15 de enero 2003 - 00:00

Insiste gobierno en mantener dólar caro: prepara medidas

El dólar ayer bajó seis centavos y cerró a $ 3,31. Se trata del mayor descenso diario en los últimos seis meses, y la caída podría haber sido inclusive más profunda de no mediar la inter-vención del Banco Central. Tanto el Ministerio de Economía como el Central insisten en sostener artificialmente el tipo de cambio con el único propósito de apuntalar la recaudación, que en buena medida se apoya en las retenciones a las exportaciones. Esto, sin medir las consecuencias que un dólar alto puede acarrear. Es decir, nueva caída en el salario real (vía inflación) y creciente atraso tecnológico, dada la barrera a las importaciones.

Insiste gobierno en mantener dólar caro: prepara medidas
El dólar ayer registró su mayor descenso diario en los últimos seis meses, en medio de un mercado cambiario totalmente desequilibrado ya que, aunque resulte paradójico, el único demandante de dólares fue el Banco Central, que salió a comprar divisas para evitar lo que hubiera sido un descenso aun mayor.

Es evidente que tanto el Ministerio de Economía que comanda Roberto Lavagna como el Central están comprometidos en mantener un dólar alto sin considerar las consecuencias que ello puede acarrear. No sólo por la pérdida del poder adquisitivo de los salarios (vía inflación), sino por el atraso tecnológico y la escasa competencia interna que genera un tipo de cambio hiperdevaluado, ya que hace las veces de barrera a las importaciones de bienes y servicios de cualquier índole.


Ayer, bastó que las liquidaciones de exportaciones experimentaran un leve aumento para que la divisa estadounidense en las pizarras de la City porteña bajara seis centavos. De esta forma, el dólar cerró a $ 3,26 para la compra y $ 3,31 para la venta. Inclusive en algunas casas de cambio esta última punta se negoció a $ 3,29.

• Oferta

«No existió demanda, todo el mundo ofrecía dólares», fue la síntesis de un operador de la mesa de cambios de una tradicional agencia del microcentro.

Lo cierto es que a la oferta de dólares de los exportadores ayer se le sumaron las ventas de bancos en el mercado mayorista con el objetivo de participar en la licitación de Lebac, que contó con una importante presencia de entidades financieras dado el atractivo que ejerció el debut de las Letras a un año (ver nota aparte). No menos importante fue el hecho de que la inminencia de un acuerdo con el FMI desincentivó aun más las compras de dólares, previendo una baja mayor del billete una vez concluidas las negociaciones.

En este escenario, el Central ayer ganó u$s 46,7 millones y en lo que va del mes ya sumó reservas por u$s 367,5 millones. Al resultado de ayer arribó luego de comprar u$s 43,8 millones provenientes de las liquidaciones de los exportadores, mientras que se retiró del mercado mayorista con un saldo a favor de u$s 2,9 millones. Precisamente este último dato evidencia que la entidad que preside Alfonso Prat-Gay se vio obligada a salir a comprar dólares para sostener artificialmente la divisa estadounidense. Sin embargo, no pudo evitar que la de ayer fuese la mayor caída del dólar desde el 3 de julio pasado, oportunidad en la que el billete retrocedió 8 centavos.

En este contexto, es altamente probable que el Central lance en los próximos días nuevas medidas de liberación cambiaria con el objetivo de apuntalar la cotización del dólar. Sin embargo, fuentes de la autoridad monetaria señalaron que no se tomarán medidas adicionales hasta tanto se conozca con seguridad cuál es el monto a pagar a los organismos internacionales por los vencimientos que operan durante esta semana. De allí que las nuevas disposiciones se podrían llegar a anunciar recién el viernes o el lunes y, según trascendió, incluirían un aumento en el tope mensual de compras de particulares y empresas que actualmente está en u$s 150.000.

El Ministerio de Economía que comanda Roberto Lavagna está empecinado en un dólar alto. Básicamente porque ello genera jugosos ingresos fiscales vía retenciones a las exportaciones.


En el primer caso, los efectos aún no se notan, pero se harán evidentes con el correr de los meses si se mantiene este tipo de cambio. En el caso de la inflación, la relación es evidente ya que el Central tiene que salir a diario a comprar dólares (los de los exportadores y los del mercado mayorista) para sostener la cotización de la divisa estadounidense. Pero la contrapartida de esos dólares son pesos que pasan a aumentar el circulante y como consecuencia incrementan el riesgo inflacionario. Sólo ayer, el Central emitió por este concepto casi $ 154 millones. Se trata de una mala señal hacia el FMI, que viene reclamando una política monetaria más restrictiva.

A todo esto, el dólar futuro acompañó la tendencia descendente del billete en la City y cerró con fuertes bajas. En la Bolsa de Comercio de Buenos Aires las caídas fueron particularmente amplias porque el mercado no había marcado precios durante el lunes dado el bajo volumen negociado.
En este contexto, ayer los contratos a fin de mes se hundieron 3,18 por ciento y cerraron a $ 3,34. Del mismo modo, las posiciones al último día hábil de febrero y marzo se replegaron a $ 3,40 y $ 3,45, respectivamente.

En tanto, en la Bolsa el índice Merval subió 1,58%, empujado por el optimismo de los operadores ante la cercanía del acuerdo con el Fondo. El panel principal del recinto porteño finalizó a 591 unidades, pero en el pasaje de mayor presión de las compras llegó a tocar la barrera de los 600 puntos, lo que gatilló una moderada toma de ganancias. El volumen negociado en la rueda totalizó los $ 33 millones y lo mejor pasó por Renault (+9,73%), Sol Petróleo (+8,28%), Comercial del Plata (+5,30%) y Telecom (+4,91%).

«Con el dólar planchado y el Central como único comprador, muchos se atreven a arrimar algunas fichas a la Bolsa y por ahora las acciones se ofrecen como la alternativa de inversión con mayor rendimiento», graficó un operador.

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