Casi como una metáfora perfecta, dos testigos ubicados en los extremos opuestos de la pirámide social quedaron unidos por un punto en común al declarar en el juicio de Vialidad. Eduardo Eurnekian, uno de los empresarios más poderosos de la Argentina, y Julio César Silva, el portero del edificio donde vive Cristina de Kirchner en Buenos Aires, no aportaron un solo elemento y todas las partes se fueron con las manos vacías.
Vialidad: declaró otro portero, pero no mencionó “bolsos”
Dos testigos ubicados en los extremos opuestos de la pirámide social quedaron unidos por un punto en común al declarar en el juicio de Vialidad. Eduardo Eurnekian, uno de los empresarios más poderosos de la Argentina, y Julio César Silva, el portero del edificio donde vive Cristina de Kirchner en Buenos Aires, no aportaron un solo elemento y todas las partes se fueron con las manos vacías.
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Fue la declaración más breve en los dos años que lleva transcurrido el juicio por el presunto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz. Convocado por las defensas de Cristina y Lázaro Báez, Eurnekian se presentó en los Tribunales de Comodoro Py en calidad de testigo apenas pasadas las 9:30 de la mañana del lunes. Antes de las 10 AM, el dueño de Corporación América, grupo al que pertenece Aeropuertos Argentina 2000 y Helport SA, ya había terminado su testimonio. “No tengo la menor idea”, fue la frase que reiteró una y otra vez al ser consultado por asuntos de sus propias empresas. De esta manera, Eurnekian -tuvo que comparecer bajo juramento en este juicio- dejó los Tribunales de Retiro sin aportar un solo elemento para las defensas ni para la acusación, que decidió no hacer preguntas.
“¿En cuantas licitaciones participó?”, preguntó el abogado Carlos Beraldi. “No lo se. Yo me dedico a los números. No estoy en los detalles”, dijo Eurnekian. “¿Conoce la firma Helport S.A.?”. “Si”. “¿En dónde está la sede de esa empresa?”. “No lo se con exactitud. Debe estar en una de las oficinas nuestras”. En concreto, Helport S.A. ejecutó 23 licitaciones de obras viales entre 2003 y 2015. Sin embargo, el empresario dijo desconocer el detalle de esa actividad: “no era mi función”, deslizó.
En la causa Cuadernos, Eurnekian había sido indagado por el juez Claudio Bonadio, tras lo cual obtuvo la falta de mérito y quedó por fuera de la elevación a juicio. En aquella oportunidad, el empresario había dicho desconocer los supuestos sobornos que habrían pagado directivos de su firma para la construcción de una ruta y de un corredor vial.
Ahora, las defensas lo habían convocado para que consignara cómo fueron los procesos licitatorios en la provincia de Santa Cruz y que detallara si hubo alguna irregularidad en la competencia con otras empresas, como asegura la acusación. Sin embargo, el testigo no aportó elementos para ninguna de las partes.
El portero
También por el espacio de unos pocos minutos, convocado por el Ministerio Público declaró Julio César Silva, el encargado del edificio donde reside la Vicepresidenta Cristina de Kirchner sobre la calle Uruguay al 1300, en Buenos Aires.
Interrogado por el fiscal Diego Luciani, Silva detalló quién vivía en cada piso y habló de la correspondencia que recibían. Mencionó impuestos y cartas de gente pidiendo trabajo: “La situación del país no estaba bien y querían trabajar. Soy testigo de los trabajos que consiguió infinidad de gente”, dijo.
El objetivo de la fiscalía era lograr que Silva replicara su declaración en la causa Cuadernos, en la que habló de “movimientos de bolsos y valijas con frecuencia semanal”. Sin embargo, nada de esto ocurrió en su breve declaración.
Sin aportar un solo elemento que pudiera servir para la causa, el portero relató que trabaja y vive en ese lugar hace treinta y dos años; que su horario laboral es “7 a 12 y 17 a 21” y dijo tener “buen trato con todo el mundo ahí”. También mencionó según recordaba, quienes eran las y los dueños de los departamentos: Cristina Kirchner, López (de quien no recordó el nombre) y De Sousa (Osvaldo).
Las preguntas por momentos resonaron algo insólitas:
“¿Los servicios del quinto piso a nombre de quién venían?”. “Cristina Fernández de Kirchner”, respondió Silva.
“¿El señor Daniel Muñoz tenía llave del departamento de Cristina Kirchner?” “No lo se”
“¿Conoce al señor (Osvaldo) San Felice?” “Si. Lo vi en alguna oportunidad”.
“¿Y a Oscar Leiva?” “En una oportunidad vivió en el edificio. En el cuarto piso.
“¿A José Soffo? “No”.
“No más preguntas, Sr. Presidente”, dijo Luciani. Tras lo cual se dio por finalizada la audiencia.
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