27 de octubre 2021 - 08:49

Graciela Camaño pidió "pito y gorra" para un diputado: ¿a quién se refirió?

Fue como respuesta los gritos que se escuchaban durante su discurso en el cierre del debate del etiquetado frontal.

Graciela Camaño pidió pito y gorra para un diputado.

Graciela Camaño pidió "pito y gorra" para un diputado.

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En el marco del debate de la ley de etiquetado frontal, la diputada Graciela Camaño pronunciaba su discurso cuando se produjo un incidente. “Yo quiero dejar claro en este contexto mi posición respecto de tres temas en conflicto, y lamento que la práctica legislativa de los últimos años no permita que la cámara revisora, por decisión política de la mayoría, cualquiera de las dos mayorías, convengamos, pueda introducir modificaciones que optimizaría los proyectos. Y que permitirían compatibilizar intereses…”, señalaba la legisladora.

En el mismo momento, desde su banca gritaba el diputado Fernando Iglesias, advirtiendo que se había extendido más allá del tiempo asignado. Lo miraban molestos los compañeros de bancada de Camaño, uno de los cuales deslizó -y se escuchó de fondo en el discurso de Camaño- un despectivo “qué pelotudo”.

Camaño seguía imperturbable: “…Y que en definitiva de esto se trata el arte de la política. En nuestro actual ordenamiento jurídico, el etiquetado debe ser acorde a los estándares establecidos en las cláusulas generales…”. Ahí fue que sin levantar la vista de su computadora, la diputada de Consenso Federal replicó: “Creo que hay un diputado que necesita una gorra y un pito”.

GRACIELA CAMANO PITO Y GORRA.mp4

Y continuó, pero cuando los gritos por el tiempo excedido recrudecieron, dijo: “Esta resolución entonces, y lo quiero explicar, si me lo permite el diputado que necesita una gorra y un pito… fue incorporada a nuestro ordenamiento interno en virtud de la aplicación del artículo cuarto”.

Ahí intervino el presidente de la Cámara Sergio Massa, que aclaró que por tratarse de uno de los discursos de cierre, la diputada contaba con diez minutos. Con ese respaldo, Camaño insistió: “Pito y gorra para el alcahuete”, mientras que desde una banca vecina espetaron: “Pito y gorra para el pelotudo…”. Espíritus crispados durante la larguísima sesión presencial.

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