En medio de una fuerte crisis financiera, renunció el CEO de Los Grobo Agropecuaria

Esta nueva salida, obligó al grupo a otra reconfiguración, tres meses después de la salida del CFO, Pablo De Pellegrin.

Enrique Flaiban renunció como CEO de Los Grobo Agropecuaria.

En el marco de una fuerte crisis financiera interna, el CEO de Los Grobo Agropecuaria y de Agrofina, Enrique Flaiban, presentó su renuncia y dejará el cargo el próximo 30 de junio. Esta nueva salida, obligó al grupo a otra reconfiguración, tres meses después de la salida del CFO, Pablo De Pellegrin.

Esta renuncia significa un nuevo golpe para el grupo que atraviesa un año más que adverso: en su último balance, reportó pérdidas acumuladas por $36.606 millones en nueve meses, un resultado operativo negativo de $20.252 millones y un patrimonio neto en rojo por $23.869 millones, lo que técnicamente la deja fuera de los parámetros legales para seguir funcionando como sociedad.

De esta manera, cuatro años después de su llegada a Los Grobo, Flaiban decidió dar un paso al costado. Graduado como contador en la Universidad de Buenos Aires, tenía experiencia como gerente general en Petroquímica Cuyo y en Ecogas. También había ejercido diferentes cargos de responsabilidad en empresas como Grupo Newsan; E.ON España, Estados Unidos y Alemania; y Sideco Americana en la Argentina y Brasil. Ingresó a Los Grobo con la llegada del fondo de inversiones Venture Capital Partners, que actualmente tiene el 90% de la participación del grupo.

A partir de su renuncia, el nuevo CEO será Juan López Moccio, quien forma parte del grupo hace 15 años y es el gerente general de Los Grobo Agropecuaria desde 2023. A su vez, la posición en Agrofina será ocupada por Nahuel Lo Cane.

La fuerte crisis financiera de Los Grobo

Los Grobo Agropecuaria, una de las empresas emblema del agro argentino, entró en default en diciembre de 2024, dejó de pagar sus compromisos financieros y pidió concurso preventivo en febrero de este año.

El balance cerrado el 31 de marzo de este año reconoce que “la Sociedad no tendrá, en el corto plazo, capacidad financiera para afrontar de forma regular sus compromisos”. La situación es tal que los pasivos de corto plazo superan largamente al activo disponible, y la relación entre deudas y patrimonio da negativo.

Desde diciembre, Los Grobo achicó su estructura de manera drástica: redujo su deuda total de u$s320 millones a u$s220 millones, mediante cancelaciones y compensaciones con proveedores. También recortó su personal de 700 a 400 empleados, cerró 10 de sus 36 sucursales, suspendió la producción propia sobre unas 100.000 hectáreas y alquiló su molino de Chivilcoy a Molinos Fénix. Hoy mantiene actividad en plantas de Entre Ríos, el norte bonaerense y Córdoba, con un foco claro en su rol comercial, dejando atrás el modelo de integración vertical.