En los medios, toda la oposición

Caracas - Resultó fácil dar ese mediodía con la barba en «U» del periodista Miguel Salazar. A pesar de que la cita era en «Doña Bárbara», un restorán siempre lleno, concurrido por políticos y empresarios y ubicado a pocos pasos de la Asamblea Nacional. Esa barba, además de un particular timbre de voz (muy parecida -casi como una reproducción en estéreo-a la de Hugo Chávez) y una simpatía desbordante son los rasgos que caracterizan a Salazar. Aunque lo que más lo distingue es que es uno de los pocos que «está de vuelta». Del chavismo, donde militó por varios años.

«Yo viví en las entrañas del monstruo», es su frase de arranque (citando a José Martí cuando hablaba de Estados Unidos). Contundente. Sobre todo para referirse a los tiempos en que le tocó acompañar -voluntariamente- a Chávez. Si bien ambos se habían conocido cuando el actual presidente todavía era capitán, Miguel Salazar fue quien retomó el contacto cuando le tocó cubrir, como pasante del diario «El Universal», la asonada del 4 de febrero de 1992. De allí en más fue un fiel seguidor de Chávez. Y por esa razón, sindicado como el « periodista de los golpistas». Se tuvo que alejar de las filas oficialistas después de denunciar al aire los actos de corrupción de un miembro del gabinete.

Salazar hoy sigue en el periodismo, aunque en la vereda de enfrente al gobierno. «El asunto de los medios, incluyendo el no querer renovarle la licencia a Radio Caracas TV, ha sido exagerado por el gobierno-», dice. «Hablan todo el tiempo de la tiranía de los medios, de la conspiración mediática, pero al final», aclara, «la política propagandística y las transmisiones en cadena de Chávez resultan ser la conspiración más grande contra ellos mismos». «¿Qué pueblo puede resistir que todo el tiempo le interrumpan la transmisión del juego de pelota para ponerle a un tipo que habla durante más de tres horas?, se pregunta. «Aun cuando ese tipo sea el presidente, no hay audiencia que aguante», remata.