17 de diciembre 2003 - 00:00

Artana: Se adelantó el debate con el FMI

El economista Daniel Artana consideró hoy que "se adelantó el debate" entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en torno al superávit que debía generarse.

Artana sostuvo que "la discusión iba a darse en 2005, y era inevitable no pensar en una rigidez".

Durante su discurso en la cumbre del Mercosur, realizada en Montevideo, el presidente Néstor Kirchner rechazó presiones del FMI y ratificó que no va a incrementar los pagos correspondientes a la deuda externa.

El organismo internacional pidió que se apuren algunas metas, tales como aumento de tarifas o paquete antievasión, y además, en algunos sectores del Gobierno se sospecha que el FMI pretende reinstalar el tema del ahorro destinado al pago de la deuda, que por ahora es del 3 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI).

Al respecto, Artana dijo "parte de la confusión surge cuando se firmó la carta de intención con el FMI, ya que en ese momento se interpretó que Argentina debía lograr un superávit primario entre Nación y provincias del 3 por ciento, y eso estaba comprometido para 2004".

"En 2005-06 ese debería ser el número compatible con los números internos y para hacer pagos externos, que incluyen los intereses de los Boden, los préstamos internacionales y también los intereses que se arreglarán con los acreedores externos", señaló.

El economista jefe de Fiel expresó que "ahora el superávit que hace falta puede ser un número de 3 o menor, si se puede poner la deuda en el mercado doméstico. Esa es la interpretación que se puede hacer de lo que está firmado".

Por eso, consideró que "se adelantó la discusión con el FMI" y añadió que "lo que Argentina ha previsto para pagar la deuda que todavía no reestructuró, a juicio de los acreedores, es insuficiente y para algunos observadores internacionales también".

Para Artana, "el numerito mágico puede ser más. Las propias estimaciones del Gobierno hablan de un faltante de financiamiento entre 5 y 6 por ciento. Si los bonos no se pueden colocar, ¿De dónde van a sacar la plata?".

"En mayo de 2002 se eligió un Presidente políticamente débil. Lo que hacen los presidente cuando asumen es tomar medidas complejas, como lo hizo Lula da Silva en Brasil. Acá es al revés. Que el Presidente tenga poder político a través de la economía y no tomar medidas económicas, el propio ejercicio de gobierno se va desgastando y esa jugada puede salir cara", manifestó.

En ese sentido, advirtió que "no sé si es una estrategia buena para la sociedad.
Puede ser egoísta y por eso nos estamos comprando una flor de crisis para dentro de unos años".

"Hoy el contexto internacional es favorable para Argentina, por eso no es lo mismo que cuando asumió (Fernando) De la Rúa. Ahora, a la larga y a la corta, si no se resuelven los problemas, se vienen encima. No se puede gobernar mirando la popularidad del Presidente", completó.

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