4 de noviembre 2025 - 12:32

Starbucks vende el 60% de su negocio en China y surgen dudas sobre el futuro de sus operaciones en ese país

La cadena viene perdiendo mercado frente a competidores chinos. Un fondo de inversión pagará u$s4.000 millones para tratar de revertir el proceso.

La cadena Starbucks cuenta con alrededor de 8.000 tiendas en China.

La cadena Starbucks cuenta con alrededor de 8.000 tiendas en China.

Starbucks anunció una de las movidas más relevantes de su historia internacional: venderá hasta el 60% de su unidad operativa en China a un fondo de inversión local llamado Boyu Capital, en una operación valuada en alrededor de u$s4.000 millones.

La compañía conservará una participación minoritaria del 40% y seguirá siendo la propietaria y licenciataria de la marca y la propiedad intelectual, pero cedió el control operativo a la nueva sociedad conjunta que liderará el inversor local.

La noticia, además de relevar un cambio estratégico importante para la multinacional, reavivó el debate sobre el futuro de Starbucks en el que hasta hace poco fue su mercado estrella fuera de Estados Unidos: ¿es esto una maniobra para impulsar un crecimiento distinto en China o el primer paso hacia una retirada progresiva?

La llegada de Starbucks a China se remonta a 1999, cuando la firma abrió su primera tienda en Beijing. Durante más de dos décadas la red de la marca estadounidense se fue multiplicando.

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La emblemática cadena de cafeterías a nivel mundial, en un escenario de incertidumbre.

La emblemática cadena de cafeterías a nivel mundial, en un escenario de incertidumbre.

Hasta antes del giro anunciado, Starbucks operaba en China miles de tiendas. La compañía destacaba que el país era su segundo mercado global en número de establecimientos y un pilar en su plan de expansión internacional.

Su desembarco fue considerado un sinónimo de la implantación de la cultura del café en el gigante asiático: expansiones ambiciosas, locales icónicos en centros comerciales y calles principales, y una percepción de marca premium que logró convertir precios relativamente altos en un símbolo aspiracional para amplios segmentos de consumidores urbanos.

Sin embargo, la foto de los últimos años se volvió más compleja. Las ventas y el ritmo de crecimiento en China se frenaron: la participación dominante de mercado de Starbucks se redujo de forma importante y las cifras de rentabilidad dejaron de crecer con la misma intensidad que en sus mejores ejercicios.

Ese desgaste llevó a la empresa a plantearse nuevas fórmulas para revitalizar su actividad local: encontrar un socio con conocimiento del mercado, una reorganización operativa y mayor flexibilidad en precios y formatos fueron algunas de las respuestas que la propia compañía empezó a considerar.

Según comunicados oficiales, la intención expresada por Starbucks es que la asociación con el fondo local le permitirá “tomar impulso” y acelerar la expansión, en particular en ciudades de menor tamaño, bajo un modelo que combine la experiencia global de la marca con la agilidad y el conocimiento local del socio inversor.

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Starbucks está en la Argentina.

Starbucks está en la Argentina.

No obstante, en los mercados financieros y entre analistas económicos esta operación se lee con matices menos optimistas. Para algunos observadores, ceder el control operativo de China -el mercado donde Starbucks invirtió décadas construyendo presencia y reputación- es el inicio de una estrategia de retirada paulatina.

El argumento se apoya en varios elementos: la valoración relativamente baja de la unidad china en la transacción, la persistente presión competitiva de los competidores locales y el estancamiento de ingresos por tienda.

A esto se suma la posibilidad de que, conservando solamente la propiedad intelectual y una participación minoritaria, Starbucks vaya limitando su exposición directa a un mercado que exige inversiones continuas y adaptación constante.

La amenaza de las cafeterías chinas que llegaron a Nueva York

El principal rival que encarna la amenaza más directa para Starbucks en China es Luckin Coffee. Tal como informó oportunamente Ámbito, la cadena local en menos de una década se convirtió en un actor masivo gracias a un modelo de precios agresivos, pedidos y pagos por app, fuertes promociones y una expansión física y digital vertiginosa.

Luckin, tras superar una crisis de imagen y problemas regulatorios a principios de la década pasada, regresó con fuerza al escenario: amplió su red de tiendas, refinó su oferta y puso el foco en la eficiencia de costos, proponiendo cafés con precios sensiblemente más bajos que los de Starbucks.

Al mismo tiempo, impulsó una experiencia digital adaptada a las preferencias del consumidor chino.

A su capacidad para crecer rápidamente en ubicaciones urbanas y suburbanas y su orientación al cliente joven, Luckin sumó su flexibilidad en formatos, incluyendo tiendas de conveniencia y locales enfocados al delivery. Así logró erosionar la ventaja posicional de Starbucks.

Luckin no se limitó a consolidarse dentro de China: el grupo lanzó iniciativas para internacionalizarse y este año abrió dos tiendas en Nueva York como parte de su estrategia de expansión global.

Ese movimiento tuvo un fuerte impacto simbólico: una cadena china de café desembarcando en la capital financiera estadounidense donde es posible encontrar casi un Starbucks por cuadra.

Esa jugada apunta a un ambicioso plan comercial: competir allí donde tradicionalmente operan cadenas occidentales, en particular en mercados maduros y consolidados.

La lógica de Luckin para la expansión internacional apunta a replicar su combinación de precios bajos, fuerte oferta digital y velocidad de apertura de tiendas en mercados donde grupos locales podrían no tener la misma capacidad de respuesta.

Para Starbucks, la presencia de Luckin en Estados Unidos y la presión que el mismo grupo ejerce en China son factores que obligan a reevaluar estrategias. En ese marco, la venta del 60% de su operación al fondo de inversiones chino puede entenderse como un intento de adaptarse con mayor rapidez a un rival que se mueve a un ritmo distinto y con una estructura de costos muy competitiva.

La identidad del comprador elegido por Starbucks no es casual. Boyu Capital es una firma regional con experiencia en transacciones y en el entramado empresarial chino, que puede aportar acceso a ubicaciones, capacidades para negociar contratos inmobiliarios, adaptación de la oferta y una lectura más afinada de tendencias de consumo.

Desde la óptica de la casa matriz estadounidense, interpretan que ceder control operativo a una entidad que conoce los matices regulatorios y comerciales locales puede acelerar decisiones y reducir fricciones.

Pero, al mismo tiempo, la cesión del timón operativo implica renunciar a la última palabra en cambios estratégicos de fondo: quién decide precios, promociones masivas, alianzas con plataformas de delivery o experimentos de producto dejará de ser exclusivamente Starbucks.

El juego de las hipótesis y la reacción del mercado

Esa transferencia de poder operacional es el combustible que alimenta la hipótesis más pesimista: que la compañía está encauzando una salida parcial, que podría desembocar en una reducción progresiva de su presencia directa.

Contrastando los argumentos optimistas y los escépticos, hay analistas que consideran razonable sostener una hipótesis intermedia: creen que la operación busca, simultáneamente, asegurar liquidez, administrar riesgo e inyectar capacidad local para competir; y, en paralelo, abre la puerta a una eventual desinversión mayor si los resultados operativos no se corrigen.

El precio pagado de u$s4.000 millones sugiere que los inversores valoran la red y la marca, pero también reflejan las incertidumbres del mercado local. Para Starbucks, conservar la licencia y una participación del 40% permite seguir beneficiándose del valor de la marca, de royalties y de posibles revalorizaciones.

Molly Liu, consejera delegada de Starbucks China, declaró en un comunicado de prensa que la asociación con Boyu "permitirá a Starbucks China aprovechar al máximo las enormes oportunidades de mercado", al tiempo que aprovecha el impulso positivo del negocio de la empresa.

Por lo pronto, la reacción de los mercados ha sido favorable a la operación de Starbucks con Boyu Capital. Las acciones de Starbucks (SBUX) cotizaron al alza antes de la apertura del mercado después de que el gigante del café anunciara esta importante reestructuración de su negocio en China.

En tanto, BMO Capital mantuvo su calificación de Mejor Rendimiento y precio objetivo de 115,00 dólares para las acciones de Starbucks en el Nasdaq tras el anuncio de la cadena de café sobre su joint venture con Boyu Capital para su negocio en China. El objetivo representa un potencial alcista del 42% desde el precio actual de 80,96 dólares, con Starbucks cotizando cerca de su mínimo de 52 semanas de 75,50 dólares.

El agente de inversiones consideró que el acuerdo es más significativo estratégicamente que financieramente, señalando que ayuda a reducir el riesgo de Starbucks frente a la volatilidad del mercado chino, crea un modelo de negocio menos intensivo en capital y permite una mayor atención en las operaciones estadounidenses.

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