7 de diciembre 2024 - 14:27

Donald Trump afirmó que Estados Unidos no debe intervenir en el conflicto de Siria

El magnate realizó una fuerte publicación en sus redes sociales. Mientras, se encamina para asumir la presidencia el próximo 20 de enero.

Trump afirmó que Estados Unidos se mantendrá al márgen del conflicto en Siria.

Trump afirmó que Estados Unidos se mantendrá al márgen del conflicto en Siria.

CNN

El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su postura de no involucrar al país en el conflicto sirio. A través de un mensaje publicado en su plataforma Truth Social, expresó que su país no debería participar en una lucha que considera ajena a sus intereses.

"Siria es un desastre, pero no es nuestro amigo, y Estados Unidos no debería tener nada que ver con ello. Esta no es nuestra lucha. Dejen que se desarrolle, no se involucren", señaló el magnate.

Estas declaraciones llegan en un contexto de creciente presión internacional, mientras las fuerzas rebeldes avanzan sobre posiciones estratégicas del régimen de Bashar al Assad. Trump emitió este mensaje poco antes de reunirse en París con el presidente francés Emmanuel Macron, en el marco de la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre Dame.

El avance y las tensiones en Siria

En el terreno, las fuerzas insurgentes lideradas por el Organismo de Liberación del Levante, una coalición rebelde encabezada por Ahmed al-Sharaa, continúan ganando territorio. En un comunicado dirigido a sus combatientes, al-Sharaa instó a prepararse para tomar Damasco, afirmando que la capital "los espera".

Este grupo insurgente, que históricamente tuvo vínculos con Al Qaeda, ha intentado presentarse en los últimos años como una fuerza moderada con aspiraciones políticas, procurando ser una opción concreta para la alternancia.

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Jolani destacó en recientes declaraciones que su objetivo es derrocar al régimen de Al Assad y establecer un sistema de gobierno más inclusivo. Además, subrayó la importancia de abandonar prácticas autoritarias, prometiendo un enfoque institucional para el futuro del país.

Desde finales de noviembre, la coalición rebelde intensificó sus ataques, logrando controlar ciudades clave como Alepo y Hama, en un movimiento que ha revitalizado la guerra civil siria. Estas victorias han puesto a las fuerzas insurgentes en una posición desafiante frente al régimen y sus principales aliados, Rusia e Irán, quienes hasta hace poco mantenían un férreo control sobre estas áreas.

La reacción del régimen de Al Assad

En respuesta al avance insurgente y a los rumores sobre una posible fuga del presidente sirio, la oficina de Bashar al Assad emitió un comunicado oficial desmintiendo cualquier especulación.

Según el régimen, Al Assad continúa trabajando desde Damasco y cumpliendo con sus responsabilidades constitucionales. "Todas las noticias contrarias son completamente falsas", afirmó la presidencia siria.

Este mensaje busca contrarrestar la narrativa de una supuesta debilidad del gobierno en un momento crítico del conflicto. Paralelamente, las fuerzas gubernamentales comenzaron a replegarse hacia posiciones defensivas en el sur del país, intentando establecer un "cordón de seguridad" mientras las facciones rebeldes avanzan hacia Homs, una ciudad estratégica en el centro de Siria.

El control de dicha ciudad podría representar un punto de inflexión en el conflicto, ya que su ubicación geográfica conecta las zonas norte y sur del país. Mientras tanto, en el sur, las provincias de Deraa y Al Sueida han caído en manos de facciones locales insurgentes, complicando aún más la situación del régimen.

La ofensiva de los rebeldes puso de relieve las fracturas internas del gobierno de Al Assad, que enfrenta dificultades para mantener su dominio en varias regiones. Sin embargo, los aliados internacionales del régimen, como Rusia, podrían jugar un papel clave en definir el rumbo del conflicto en los próximos meses.

Estados Unidos y el dilema de la intervención

Con su postura, Donald Trump deja en claro que su administración priorizará evitar nuevos compromisos militares en el extranjero. Su mensaje no solo marca un distanciamiento respecto a conflictos internacionales, sino que también refuerza una estrategia que busca concentrarse en intereses domésticos y mantener a Estados Unidos fuera de crisis externas prolongadas.

El conflicto en Siria, que lleva más de una década, sigue siendo un campo de disputa entre actores locales e internacionales. Mientras los rebeldes intentan consolidar su posición y el régimen lucha por mantenerse en el poder, la postura de Estados Unidos podría influir en la dinámica de las potencias involucradas.

Aunque Trump ha recibido críticas por su enfoque no intervencionista, su mensaje resuena con un sector importante de la población estadounidense que prefiere evitar nuevos conflictos. Sin embargo, la falta de acción por parte de Washington también deja un vacío que otros actores internacionales podrían aprovechar para expandir su influencia en la región.

La situación en Siria sigue evolucionando, y aunque Estados Unidos parece decidido a mantenerse al margen, las consecuencias del conflicto podrían tener implicaciones a nivel global. La guerra civil continúa marcando el destino de millones de sirios, mientras la comunidad internacional observa con incertidumbre el futuro del país.

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