Le bloquean a Lula impuesto al cheque

Renan Calheiros, el titular del Senado, y Luiz Inácio Lula da Silva, quien se mostró taciturno ayer durante una conferencia de prensa ofrecida en Copenhague, donde se encuentra de gira. La crisis en el Congreso brasileño traba la aprobación de importantes proyectos de ley.

Brasilia (AFP, EFE) - La decisión del Senado de absolver de los cargos de corrupción a su titular, Renan Calheiros, un estrecho aliado del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, desató ayer una peligrosa crisis política en Brasil, cuando seis partidos de oposición anunciaron que boicotearán todas las sesiones que sean presididas por el controvertido político.

Lula da Silva, fuertemente criticado por su prescindencia en el caso y por el apoyo que su Partido de los Trabajadores (PT) dio a Calheiros en la sesión del miércoles, dijo ayer desde Dinamarca que «hay que acostumbrarse a acatar las decisiones de los organismos según establece la Constitución. Hubo una votación y Renan fue absuelto. Lo que le interesa al presidente es que el Senado vuelva a funcionar, hay cuestiones importantes que resolver».

Pero el deseo del mandatario, que también acusó a la Cámara alta de «haber creado el problema», no será de fácil cumplimiento en vista de la decisión opositora. Es que, en medio de presiones para que el senador renuncie al menos a la titularidad del cuerpo, aún corre el riesgo de un posible desafuero, ya que enfrenta otros tres procesos en el Senado por denuncias de corrupción, que pueden durar meses y terminar también en proceso de destitución.

Por lo pronto, Calheiros se libró el miércoles de un pedido de destitución por supuestamente haber recibido varios miles de dólares mensuales de manos de un lobbysta de una de las principales constructoras del país. Según la acusación, ese dinero servía para que el senador financiara sus campañas políticas y mantuviera un departamento de lujo para sus reuniones reservadas. Además, costeaba la vivienda en la que vivían su ex amante y la hija que tuvo con ella (2.250 dólares), así como una pensión alimentaria para la pequeña (6.000 dólares).

«La agonía del Senado, el calvario, el sufrimiento institucional continúan», reconoció el vicepresidente de la cámara, Tiao Viana, del PT. Viana pidió un acuerdo de opositores y oficialismo para impedir que el Senado se paralice, aunque admitió que «hay mucho resentimiento de los partidos de la oposición». «Ese ambiente de un Senado semiparalizado complica la aprobación de medidas que el gobierno necesita con urgencia», como la prórroga del impuesto a las transacciones financieras (CPMF), considerado vital para los compromisos presupuestarios por aportar al fisco unos 18.000 millones de dólares al año, dijo el analista de MCM Consultores Ricardo Ribeiro.

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«No participaremos de reuniones bajo la presidencia del senador Renan por entender que no puede continuar como presidente del Senado mientras deba seguir respondiendo a procesos en el Consejo de Etica», anunció el líder de la bancada de senadores del conservador Partido Demócrata, José Agripino. La decisión, dijo ayer el diario «Folha de Sao Paulo» en su sitio de Internet, «perjudica al Planalto (sede de la Presidencia), ya que el grupo de senadores decidió que ya no va a aprobar temas de interés del gobierno con Calheiros en la presidencia» de la cámara.

Entre esos temas se cuentan, además del «impuesto al cheque», la confirmación de decretos para la liberación de recursos extraordinarios para los ministerios.

Así, según el anuncio de los partidos opositores, el Congreso pasará a tener una suerte de actividad vegetativa,ya que sólo se reunirán para tratar temas dentro de una «agenda mínima».

«La tendencia del grupo es no aprobar la propuesta que prorroga el cobro de la CPMF hasta 2011, lo que perjudica los intereses del gobierno», dijo «Folha on line».

«La salida del presidente Renan es un imperativo. El Senado está de rodillas ante la opinión pública», dijo el líder del PSDB en el Senado, Arthur Virgílio.

El Congreso brasileño ha pasado los últimos años implicado en escándalos de corrupción y los principales denunciados salieron, igual que Calheiros, indemnes de los diferentes procesos de destitución.

Denunciados

El hecho más grave de los años recientes comenzó a ser juzgado hace dos semanas en el Supremo Tribunal Federal (corte suprema), con 40 denunciados, entre éstos tres ex ministros y la antigua cúpula del partido de Lula, acusados de presunta compra de votos de diputados aliados para garantizar apoyo al gobierno.

Una encuesta del instituto Sensus reveló que el Congreso es la institución que menos confianza inspira en la población brasileña, con apenas 1%.

«La imagen del Congreso no es positiva (...). Recuerda la situación de Italia, donde la economía va bien, pero la política está siempre en crisis. Brasil va bien, es la clase política la que va mal», resumió Ricardo Guedes, director de Sensus.