26 de marzo 2021 - 14:30

Las ventajas (y desventajas) del adelanto de Derechos Especiales de Giro por u$s4.400 millones

también puede interpretarse como una herramienta que permita allanar el camino para continuar postergando las reformas de fondo.

Haciendo uso de los DEG y sin la necesidad de ningún acuerdo, se pueden afrontar os vencimientos de septiembre y diciembre con el FMI. 

Haciendo uso de los DEG y sin la necesidad de ningún acuerdo, se pueden afrontar os vencimientos de septiembre y diciembre con el FMI. 

En un mundo extremadamente volátil, Argentina se encuentra actualmente desconectada de cualquier shock financiero, sea este positivo o negativo. Nuestra coyuntura es tan única que tenemos agenda propia. Mientras los bonos emergentes tenían su rally y los flujos eran positivos para toda la región, los bonos locales no encontraban piso. Ahora que el escenario externo de corto se torna más desafiante, el mercado local muestra aún un sesgo más negativo que los comparables.

El lunes pasado nos levantamos con la noticia de que el presidente turco, Erdogan, forzó un cambio de autoridades en el Banco Central de Turquía provocando un desplome de hasta 15% de la Lira Turca contra el dólar (que posteriormente se suavizó). Ante esta novedad, las monedas emergentes sufrieron un fuerte embate, salvo el Peso Argentino, que continuó con su agenda de micro-devaluaciones con precisión Suiza.

En este contexto, las variables en el plano local no reaccionan, y, en consecuencia, los desequilibrios internos se profundizan o mantienen (emisión, control de capitales y precios máximos). Y ni las tasas, ni el tipo de cambio parecen tener mucha flexibilidad para generar incentivos adecuados, mientras los datos de inflación se aceleran.

Por ello el análisis más relevante recae en estimar la capacidad del Ministerio de Economía de imponer sus niveles, y esto está íntimamente relacionado con el poder de fuego disponible para enfrentar el persistente déficit fiscal y los vencimientos de deuda. Las señales parecen indicar que no hay gran espacio para hacer fuertes ajustes en un año electoral, por eso la carrera se centraliza más en conseguir fondos, con las herramientas disponibles. En este esfuerzo quizás fue que surgió el Aporte Solidario y Extraordinario, más conocido como impuesto a la riqueza, que se encuentra en momentos decisivos y sobre el cual tendremos más precisiones luego del cierre de marzo, momento en que vence el plazo para el pago.

Ayuda al objetivo la acumulación de dólares. Las liquidaciones del agro, que se aproximan a la temporada alta, esperan ser cerca de u$s40.000 millones en total para el 2021 según la Bolsa de Cereales. Sin embargo, no todas las compras del BCRA se ven reflejadas en el balance de reservas líquidas, como consecuencia de la intervención en el mercado de bonos para contener el dólar y la cancelación de obligaciones.

Mientras un acuerdo con el FMI sería bien visto por el mercado, a priori no parece haber consenso puertas adentro de la coalición de gobierno sobre su conveniencia. Habrá que esperar, si quizás es solo una cuestión de tiempo. En tanto, la emisión por parte del organismo de u$s650.000 millones en Derechos Especiales de Giro (DEG), harían posible que Argentina reciba su cuota correspondiente de aproximadamente u$s4.400 millones. Ahora bien, ¿es una buena noticia? Podría serlo, pero también puede interpretarse como una herramienta que permita allanar el camino para continuar postergando las reformas de fondo. Y es que de esta forma podrían enfrentarse los vencimientos de septiembre y diciembre con el FMI, haciendo uso de los DEG y sin la necesidad de ningún acuerdo/condicionamiento.

Y la realidad es que, si los desequilibrios de la economía no se resuelven ni siquiera en las hojas de un programa, la potencial recuperación (luego de 3 años de recesión) podría ser no más que un rebote de corto plazo.

En este contexto, los flujos en renta variable continúan concentrándose en los CEDEARs, que se encuentran operando un volumen de hasta 4 veces la renta variable local. De algún modo estamos importando el mercado de capitales desde el exterior, los inversores en medio de la apatía y el escepticismo están prefiriendo salir de empresas que perdieron 80 o 90% de su valor en dólares para comprar empresas en máximos históricos, mientras no tengan riesgo local. Quedan exentas acciones como MELI o GLOB que están más allá de la dinámica doméstica. Entre las acciones preferidas a nivel local por los analistas, destaca LOMA.

En la actualidad, las inversiones en activos argentinos a nivel mercado son casi exclusivamente para el perfil agresivo, y en la selección hoy luce más interesante, por tipo de cambio implícito y paridad, comprar y mantener bonos hard dólar. Los niveles de rendimiento actuales son elevados incluso para momentos similares de la historia reciente, con condiciones políticas y económicas similares, y en caso de espiralización nos dejan a un paso de obtener dólar billete o divisa. Por ejemplo, los que lucen más atractivos son los globales 38 y 41 para canalizar un potencial trade electoral.

(*) Gerente Comercial de PPI.

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