Brilló en la NBA pero su adicción a las drogas lo convirtieron en un vagabundo que comía de la basura

Prometía ser una estrella en la NBA, pero su adicción a las drogas lo llevó a vivir en la calle y comer de la basura. Una historia de caída y redención.

Brilló en la NBA pero su adicción a las drogas lo convirtieron en un vagabundo que comía de la basura

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Suele decirse que el deporte salva vidas, que saca a muchos chicos de la pobreza y que les brinda una nueva oportunidad, sin embargo, la fama puede hacer desaparecer todo ese esfuerzo. Como fue el caso de Chris Washburn, el jugador de la NBA que prometía ser una superestrella y vio su vida destrozada por una grave adicción.

Washburn, una promesa que destacaba en los equipos universitarios más prestigiosos, tenía todas las cualidades para triunfar en la NBA. Su labilidad y destreza en la cancha eran sorprendentes, pero su personalidad y mal comportamiento en el ámbito académico fueron los primeros indicios de que su carrera no duraría mucho.

Chris Washburn, pasó de jugar en la NBA a comer en los basureros producto de su adicción a las drogas

La historia de Chris Washburn, el basquetbolista que perdió todo por su adicción

Chris era un joven de 2.10 metros que se destacaba en el high school, atrayendo a los mejores reclutadores universitarios de Estados Unidos. Con un físico imponente y habilidades técnicas, muchos pensaban que podría superar a leyendas como Karl Malone y Shaquille O'Neal. Sin embargo, los problemas de conducta de Washburn comenzaron a manifestarse pronto dando evidencia de que no llegaría muy lujos.

Gracias a su talento eligió la Universidad de Carolina del Norte, para dar sus primeros pasos en el deporte, pero su poca asistencia a clases y su mala conducta lo llevaron a tener problemas legales, incluyendo una condena por robo. A pesar de esto, mostró destellos de su talento en la NCAA, captando la atención de la NBA. En 1986, fue elegido en la tercera posición del draft por los Golden State Warriors.

El abuso de drogas y su falta de disciplina causaron que fuera suspendido por la NBA tras dar positivo en los controles antidrogas. A partir de ese momento, la vida de Washburn se convirtió en un caos de rehabilitaciones fallidas, tiempo en prisión y un breve paso por ligas menores. Pero su vida tocó fondo cuando deambuló como vagabundo en Houston, durmiendo en casas abandonadas y comiendo de los contenedores de basura.

Luego de años de recibir ayuda terapéutica, Chris colabora con organizaciones que apoyan a personas sin hogar y a exjugadores de la NBA que han tocado fondo. Su historia es un recordatorio contundente de cómo las adicciones pueden destruir incluso las carreras más prometedoras.