casado, padre de nueve hijos y católico, Kast también se preocupa de marcar distancia del impopular gobierno derechista de Sebastián Piñera, al que cuestiona su manejo del orden público y el abordaje de la inmigración ilegal, que ha desatado problemas en el norte del país.

Fue militante y varias veces diputado por el partido derechista Unión Demócrata Independiente (UDI)- hoy en la coalición del gobierno- al que renunció en 2016 para seguir su propio camino.

En Twitter, donde interactúa constantemente con su medio millón de seguidores, despliega parte de su estrategia: "Nos dicen intolerantes y extremos, porque hablamos con la verdad y decimos las cosas de frente. A diferencia de la izquierda, jamás hemos avalado la violencia", escribió en octubre.

El candidato arremete contra las manifestaciones que, con mucha menos fuerza, siguen ocurriendo cada semana en el centro de Santiago y que suelen terminar en hechos de violencia. Asimismo, cuestiona el trabajo de la convención que redacta una nueva Constitución para Chile aunque ha asegurado que en un eventual gobierno respetará este proceso y sus plazos.

También promete mano dura para enfrentar el conflicto indígena mapuche que sacude el sur del país, asegurando que es "terrorismo" y se opone al aborto, que en Chile sólo se permite en ciertas causales. De cara al balotaje, sin embargo, ha moderado sus opiniones en temas valóricos como el matrimonio homosexual -aprobado hace pocos días en Chile- o los derechos de las mujeres.

También ha reformulado sus propuestas económicas y hace poco dijo en otra entrevista que su candidatura ha convocado a representantes de varios sectores políticos.

En las elecciones de 2017 llegó cuarto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Kast ha dicho que su proyecto es de largo plazo, pero el resultado de la primera vuelta aceleró sus planes.

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