30 de octubre 2025 - 14:56

Hallaron un FAL argentino entre el armamento del Comando Vermelho de Brasil

El instrumento pertenecía a las Fuerzas Armadas del país. Además, encontraron armas de otros ejércitos regionales.

Encontraron armas argentinas en el operativo contra el Comando Vermelho.

Encontraron armas argentinas en el operativo contra el Comando Vermelho.

Gobierno de Brasil

Las principales organizaciones criminales de Brasil, como el Primer Comando Capital (PCC) y el Comando Vermelho, utilizaron desde hace años armamento de guerra. Parte de ese material surgió de depósitos oficiales, entre ellos arsenales de las Fuerzas Armadas argentinas. En el megaoperativo desplegado por fuerzas de seguridad en los complejos Alemão y Penha, en Río de Janeiro, que dejó al menos 119 muertos según registros oficiales, las autoridades secuestraron fusiles de alto calibre.

Entre el material incautado por la Unidad de Coordinación de Inspección de Armas y Explosivos de la Policía Civil de Río de Janeiro (CFAE) apareció un FAL con origen en arsenales militares argentinos, tal como confirmó el detective Vinicius Domingos, jefe de esa dependencia. “Es posible que ese fusil sea parte del lote de armas robadas del Batallón 603 de Fray Luis Beltrán”, deslizaron fuentes judiciales que siguen la pista.

La pista remite a la desaparición de 43 FAL del Batallón de Arsenales N°603 en Fray Luis Beltrán, a 15 kilómetros de Rosario. Aquella pesquisa arrancó hace 14 años, cuando en Brasil y Paraguay empezaron a aparecer en choques con el narcotráfico fusiles con escudo argentino y la marca Fabricaciones Militares. El 11 de febrero de 2011, en un procedimiento contra el PCC en Aracatuba (San Pablo), la Policía Federal de Brasil incautó un FAL armado con partes de diferentes fusiles y con la inscripción Ejército Argentino. Una semana después, el sargento Hernán Diego Solís, entonces jefe de Armamento del Batallón N°603, se suicidó.

Recién a principios de junio de 2025, un mes antes de renunciar para evitar la destitución del Consejo de la Magistratura y quedar detenido por extorsión y favorecimiento a un capo narco, el exjuez Marcelo Bailaque procesó a siete militares por el robo en Fray Luis Beltrán. Además de los 43 fusiles completos, faltaron 2500 piezas de FAL, volumen suficiente para ensamblar hasta 400 rifles.

redada contra comando vermelho en brasil

El gobierno de Río de Janeiro realizó un megaoperativo contra el Comando Vermelho.

La trazabilidad regional

El ingreso de más de 2500 efectivos a Penha y Alemão evidenció el poder de fuego del Comando Vermelho. Las escenas de cadáveres en una plaza de Penha y el llanto de vecinos marcaron el saldo de la operación. Un día después, Vinicius Domingos exhibió el arsenal secuestrado y detalló el origen de varios fusiles de uso militar:

“Identificamos que dos (fusiles) pertenecen a las Fuerzas Armadas de Brasil, dos a las Fuerzas Armadas de Venezuela, uno a las Fuerzas Armadas de Argentina y un G3 a las Fuerzas Armadas del Perú. Esto demuestra, como hemos venido diciendo, que casi ninguna de estas armas proviene de coleccionistas, tiradores y cazadores en Brasil”, afirmó.

El funcionario agregó: “Tras un análisis superficial realizado hoy, hemos obtenido lo siguiente: 11 de estos fusiles son de la plataforma G3, una plataforma alemana. 13 son de origen belga, un fusil conocido como FAL. 16 son de la plataforma rusa AK-47, y el resto son fusiles norteamericanos de la plataforma AR”. Sobre estos últimos, apuntó que se trataron de “falsificaciones”, copias plenamente funcionales de origen aún no establecido.

Para Domingos, gran parte del flujo ingresó “desde la frontera amazónica” y “por tierra, sobre todo desde Paraguay”, con la Triple Frontera como nodo. La Operación Dakovo expuso que en Ciudad del Este se alteraban números de serie de pistolas y fusiles importados desde Turquía, Serbia, República Checa y Eslovenia por el empresario argentino Diego Hernán Dirisio, a través de International Auto Supply SA (Asunción). Ese circuito permitió importar 43.000 armas que, en su mayoría, terminaron en manos de cárteles brasileños.

Cronología, numeraciones y fallas de control

El hallazgo de un FAL argentino en Penha reconectó con el expediente por el robo en el Batallón 603. La causa, iniciada en 2011, nunca avanzó a fondo. La semana próxima, la Cámara de Apelaciones de Rosario definirá si está prescripta o no, a instancias del fiscal federal Javier Arzubi Calvo. El expediente durmió durante años en el juzgado de Bailaque, hoy detenido en su domicilio por encubrir al narco Esteban Alvarado, entre otros cargos. Bailaque renunció el 1° de julio y el presidente Javier Milei aceptó su dimisión.

Desde Instituto Sou da Paz, Bruno Langeani explicó al diario La Nación: una investigación sobre 7000 armas de uso militar incautadas en la región sudeste de Brasil detectó tres fuentes: tráfico internacional, ghost guns y armas artesanales o desviadas del mercado civil y de fuerzas de seguridad. En armas automáticas, advirtió una participación significativa de material desviado de arsenales públicos de Brasil y países vecinos como Argentina, Bolivia y Paraguay.

El especialista agregó: “Este hallazgo en la favela Penha deja en evidencia cómo la mala gestión de los arsenales de las fuerzas de seguridad contribuye al fortalecimiento de facciones criminales con capacidad para desestabilizar países, amenazar el Estado de Derecho y poner en alto riesgo a los propios cuerpos policiales. El caso más reciente en Río de Janeiro ilustra con crudeza esta realidad: cuatro policías fueron asesinados y varios resultaron heridos en la operación”.

La División de Asuntos Internacionales de Interpol informó a la Justicia Federal de Rosario el 10 de mayo de 2011 que, según la Embajada de Brasil en Argentina, el 11 de febrero de ese año la Policía Federal incautó en Aracatuba un FAL con cuatro numeraciones distintas, grabado con escudo argentino y la leyenda “Ejército Argentino”. La hipótesis fiscal apuntó al PCC. En esa investigación, Getulio Morgado Sánchez y otros implicados cayeron por tráfico de armas y narcotráfico.

rio de janeiro muertos favela

Se detectó luego que el FAL N°15214 figuraba faltante en el Batallón N°603. El coronel Enrique Antonio Battezzatti, jefe de esa unidad, denunció el 19 de febrero de 2011 el faltante del FAL 7,62 N°15214 tras verificarse su ausencia el día previo. Ese fusil había sido secuestrado siete días antes en San Pablo. En otro golpe de 2011 en Peabiru (Paraná), incautaron tres FAL (N° 47703, 85768 y 15522). El primero constaba como faltante del 603; el 15522 estaba asignado al Batallón N°601 de Boulogne, causa que tramitó en el juzgado de Sandra Arroyo Salgado. En Paraguay, la policía secuestró FAL argentinos con numeraciones limadas tras un tiroteo en Asunción.

Los antecedentes y las cadenas de mando

El testimonio de militares reveló irregularidades: el sargento Solís ingresaba con su auto a los depósitos (práctica prohibida) y gozaba de permisos extendidos para viajar a Buenos Aires, con ausencias reiteradas en la unidad. Ese trato especial habría sido avalado por el teniente coronel Alejandro Eduardo Holm. La falta de control sobre el depósito de armamento facilitó un saqueo sostenido.

Los robos en el Batallón N°603 no se limitaron a fusiles: el 20 de febrero de 2015 se detectó el faltante de 19.600 proyectiles (9 mm y .32). En 2018, el juez federal Carlos Vera Barros procesó a los entonces jefes Guillermo Bonnefous y Adalberto Fernández, y a otros rangos. La auditoría determinó que el faltante databa de julio de 2014 y que se firmaron actas “sin novedad” bajo presión. En abril de 2024, por falencias de control y desvíos reiterados, las instalaciones de Fabricaciones Militares Fray Luis Beltrán pasaron a “zona militar”.

Hace tres décadas, la policía de Río de Janeiro incautó en una favela un FAL con escudo del Ejército Argentino y serie 3834. Aquel fue el primero de más de 300 FAL y subametralladoras FMK3, PAM-1 y PAM-2 fabricadas por Fabricaciones Militares decomisadas en Río entre 1993 y 2001. Desde 1987 circularon además pistolas 9 mm y .45 de uso exclusivo y 238 granadas FMK-2 utilizadas por bandas para emboscar patrulleros.

Al fundamentar medidas recientes, el presidente Javier Milei sostuvo en un DNU que “es de público conocimiento la situación de inseguridad por la que atraviesa la Ciudad de Rosario y las localidades adyacentes” y enfatizó que “resulta imperiosa la adopción de mayores medidas de seguridad en forma urgente”. La reaparición de un FAL argentino en Penha reabrió la discusión sobre custodia, trazabilidad y responsabilidades en la gestión de arsenales públicos, un flanco que el crimen organizado aprovechó durante años en el Cono Sur.

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