25 de julio 2006 - 00:00

Brasilia, embajada nueva sin potrero

El canciller Jorge Taiana y el secretario legal de la Presidencia, Carlos Zannini, ayer con Néstor Kirchner en el momento de firmarse el decreto para autorizar la construcción de la nueva embajada argentina en Brasilia.
El canciller Jorge Taiana y el secretario legal de la Presidencia, Carlos Zannini, ayer con Néstor Kirchner en el momento de firmarse el decreto para autorizar la construcción de la nueva embajada argentina en Brasilia.
La Argentina quiere estrenar en 2008 una nueva y necesaria sede diplomática en Brasilia. Para esto, el propio ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana, anunció ayer que ya se vendieron varias propiedades que el gobierno argentino tiene en Rio de Janeiro, y que con los ingresos provenientes de estas operaciones (algo más de un millón de dólares) se levantará la nueva embajada en la capital del país vecino. El espacio físico donde se hará la obra es un privilegiado terreno ubicado en el barrio diplomático de Brasilia, un lugar donado por el gobierno de ese estado hace 38 años y que nunca fue aprovechado por la Argentina.

Según explicó Taiana, antes de fin de año se llamará a licitación internacional, mediante un acto que ayer fue autorizado oficialmente por Néstor Kirchner a través de un decreto que apareció en el Boletín Oficial y que faculta a la Cancillería argentina para realizar la operación global.

«Desde 1968, cuando fue aceptada la donación del terreno por parte del gobierno brasileño para la construcción de la embajada, la Argentina tiene pendiente esa obra. Hace 38 años que deberíamos haber comenzado a construir nuestra embajada en Brasilia y no lo hicimos», aseguró Taiana en un comunicado de prensa. Según el canciller, se trata de «un terreno magnífico», de unos 25.000 metros cuadrados de superficie y ubicado «entre las embajadas de Chile y de Uruguay, que ciertamente se han construido», mientras que el espacio en el que debía estar la delegación diplomática argentina «permaneció baldío durante 38 años».

«La embajada en Brasilia es una de las más importantes para la República Argentina y ésta es una asignatura pendiente que ya es hora de cumplir. El año que viene, vamos a estar construyendo, y de hecho, ya el Ministerio de Relaciones Exteriores tiene reservada buena parte del dinero necesario para la construcción», indicó Taiana, al explicar por qué se decidió acelerar un proyecto que ya había sido anunciado en 2003 por el ex canciller Rafael Bielsa. Opinó luego: «Esta es otra muestra más de todo lo atrasada que estaba la obra pública en la Argentina», y señaló que en este momento el país «tiene una residencia propia en Brasilia, pero las oficinas de la embajada están en un terreno alquilado». En el mismo comunicado se explicó: «Nosotros pensamos construir con el dinero que ha obtenido la embajada por la venta de una serie de construcciones que permanecían todavía en Rio de Janeiro», antigua capital brasileña, por la que el Estado argentino recaudó una cifra «que está por arriba del millón de dólares».

Dentro del Palacio San Martín, se asegurabaayer que la operación es más que necesaria. La actual embajada argentina funciona en una casa alquilada cerca del aeropuerto, muy venida a menos y con permanentes problemas de infraestructura. En tan mal estado está la vivienda, que cualquier reunión diplomática organizada por el país en Brasilia debe concretarse en la residencia personal del embajador, algo poco usual para las normas de ceremonial internacional. El último festejo de este tipo fue el 25 de mayo, cuando se comió carne argentina y se escuchó a la orquesta del maestro Leopoldo Federico.

El lugar donde se levantará la nueva sede es hasta ahora un terreno baldío entre las representaciones de Uruguay y de Chile, muy cercano, además, a las oficinas de Venezuela y de Perú. Todas se ubican en el barrio sur de embajadas, la zona destinada por los urbanistas que diseñaron Brasilia, comandados por Oscar Niemeier, para las representaciones diplomáticas latinoamericanas. En general, todos los países utilizaron la donación brasileña para construir su lugar oficial, salvo la Argentina. En el predio destinado para este fin, hay hoy un terreno baldío, pero con el pasto perfectamente cortado. Tan prolijo está el césped, que habitualmente se lo utiliza para desafíos futbolísticos entre delegaciones, funcionarios, periodistas o visitantes oficiales de los diferentes países que tienen sus sedes en parcelas cercanas. Tanto es así, que el lugar, que tiene una privilegiada vista al lago Paranoá, fue bautizado Polideportivo Juan Domingo Perón.

Los planes de la Cancillería son que para 2008 las obras estén terminadas y que la inauguración de la nueva sede diplomática argentina en la capital brasileña tenga como actores principales a los presidentes de los dos países. Obviamente, las intenciones son que Luiz Inácio Lula da Silva por Brasil y Néstor Kirchner o Cristina Fernández de Kirchner sean los protagonistas del acto en el que se abrirá la nueva embajada.

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