11 de noviembre 2002 - 00:00

Más demoras judiciales postergan internas del PJ

Más demoras judiciales postergan internas del PJ
El peronismo comenzó durante el fin de semana a hacerse la idea de que las internas del PJ tampoco se harán el 19 de enero. No ya porque les convenga a algunos de los competidores sino por la dependencia que tiene el proceso electoral de los Tribunales. En el menemismo y en el duhaldismo hay opiniones de todo tipo y a todo nivel -en público y en secreto- a favor y en contra de que se vote ahora, en marzo o en setiembre.

Pero desde el viernes los dos sectores en puja saben que no habrá resolución judicial hasta la semana que viene, con lo cual la fecha que pide el menemismo (15 de diciembre) ya es imposible y quizá pase lo mismo con el 19 de enero.

Veamos por qué:

• En el primero y único contacto que ha habido entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde, a través de los diputados Eduardo Camaño (Bs. As.) y Ricardo Quintela (La Rioja), hubo un solo acuerdo: esperar hasta hoy o a más tardar mañana para conocer el fallo de la Cámara Nacional Electoral sobre la suspensión de las internas abiertas, obligatorias y simultáneas que dictó la jueza María Servini de Cubría.

• Van a tener que seguir esperando un par de semanas más porque recién el jueves próximo los camaristas Rodolfo Munné, Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera tendrán en sus despachos el expediente completo para estudiarlo y tomar una decisión. Hasta ahora, tenían sólo una parte porque Servini no se lo elevó en condiciones. La suspensión de esas internas la dio la jueza porteña a pedido de dos vecinos de la Capital Federal José Luis Salvatierra y Norma Quidi. Pero se les agregó un tercer quejoso, Juan Carlos Ortiz Almonacid. Sus argumentos tienen que ser comentados por los otros protagonistas del expediente (Salvatierra y Quidi) y tienen plazo para hacerlo hasta el jueves de esta semana.

• Los camaristas no quisieron devolverle el expediente incompleto sin esas alegaciones a Servini y con una amonestación. Los hubieran acusado de dilatar el trámite, algo que algunos menemistas creen le conviene al duhaldismo. Prefieren esperar hasta el jueves y desde entonces tomarse algunos días para voltear el fallo Servini y ordenarle nueva sentencia reponiendo el sistema de la Ley 25.611, que obliga a todos los partidos a elegir en internas simultáneas y abiertas sus candidatos.

Los camaristas no tienen plazo para dictar la sentencia pero prometen hacerlo rápido para salir del foco de la lupa en que los ha puesto la dirigencia política. Eso ocurrirá a mediados de la semana que viene y recién entonces podrán tener menemistas y duhaldistas alguna seguridad para discutir y acordar una fecha. Una vez que Servini tenga la semana que viene el expediente, le pedirá al gobierno en su sentencia que dicte un nuevo decreto con un nuevo cronograma electoral. Eso nunca ocurrirá antes de la última semana de noviembre.

• Ese nuevo cronograma dispara fechas previas a los comicios internos obligatorios que cubren por lo menos tres meses. El cronograma que había previsto el gobierno para las internas del 15 de diciembre arrancaba con plazos ya el 14 de setiembre. En caso de que se dictase la convocatoria en la primera semana de diciembre, las internas caerían 90 días más tarde, es decir en la primera semana de marzo.

• A quién le conviene y a quién no sigue siendo un enigma. Menem sostiene en público que quiere elecciones ya, pero en sus filas hay quienes creen que no es necesariamente conveniente ir a las urnas ahora mismo. Lo que sí creen es que enero es un mes malo por la dispersión de la población en plenas vacaciones, algo que crea un clima poco propicio para convocar al voto. Duhalde insiste en que quiere elecciones ya, pero nadie le cree; se le atribuye la intención de aprovecharse del «veranito» de la economía para mejorar las condiciones de su salida del gobierno. Entre los suyos, hay quienes opinan que debe irse ya mismo del gobierno, aun para preparar una candidatura que puede controlar ahora pero no se sabe hasta cuándo.

• Quienes hablan a diario con Menem -su vocero informal,
Alberto Kohan, y sus familiares con fueros legislativos- sostienen que al ex presidente lo que le conviene tener es una fecha precisa, ahora, en el corto o en el largo plazo. Pero que el gobierno la fije en serio y no manipule más los tiempos. Por eso, han dicho desde este fin de semana que si es marzo, que sea marzo, que en última instancia es mejor que enero.

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