Tras los efectos devastadores del huracán Katrina, en Nueva Orleans, que permanece bajo el agua, prevén ya que los muertos sean varios miles y se anticipó que la población evacuada deberá esperar cuatro meses para regresar a sus hogares. Por otra parte, en Irak, durante una peregrinación de fieles chiitas en Bagdad, circuló el rumor de la presencia de terroristas suicidas entre la multitud. Esta, que atravesaba un puente, pugnó desesperadamente por escapar, generando una violenta estampida que dejó más de mil muertos.
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