9 de agosto 2022 - 00:00

Plataformas en crisis: barajar y dar de nuevo

Tras la explosión de contenidos y la competencia pospandemia, las principales empresas replantean su estrategia y relación con el suscriptor.

Crimen en el country. La serie de HBO Max no alcanzó los objetivos.

Crimen en el country. La serie de HBO Max no alcanzó los objetivos.

Tras la explosión de plataformas de contenidos pospandemia, se vive un período de amesetamiento en el que las estrategias se modifican semana a semana y se advierte la imperiosa necesidad de barajar y dar de nuevo. La noticia más importante radica en la fusión entre HBO Max y Discovery Plus para dar vida a un nuevo jugador de video bajo demanda, que estará disponible a partir de 2023. La fusión comenzará en Estados Unidos y luego saltará a otras regiones del mundo, lo que se estima en Europa en 2024 y más tarde en América Latina. El nombre del nuevo servicio ni el precio se conocen, pero se especula que costará más que la actual, una de las más bajas y así concebida para atraer usuarios. Una ecuación que evidentemente no funcionó.

Las empresas de streaming ven con preocupación la migración entre plataformas que llevan a usuarios a “subirse y bajarse” según los lanzamientos más esperados, los llamados “suscription drivers”. Uno de los más emblemáticos fue la temporada final de “This is us” en Star Plus o mantener el servicio más antiguo como Netflix a la espera de la última de “Stranger Things”. A la inversa, hubo lanzamientos con alta inversión y publicitados, que no funcionaron como se esperaba, por caso la serie de María Marta García Belscunce en HBO Max. Tras ese y otros proyectos que no alcanzaron las expectativas, esa plataforma canceló realizaciones en Argentina, además a la espera de novedades de cara a la fusión mencionada.

El escenario lleva a transformaciones drásticas y estrategias que fueron concebidas de un modo hace un año o más, y hoy deben modificarse. En HBO Max se anunciaba en ocasión de su lanzamiento que todo el contenido de Warner, con “Friends” como caballito de batalla, se vería en simultáneo en cines y streaming. A principios de este año cambió e informó que habría que esperar 45 días entre un canal de exhibición y otro, y la semana pasada volvió a cambiar y anunció que se decidiría el tiempo en función de cada título.

La primera película con la que implementará su nueva estrategia es “Elvis”, de Baz Luhrmann, que podrá ser vista on demand con un costo adicional en las primeras semanas y sin costo como parte de la plataforma cuando se indique. Vale decir que a la empresa le resulta más redituable explotar los títulos taquilleros en salas sin “quemar” el contenido en la plataforma. Esta conclusión resulta de experiencias como la de “The Batman”, que hubiese logrado mayores ganancias de no haberla llevado tan pronto a HBO Max. En la industria señalan que la espera de “Game of Thrones” se ha hecho más larga de lo esperado, siendo esa franquicia un porcentaje muy alto de las ganancias totales de la compañía. La serie sobre Bilardo fue mucho más exitosa de lo que habían proyectado.

En esa línea, Netflix advierte que su apuesta por los videojuegos no funcionó tan bien como se esperaba. Apenas 1% de sus suscriptores descargaron los juegos, una cifra que implica la mitad de los que perdió en el último trimestre. Ante una caída sostenida en las ganancias y usuarios, el gigante del streaming apostó por los videojuegos en un intento de ofrecer valor agregado. Si bien los videojuegos van en la línea de los contenidos de Netflix, no logró el objetivo de mantener a los clientes interesados a través de esa línea en el modelo de negocios, que implica la descarga de juegos como parte de su servicio. A contramano de los servicios incluidos en el precio, restringió este mes el uso compartido de contraseñas y aunque siempre se prometió que no tendría publicidad, trascendió que se asociará con Microsoft en un negocio publicitario.

Netflix anunció en 2022 que fue el primer año en que perdía suscriptores desde 2011, con acciones cayendo más de 60%, lo que sin embargo no parece ser su caída sino una transformación que vira a una empresa de medios más tradicional. Originalmente fue considerada una gran empresa tecnológica incluida en las “FAANG” que significaba Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google, sin embargo, nunca fue una compañía tecnológica sino más bien la visionaria que obligó a Hollywood a salir de su zona de confort, por decirlo del modo menos drástico y evitar hablar de la muerte del cine.

En cuanto a contenido, entre los últimos lanzamientos se destaca “The Sandman”, el comic de Neil Gaiman que gracias a la participación del autor en la realización logra conservar el espíritu del original. La obra de Gaiman y una serie de notables ilustradores escapa a los canones habituales de DC y se pregunta “de qué estamos hechos los humanos” y la tristeza de una vida sin sueños. A lo largo de los capítulos se advierte la marca distintiva que caracterizó al comic original.

Amazon Prime, que como otros de esa empresa siempre intento ceñirse a los precios bajos, ha anunciado suba de tarifas. Tanto el Kidle, Echo o Fire como su plataforma de contenidos fueron siempre accesibles, sin embargo las transformaciones del negocio parecen empujar a tocar esos valores. Aunque su negocio en la nube y publicitario sea rentable, y baratas las opciones de envíos rápidos y gratis de productos, canciones, libros, podcast, almacenamiento de fotos en la nube frente a Google Photos que se cobra, se tiende al encarecimiento ante los cambios de paradigma.

En último estreno en Amazon Prime fue “Iosi, el espía arrepentido”, que a la manera de una trama a lo James Bond, basada en la verdadera historia de José Pérez, que fue un efectivo de inteligencia de la Policía Federal que se infiltró en la comunidad judía durante 15 años y pasó planos de los edificios atacados en los atentados de la Embajada de Israel y la Amia.

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