6 de diciembre 2007 - 00:00

Buscan cambiar la fecha de elección para evitar demoras

Daniel Scioli
Daniel Scioli
Se vendió como un dato de transparencia y previsibilidad. Pero cuando la Casa Rosada fijó el cuarto domingo de octubre como fecha inamovible para las presidenciales, no se reparó en un dato: que el lapso entre la votación y las asunciones podía no alcanzar para completar, paso por paso, los escrutinios.

Es, en rigor, lo que está ocurriendo en Buenos Aires: con casi 40% del padrón nacional, 27 mil urnas y multitud de candidatos, el conteo definitivo -e imprescindible para las juras- está todavía en proceso y, sólo una dosis de milagro y horas extras permitirá terminarlo antes del lunes próximo.

Entre el 28 de octubre y el 10 de diciembre hay unos 30 días hábiles, de los cuales 10 se consumieron en hacer el escrutinio de las boletas presidenciales para descartar un ballottage. Es decir: más de 7 millones de votos bonaerenses, entre denuncias y cortes múltiples, deberían recontarse en 20 días.

No lo dirán por cautela. Pero en la Justicia Electoral de La Plata, que comanda Manuel Humberto Blanco, apuntan al «escaso» plazo entre la elección y las asunciones. Es más: ayer, en el Congreso, se presentó un proyecto para mudar, de fines a principios de octubre, la fecha de la elección presidencial.

  • Propuesta

    Su promotor es Jorge Landau, diputado del PJ, reelecto por el FpV, y uno de los 35 bonaerenses que ayer no pudieron participar de la preparatoria de la Cámara baja porque no concluyó el escrutinio de la provincia. Landau es, además, un experto en códigos y recovecos electorales.

    El legislador propone establecer el primer domingo de octubre, en lugar del cuarto de ese mismo mes, como fecha estable para las elecciones presidenciales. «Históricamente -defendió Landau su propuesta- el escrutinio de la provincia de Buenos Aires, por su volumen, demandó unos 30 días.»

    Pregunta: ¿Complicó algo la cantidad de candidatos y las «colectoras»?

    Jorge Landau: Ese plazo, de aproximadamente 30 días, fue siempre similar haya habido o no colectoras. Así que no tiene que ver con eso. Este año sí hubo una complicación adicional: los primeros diez días posteriores a la elección se destinaron a hacer el recuento de la elección presidencial para descartar que no había segunda vuelta.

    P.: Entonces, si hubiese habido ballottage, la demora en el escrutinio habría sido mayor...

    J.L.: Técnicamente, sí. Por eso, lo oportuno sería trasladar la fecha a principios de octubre para, además, ponernos en línea con el Código Electoral que sugiere un plazo de 60 días entre la votación y las asunciones.

    La propuesta de Landau tuvo ayer el guiño positivo de Alejandro Tullio, director nacional electoral, área del Ministerio del Interior encargado de la logística y del diseño de los procesos de votación y del escrutinio provisorio. Lo demás depende de la Justicia Electoral, sea nacional o provincial.

    «Es una alternativa para evitar que alguna demora en el escrutinio genere complicaciones», le dijo ayer Tullio a este diario.

  • Bondades

    La resolución quedará, sin embargo, para el próximo Congreso y para quien será, desde el 10 de diciembre, ministro del Interior, Florencio Randazzo. Este dirigente, como ministro de Gobierno bonaerense, exploró el modelo electoral y fue uno de los impulsores del voto electrónico.

    En teoría, ese sistema aportaría, entre otras bondades -a pesar que también hay una ristra de factores críticos y cuestionados-, la posibilidad de agilizar los escrutinios. Así y todo, Randazzo deberá tomar posición en el debate sobre la fecha de la elección presidencial. Hasta que no asuma, evitará opinar.

    Por otro lado, Tullio estimó ayer que antes del fin de semana el conteo en la provincia estará concluido y que, contra reloj, las juras se harán el lunes «sin inconvenientes».

    Eso en lo que refiere a los cargos provinciales, desde el gobernador y el vice, Daniel Scioli y Alberto Balestrini, hasta los diputados y senadores, los intendentes y los concejales, y consejeros escolares. Los diputados nacionales, que no pudieron asumir ayer, deberán esperar hasta el próximo miércoles.

    Sin embargo, Cristina de Kirchner asumirá con un Congreso diezmado -faltarán los 35 bonaerenses-, y la preparatoria de la Legislatura bonaerense, programada para mañana, será con menos parlamentariosde los usuales porqueen varias sesiones, casi inevitablemente, no se habrá terminado el conteo.

    Si, como pronostican en el gobierno, el viernes se concluye el escrutinio, pocas horas después -quizá el sábado- se podría hacer la audiencia oficial de finalización de conteo y de inmediato agilizar el trámite para que las asunciones se hagan, tanto a nivel provincial como municipal, normalmente.

    La semana pasada, como relató este diario, se especulaba con el riesgo de que en algunos distritos donde no se llegue con los plazos puedan producirse casos de vacancia porque el mandato vigente concluye el 10 de diciembre y si, para entonces, no se terminó el recuento, el nuevo jefe comunal no puede asumir. Ayer, ese temor comenzaba a diluirse.
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