Tras la intervención de la Iglesia, Cuba autoriza el traslado de presos políticos
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García Paneque es un médico de 45 años; Hernández, periodista de 39 años; Ramos, economista de 68; Navarro, docente de 56; González, agricultor de 45 años; y Díaz, un electricista de 47.
Las Damas de Blanco, esposas y madres de los 75, recibieron la noticia con alivio, aunque demandaron la liberación de los presos, sobre todo de los más enfermos.
"Es una puerta que se está abriendo, es un inicio de algo que estamos esperando, que es la libertad de todos", declaró Berta Soler, una de las líderes de las Damas de Blanco.
La reclusión de presos fuera de sus provincias conlleva un enorme esfuerzo de las familias por los problemas de transporte en la isla. "Estoy muy alegre, porque si lo ponen en la prisión de aquí, me queda a 20 km para irlo a ver, aunque mi esposo donde debe estar es en la casa, en libertad", dijo Alejandrina García, esposa de González.
"Es un buen gesto por parte del Gobierno. Llevan muchos años fuera de sus provincias cumpliendo una injusta condena, pero es un paso, me siento alentada y esperanzada", afirmó Gisela Sánchez, esposa de Díaz.
"Ya el gobierno está cumpliendo con lo que había pactado con las autoridades de la Iglesia", declaró la madre de Hernández, Asunción Carillo.
La mediación de la Iglesia y la visita del canciller del Vaticano, Dominique Mamberti -del 16 al 20 de junio-, despertó grandes expectativas, aunque un sector de la disidencia sigue escéptico.
"Es intrascendente, es un traslado de una prisión de alta seguridad a otra, aunque más cerca de su casa, pero el tema es la libertad. Si esto va a ser la puerta de las excarcelaciones estaría bien, pero aún es prematuro", dijo el presidente de la ilegal Comisión de Derechos Humanos (CCDHRN), Elizardo Sánchez.
Las mejoras para los presos ocurren en momentos en que Cuba encara la crítica de Estados Unidos y Europa, tras la muerte del preso opositor Orlando Zapata el 23 de febrero -por una huelga de hambre de 85 días-, y el ayuno que inició un día después el sociólogo disidente Guillermo Fariñas, de 48 años.
Ante la mediación de la Iglesia, Fariñas cuidado en un hospital de la central ciudad de Santa Clara, se dijo dispuesto a dejar su huelga, que cumple 100 días el miércoles, si son excarcelados 10 presos y se acuerdan otras liberaciones.
"Esto es un alivio, aunque faltan por trasladar. Son pasos previos, pero queremos liberaciones", dijo Fariñas, quien tras una visita de enviados de la Iglesia el 22 de mayo anunció las mejoras para los presos.
La CCDHRN estima que en Cuba hay unos 200 presos políticos, pero el Gobierno, que acusa a los opositores de "mercenarios" de Washington, sostiene que atentaron contra la seguridad del país.
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