Real Madrid no pudo utilizar su habitual sponsor en la visita del equipo español a Turquía para jugar la revancha de los cuartos de final en la Champions League.
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Los dirigidos por José Mourinho lucieron una camiseta toda blanca, sin su patrocinador oficial, la casa de apuestas Bwin, debido a que las leyes turcas no permiten promocionar este tipo de negocios.
El sponsor le aporta al club español cerca de 23 millones de euros anuales y lo que ocurrió en Estambul le traería consecuencias a Real Madrid, ya que el contrato estipula que tendrían que hacerse cargo de una reparación económica cuando alguna autoridad suspenda la publicidad.
Esta situación ya la había vivido antes, en septiembre de 2009 frente a Zurich en Austria, y en febrero de 2010 al visitar a Lyon.
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