Ecuador votó a favor de la nueva Constitución
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El jefe de Estado invitó a sus adversarios a reconocer el revés y "avanzar juntos" en el derrotero socialista de América Latina.
"Les tendemos la mano, que reconozcan su derrota y avancemos juntos en la nueva dirección que la gran mayoría del pueblo ecuatoriano, así como toda América Latina, en estos momentos está señalando: una sociedad más justa, mucho más equitativa, sin tantas inequidades y miseria", declaró.
De confirmarse las tendencias, la propuesta se convertirá en la vigésima Constitución de Ecuador, un país con riqueza petrolera que vio caer a tres presidentes en la última década a causa de revueltas populares.
La Carta Política habilita la reelección presidencial (con lo que Correa podría intentar quedarse en el poder hasta 2017), cambia el modelo de libre mercado por uno "social y solidario", prohíbe la instalación de bases extranjeras, y otorga el derecho a voto a los militares.
Correa aguardaba un nuevo triunfo para profundizar el "socialismo del siglo XXI", la corriente que alienta su aliado venezolano, Hugo Chávez, aunque con diferencias en lo económico.
El ex presidente Lucio Gutiérrez, dirigente de la oposición, se mostró sorprendido por la ventaja que señalan las encuestas, y pidió al gobierno ahora "pasar de las palabras a la acción". "Yo también hago un llamado a la unidad", agregó.
Dentro de su apertura a los detractores, el gobernante se mostró dispuesto a dialogar con el alcalde de Guayaquil y líder opositor, Jaime Nebot, pero aquel respondió: "No me ha invitado".
La Carta Magna incluye un régimen de transición que faculta a una Asamblea de mayoría oficialista a reorganizar las funciones del Estado en un proceso que desembocará en elecciones generales en febrero de 2009, según el Ejecutivo.
La Constitución es rechazada por obispos católicos y empresarios porque a juicio de ellos concentra el poder en el gobernante, amenaza la propiedad privada, recorta las autonomías locales y deja abierta la puerta a la legalización del aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El mandatario "queda en una posición muy buena para las elecciones de febrero de 2009, pero el período crítico va a ser después, cuando lleguen la frustración por problemas económicos, o dentro de su propia coalición", dijo desde Washington Michael Shifter, de la Organización Diálogo Interamericano.
"Y es cuando -según el experto- va a tener que conseguir resultados. No va a estar más en campaña electoral, aunque le encanta estar en campaña, va a tener que gobernar y la gente espera mucho", agregó.
Unos 9,7 millones de ciudadanos estaban convocados al referendo.
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