28 de noviembre 2006 - 00:00

El Papa en riesgo por su visita polémica a Turquía

Policíasturcoscustodian labasílicabizantina deHagia Sophiaen Estambul,convertida enmuseo. Lasautoridadeslocalesdecidieronreforzar lossitios quevisitaráBenedictoXVI por temora atentados.
Policías turcos custodian la basílica bizantina de Hagia Sophia en Estambul, convertida en museo. Las autoridades locales decidieron reforzar los sitios que visitará Benedicto XVI por temor a atentados.
Roma (EFE, AFP, Reuters, ANSA) - El papa Benedicto XVI iniciará hoy una delicada visita de casi cuatro días a Turquía, durante la cual espera calmar la indignación que provocaron entre los musulmanes sus comentarios sobre el islam y avanzar en el diálogo con los cristianos ortodoxos. Más de 10 mil policías, vestidos de civil o uniforme, controlarán, en las calles y desde los techos la seguridad del Pontífice en Ankara, Efesos y Estambul hasta el viernes, cuando regresará a Roma. El despliegue se debe a que el viaje papal fue considerado «de alto riesgo» por las autoridades policiales.

El gobierno turco islámico manifestó poco entusiasmo por la visita del papa Joseph Ratzinger, pero quiso evitar cualquier error que pudiera poner en dificultades su esperado ingreso en la Unión Europea (UE).

Para zanjar las tensiones, el premier turco, Tayyip Erdogan, decidió reunirse hoy con el Papa en el aeropuerto de Ankara durante 15 minutos.

El primer ministro partirá luego a Riga para la cumbre de la OTAN, donde representará también al jefe de Estado, Amet Nercdet Sezer, que en cambio estará en Ankara para recibir a Benedicto XVI.

El encuentro debería poner fin a las polémicas que acompañaron la preparación de la visita del Pontífice, dado que la prensa de todo el mundo había comentado como una «fuga del Papa» el hecho de que los máximos líderes del gobierno estuviesen ausentes en el aeropuerto de la capital.

  • Polémica

    La posibilidad de que el premier turco no se reuniese con el Papa durante su viaje había provocado un dura polémica ya que Erdogan había sido uno de los críticos más acérrimos de Benedicto XVI tras sus palabras sobre el islam en la universidad de Ratisbona, Alemania. Según el padre Federico Lombardi, responsable de la sala de prensa del Vaticano, este cambio es una «señal muy positiva y un gesto de atención hacia el Pontífice que es muy apreciado».

    El primer viaje a tierras musulmanas del pontificado de Ratzinger se realizará en un escenario poco favorable a once semanas del discurso que provocó la rabia de los musulmanes tras relacionar la violencia con el islam.

    El presidente de la Comisión para Asuntos Religiosos, Ali Bardakoglu, principal autoridad musulmana en Turquía y uno de los primeros en condenar esas palabras, declaró que el viaje «no resolverá todos los problemas, pero será un buen paso en la dirección del diálogo».

    El motivo inicial del viaje del jefe de la Iglesia Católica a Turquía es una cumbre que mantendrá en Estambul con el patriarca de Constantinopla, Bartolomeo I, representante espiritual de los ortodoxos.

    El 30 de noviembre está previsto que los dos dignatarios hagan pública una declaración conjunta sobre su voluntad de reconciliar a las dos principales ramas del cristianismo, separadas desde hace un milenio.

    El tema del ingreso de Turquía en la UE es otro tema candente de su visita, después de la posición personal que asumió hace dos años, cuando era cardenal. Durante el pontificado de Juan Pablo II, el entonces cardenal Ratzinger declaró públicamente que la entrada de Turquía en la UE sería «un gran error», una opinión personal que no reflejaba la postura oficial del Vaticano.
    Consciente de estas responsabilidades, el Papa envió el domingo durante el Angelus sus «saludos cordiales» al pueblo turco, expresándole su «sincera amistad». El fin de semana, el cardenal Tarciso Bertone había anunciado que la Santa Sede «no se opone al ingreso de Turquía a la UE».

    Otra preocupación para el Vaticano es la manifestación organizada por los Lobos Grises ( extrema derecha) en Estambul, prevista para el jueves, tras la que tuvo lugar el fin de semana.

    Con centenares de carteles donde podía leerse «¡Papa no vengas!» y un mar de banderas turcas rojas, con la medialuna blanca, miles de personas protestaron contra la visita de Benedicto XVI.
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